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Estudio Bíblico
El Día del Señor
Autor
Teólogo: Cruz Monasterio
``Estudio Bíblico``
Tema: El Día del Señor
Texto: EL advenimiento del Día de Jehová. (Mal. 4:1; "Porque he aquí, viene el día ardiente como un horno, y todos los soberbios y todos los que hacen maldad serán estopa; aquel día que vendrá los abrasará, ha dicho Jehová de los ejércitos, y no les dejará ni raíz ni rama.")
Introducción
El Día del Señor: Este es el tiempo de la visitación de la ira de Dios contra los habitantes de la tierra y particularmente contra los líderes o gobernantes.
Se llama Día del Señor: Porque es el día en que Dios se levanta para juzgar la tierra.
El Día del Señor es una expresión corriente en las escrituras proféticas.
El Día del Señor concuerda en forma muy cercana con la septuagésima semana de Daniel, que son los últimos siete años antes del retorno de Cristo. Empieza aproximadamente en el tiempo en que termina la dispensación de la gracia. Corresponde entonces con las trompetas y las copas del Apocalipsis.
Subdivision
Comentario Teológico Bíblico Bàsico: Cuando el profeta dice: “En el Día del Señor”, se refiere a veces a algún tiempo durante el Día del Señor, como por ejemplo, la última mitad del Día del Señor que se llama tiempo de angustia para Jacob. El Día del Señor se presenta cuando el Señor está tratando nuevamente con los judíos como Nación. De modo que usualmente se refiere a los judíos o a las naciones que están alrededor de Israel.
El Día de Cristo viene al mismo tiempo en (General), para los Santos, en vez de a los judíos, son a los Santos los que se tienen en cuenta.
Los juicios del Día del Señor son solamente una parte de todo el proceso de la redención. Debemos distinguir entre el propósito y el método.
El propósito: Es el de la redención de todo lo bueno.
El método: Es la destrucción de todo lo malo.
Toda redención comprende una purificación. “Sin derramamiento de sangre no se hace remisión de pecado”. (Heb.9:22). La purificación se produce únicamente por medio de la sangre y el fuego. El mundo ha rechazado la sangre, por lo tanto, como única alternativa queda el fuego. El fuego consume todo aquello que no es posible redimir, y purifica todo lo que no puede ser redimido. Dios juzgará al mundo por medio del fuego.
Los propósitos son:
(a) La purificación de todo lo que no sea consecuencia del pecado.
(b) La preparación para la venida del reino, (especialmente en relación a los judíos).
(c) El acondicionamiento de la raza humana para la eternidad.
El propósito total incluye:
(1) El sacrificio por el pecado en la (cruz).
(2) La elección de una novia, un pueblo Real, (futuros reyes y sacerdotes). (Ap. 1:6; "y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea gloria e
imperio por los siglos de los siglos. Amén.").
(3) La predicación del Evangelio a toda criatura. (Mat. 24:14; "Y será predicado este
evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y
entonces vendrá el fin.").
(4) El juicio de las naciones, (Día del Señor), y la salvación de Israel.
(5) El reinado de mil años, (para restaurar la población y establecer un mundo perfecto).
(6) Una limpieza final de las naciones.
(7) El tabernáculo de Dios con los hombres.
El tiempo del fin se refiere específicamente al fin del tiempo de la gracia
Cuando los discípulos le preguntaron al Señor ¿Qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo? El Señor las separo en cuanto al tiempo. Después de responderles sobre los comienzos de las señales, dijo: “Pero aun no es el fin.” (El fin del siglo no ha llegado todavía). El fin del Antiguo Testamento; el cual culmina con la segunda venida de Cristo, de modo que tenemos dos periodos de tiempo; el fin del tiempo de la gracia y el Día del Señor; uno a continuación del otro. El Día del Señor no es el tiempo total que hay entre el rapto y el retorno de Cristo. Allí también tiene que haber lugar para la tribulación de los Santos.
Los profetas del Antiguo Testamento también se dieron cuenta de cuál era el tiempo del fin, el cual viene antes del Día del Señor.
El profeta (Joel. 2:30-31). Habla de un avivamiento que vendría, el cual empezó con el día de Pentecostés, pero que se cumplirá totalmente cuando se produzca una poderosa explosión del Espíritu antes del Día grande y terrible del Señor.
“Y daré prodigios en el cielo y en la tierra, sangre, fuego, y columnas de humo. El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre antes de que venga el Día grande y terrible de Jehová”. Estos son los rasgos que caracterizan la tribulación de la cual procederán los Santos de la tribulación.
División
Comentario Teológico Bíblico: El profeta Abdías en el 1 Cap. verso 15. Nos relata las experiencias de los judíos al tratar de huir. Este es el segundo paso del tercer retorno. El gran retorno en masa tiene que ser después de la persecución causada por el Anticristo. El profeta hace mención del tiempo de esta persecución. Dice: “Porque cercano está el Día de Jehová sobre todas las naciones”. Esta experiencia precede al día del Señor. De modo que tenemos nuevamente un periodo de profecía cumplida antes del día del Señor.
El profeta Sofonías: Trata casi exclusivamente con el Día del Señor. Este es el tema de su libro. Pero el profeta también reconoce una situación que existe previa al Día del Señor. (Sof. 1:12-14; "Acontecerá en aquel tiempo que yo escudriñaré a Jerusalén con linterna,
y castigaré a los hombres que reposan tranquilos como el vino asentado, los
cuales dicen en su corazón: Jehová ni hará bien ni hará mal. Por tanto, serán saqueados sus bienes, y sus casas asoladas; edificarán
casas, mas no las habitarán, y plantarán viñas, mas no beberán el vino de
ellas. Cercano está el día grande de Jehová, cercano y muy próximo; es amarga
la voz del día de Jehová; gritará allí el valiente.").
Habrá un tiempo de paz y quietud cuando digan, “Paz y seguridad”, Construirán y plantaran Harán grandes planes para el futuro “Y dirán nunca nos fue tan bien”. (1 Tes 5:3; "Que cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción
repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no escaparán.")
En el mundo será un tiempo de gran prosperidad y una falsa sensación de seguridad. Este será el momento en que esté muy próximo el Día del Señor, cuando sobre ellos venga destrucción repentina. Hay solamente un solo Día del Señor porque Jesús dijo: “Porque aquellos días serán de tribulación cual nunca ha habido desde el principio de la creación que Dios creó hasta este tiempo, ni la habrá. (Mar. 13:19).
El Día del Señor será para Israel: El Día de aflicción o de tribulación, en especial la última mitad de él; o sea los últimos tres años y medio. La septuagésima semana de Daniel, el Dia del Señor y las siete últimas plagas, son todas ellas fases diferentes de un mismo programa.
Se debe tener presente que la expresión “Día del Señor”, se usa a veces en un sentido restrictivo, aplicándola a la última parte del proceso, la que en realidad corresponde a los eventos inmediatos, a la manifestación de los Dos Testigos. (Mal 4:5-6). Que conducen a la batalla de Armagedón.
Conclusión.
El Día del Señor termina con la venida de Cristo. En realidad la séptima plaga es igual a la séptima trompeta que contiene las siete copas de ira, y anuncia la venida de Cristo.
Tenemos aquí tres aspectos diferentes de un mismo proceso:
(1) La mayoría de los Santos estarán en el cielo en el Día del Señor. Y los Santos que se hayan convertido después del evento, serán sellados o protegidos de alguna u otra manera.
(2) Los que faltan por ser redimidos son los judíos; la Nación de Israel.
(3) Las naciones aquellos individuos de los países que pasaran por los juicios y la tierra será hecha nueva después de su purificación por medio del fuego.
(4) Los Santos son quienes juzgarán a las naciones, son también los que se encargaran de las plagas y quienes serán los protagonistas del Apocalipsis.
Tres grupos son los que deben ser redimidos, y tres nombres son los que se relacionan con la obra de ellos.
(1) Los judíos, la septuagésima semana de Daniel.
(2) Las naciones, el Día del Señor.
(3) Los Santos, las trompetas y las copas.
En cada caso está comprendida la Redención, en cumplimiento del pacto de Dios con Noé.
La septuagésima semana de Daniel es portadora de Redención a Israel.
El Día del Señor prepara a las naciones para el Reinado de Cristo. (Ap. 20:4; "Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de
juzgar; y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y
por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y
que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron
con Cristo mil años.").
Las siete últimas plagas; Trompetas y Copas: Quitan todo vestigio de pecado, y preparan la tierra para la reconstrucción que habrá durante el Milenio, cuando la tierra sea perfeccionada como habría sido si Adán no hubiera pecado. El Día del Señor se refiere especialmente a las naciones; y en forma particular se tendrán en cuenta a aquellas naciones que hubieren perseguido a los judíos en momentos críticos para ellos, aumentando así sus aflicciones.
La naturaleza del Dia del Señor. (Sof. 1:14-18; "Cercano está el día grande de Jehová, cercano y muy próximo; es amarga
la voz del día de Jehová; gritará allí el valiente. Día de ira aquel día, día de angustia y de aprieto, día de alboroto y
de asolamiento, día de tiniebla y de oscuridad, día de nublado y de
entenebrecimiento, día de trompeta y de algazara sobre las ciudades fortificadas, y sobre las
altas torres. Y atribuiré a los hombres, y andarán como ciegos, porque pecaron contra
Jehová; y la sangre de ellos será derramada como polvo, y su carne como estiércol. Ni su plata ni su oro podrá librarlos en el día de la ira de Jehová,
pues toda la tierra será consumida con el fuego de su celo; porque ciertamente
destrucción apresurada hará de todos los habitantes de la tierra.").
Comentario Teológico Bàsico. Sofonías comienza con el brusco anuncio de un juicio que abarcara hasta los últimos confines de la tierra. “destruiré por completo todas las cosas de sobre la faz de la tierra”. (Sof. 1:2). Esto se manifiesta en el versículo (18).
“Porque ciertamente destrucción apresurada hará”. Esto no significa que todo dejara de existir o que toda la gente morirá. Habrá un final a la presente condición mundial.
Un terremoto puede destruir por completo una ciudad, pero la misma puede ser reedificada. (Sof. 3:8-9).
Babilonia en el Día del Señor. (Isa. 13:1-22). La Babilonia de que habla Isaías (13), no es la antigua Babilonia, puesto que ninguna de las cosas que aquí se relatan le sucedieron a la Babilonia de Nabucodonosor.
Observe los siguientes puntos relacionados con la Babilonia escatológica. El tiempo: "Aullad porque cerca está el Día de Jehová, vendrá como asolamiento del todopoderoso." (Isa. 13:6).
El Día del Señor se manifiesta, pero la destrucción de la ciudad viene cerca del fin de este tiempo.
La destrucción de Babilonia ocurre justamente antes de la Batalla de Armagedón. El Apocalipsis lo pone justo antes del retorno de Cristo. Viene bajo la séptima plaga. (Ap. 19:11 al 21; "Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea. Sus ojos eran como llama de fuego, y había en su cabeza muchas diademas; y tenía un nombre escrito que ninguno conocía sino él mismo. Estaba vestido de una ropa teñida en sangre; y su nombre es: EL VERBO DE DIOS. Y los ejércitos celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio, le seguían en caballos blancos. De su boca sale una espada aguda, para herir con ella a las naciones, y él las regirá con vara de hierro; y él pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso. Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES. Y vi a un ángel que estaba en pie en el sol, y clamó a gran voz, diciendo a todas las aves que vuelan en medio del cielo: Venid, y congregaos a la gran cena de Dios, para que comáis carnes de reyes y de capitanes, y carnes de fuertes, carnes de caballos y de sus jinetes, y carnes de todos, libres y esclavos, pequeños y grandes. Y vi a la bestia, a los reyes de la tierra y a sus ejércitos, reunidos para guerrear contra el que montaba el caballo, y contra su ejército. Y la bestia fue apresada, y con ella el falso profeta que había hecho delante de ella las señales con las cuales había engañado a los que recibieron la marca de la bestia, y habían adorado su imagen. Estos dos fueron lanzados vivos dentro de un lago de fuego que arde con azufre. Y los demás fueron muertos con la espada que salía de la boca del que montaba el caballo, y todas las aves se saciaron de las carnes de ellos.").
El Día del Señor se manifiesta, pero la destrucción de la ciudad viene cerca del fin de este tiempo.
La destrucción de Babilonia ocurre justamente antes de la Batalla de Armagedón. El Apocalipsis lo pone justo antes del retorno de Cristo. Viene bajo la séptima plaga. (Ap. 19:11 al 21; "Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea. Sus ojos eran como llama de fuego, y había en su cabeza muchas diademas; y tenía un nombre escrito que ninguno conocía sino él mismo. Estaba vestido de una ropa teñida en sangre; y su nombre es: EL VERBO DE DIOS. Y los ejércitos celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio, le seguían en caballos blancos. De su boca sale una espada aguda, para herir con ella a las naciones, y él las regirá con vara de hierro; y él pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso. Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES. Y vi a un ángel que estaba en pie en el sol, y clamó a gran voz, diciendo a todas las aves que vuelan en medio del cielo: Venid, y congregaos a la gran cena de Dios, para que comáis carnes de reyes y de capitanes, y carnes de fuertes, carnes de caballos y de sus jinetes, y carnes de todos, libres y esclavos, pequeños y grandes. Y vi a la bestia, a los reyes de la tierra y a sus ejércitos, reunidos para guerrear contra el que montaba el caballo, y contra su ejército. Y la bestia fue apresada, y con ella el falso profeta que había hecho delante de ella las señales con las cuales había engañado a los que recibieron la marca de la bestia, y habían adorado su imagen. Estos dos fueron lanzados vivos dentro de un lago de fuego que arde con azufre. Y los demás fueron muertos con la espada que salía de la boca del que montaba el caballo, y todas las aves se saciaron de las carnes de ellos.").
Los participantes. Las Naciones: (Isa. 13:1-5; "Profecía sobre Babilonia, revelada a Isaías hijo de Amoz. Levantad bandera sobre un alto monte; alzad la voz a ellos, alzad la mano, para que entren por puertas de príncipes. Yo mandé a mis consagrados, asimismo llamé a mis valientes para mi ira, a los que se alegran con mi gloria. Estruendo de multitud en los montes, como de mucho pueblo; estruendo de ruido de reinos, de naciones reunidas; Jehová de los ejércitos pasa revista a las tropas para la batalla. Vienen de lejana tierra, de lo postrero de los cielos, Jehová y los instrumentos de su ira, para destruir toda la tierra.").
La Batalla de Armagedón: Es el momento culminante del Día del Señor. Todo el pueblo de Dios estará presente. Todas las naciones están reunidas de los confines de la tierra; cada nación sobre la tierra estará representada.
Los Santos: Los Santos regresan con Cristo. El orden exacto de los acontecimientos es el siguiente:
(a) La destrucción de Babilonia por obra de un poder terrenal. Esto contrasta con la destrucción producida por las siete plagas.
(b) El retorno de Cristo: Viene mientras las naciones se están concentrando en vísperas de la Batalla de Armagedón, lo que se efectuará en los alrededores de Jerusalén.
(c) El establecimiento del reino: Esto tomará algún tiempo. "La piedra que hirió la imagen creció hasta que cubrió toda la tierra." (Dan. 2:35).
La Causa: A nosotros nos resulta difícil imaginarnos, en días como los actuales cuando por todas partes se aprecia la influencia del cristianismo, la extensión del pecado y de la maldad en que Satanás envolverá el mundo. Aún hoy habría que llegar hasta destruir varias ciudades para erradicar el crimen organizado que se ha establecido en ellas. ¿Qué haría falta para deshacerse de todo paganismo de la India? Los juicios son contra los pecadores, no contra sus víctimas, por más que las víctimas sufran. Debe exterminarse por completo las causas del pecado, y purificarse las consecuencias del mismo. (Isa. 13:11). "Y castigaré al mundo por su maldad, y a los impíos por su iniquidad; y haré que cese la arrogancia de los soberbios, y abatiré la altivez de los fuertes."
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