El Vaso de Honra y el vaso vil





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                                          El Vaso de Honra y el vaso vil

              Autor
                 Teólogo: Cruz Monasterio


                                                 Estudio Bíblico

Tema: El Vaso de Honra y el vaso vil
Texto: Ahora pues, Jehová, tú eres nuestro padre; nosotros barro, y tú el que nos formaste; así que obra de tus manos somos todos nosotros.(Isa. 64:8).
Introducción
La metáfora que Pablo usa en este pasaje nos viene de una  escena totalmente hogareña. No sabemos si en su mente existía la imagen de alguna casa en particular. Es posible que él mismo  se acordara de su propia casa cuando era fariseo. Algunos sostienen que Pablo antes de ser cristiano era una persona pudiente. Como quiera que sea, Pablo describe aquellos utensilios que se usaban en las casas, muchos de ellos revestidos de oro o plata y usados para las ocasiones especiales. Algunos huéspedes distinguidos han comido con semejantes tesoros. Lo cierto es que estos utensilios traían honor a los dueños de la casa. Sin embargo, los vasos de madera y de barro, por ser más humildes, también tienen su utilidad. De hecho estos son los que más usamos en nuestros hogares. Pero al parecer, el apóstol se estaba refiriendo a los recipientes que tienen usos viles, sobre todo aquellos que se usan para los desperdicios, tales como los que retienen basura y  restos de comidas para los animales. Por lo tanto, lo que el autor desea es contrastar los utensilios que sirven para traer honra con los que son para usos deshonrosos. 
“Pero en una casa grande, no solamente hay utensilios de oro y de plata, sino también de madera y de barro; y unos son para usos honrosos, y otros para usos viles.” (2 Tim. 2:20) 
Comentario Teológico. En una “casa grande”, que es una referencia a la iglesia del Señor, existen estos utensilios. De modo que  estas dos categorías de utensilios representan a personas que profesan ser cristianas y que deberían ser instrumentos en las manos de Dios, pero no todas eran aptas para eso. Lo que el apóstol explica aquí es cómo una persona puede ser un instrumento para honra, en lugar de convertirse en uno para usos viles. El oro  siempre representa la pureza y la calidad. Nosotros somos llamados a ser vasos de oro, vasos  puros a quien el Señor pueda usar en su Casa. Pero veamos cuáles son esos vasos que Dios usa.  
División 
La Biblia no clasifica a las estirpes angelicales en ninguno de estos cuatro niveles de vasos.

Pero sí clasifica al hombre en el nivel de barro.Más antes, oh hombre, ¿quién eres tú, para que alterques con Dios? ¿Dirá el vaso de barro al que lo formó?: ¿Por qué me has hecho así?” (Rom. 9:20).

1) Oro

2) Plata

3) Madera

4) Barro

Podemos afirmar que es Dios mismo quién en su voluntad soberana escoge que tipo de vaso hacer, Él es quien escoge el material con que forma sus instrumentos y es Él quien decide dónde servirá cada vaso que ha formado, esto no lo podemos decidir nosotros sino que lo decide Dios.

En el verso 20 dice: que unos son para usos honrosos y otros para usos viles, pero no está diciendo que solo los de oro y plata son para usos honrosos, si leemos detenidamente el verso 21 dice que los que se limpien serán los que ocuparán los lugares honrosos delante de Dios. La expresión; si alguno se limpia de éstas cosas, hace referencia a la iniquidad o al pecado según el verso 19.
“Pero en una casa grande, no solamente hay utensilios de oro y de plata, sino también de madera y de barro; y unos son para usos honrosos, y otros para usos viles.” (2 Tim. 2:20) 
“Así que, si alguno se limpia de estas cosas, será instrumento para honra, santificado, útil al Señor, y dispuesto para toda buena obra.” (2 Tim. 2:21). 
En el verso 22 el apóstol Pablo le da a Timoteo una lista de los frutos del Espíritu por el cual él debe vivir para poder ser visto por los ojos de Dios como vaso para uso honroso; le habla del amor, la justicia, la fe y la paz y algo muy importante; le dice que éstas características las puede él ejercer y alimentar si se rodea de personas que tienen su corazón limpio y por lo tanto anhelan vivir igual.
Notemos que estos textos de Pablo nos hablan de que en la ejecución de los propósitos de Dios hay dos facetas que se realizan dependiendo de dos Desiciones:
1.   La voluntad de Dios que decide de qué tipo de material es el vaso

2.   La voluntad del hombre que decide si será vaso de honra o vaso vil

Notemos que en Cristo, se llevó acabo un desarrollo y un proceso.Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.(Fil. 2:5-8).
Comentario Teológico. Jesús siendo Dios se despojo a sí mismo y tomo forma de hombre, es decir se hizo barro. Fue el uso correcto de su libre albedrío el que lo perfeccionó y lo hizo el vaso de honra por medio del cual la humanidad sería restaurada.
Subdivisión
Al escribir a los judíos, sus compatriotas, el apóstol Pablo usó un ejemplo muy bueno: “Pero me dirás: ¿Por qué, pues, inculpa? porque ¿quién ha resistido a su voluntad? Mas antes, oh hombre, ¿quién eres tú, para que alterques con Dios? ¿Y qué, si Dios, queriendo mostrar su ira y hacer notorio su poder, soportó con mucha paciencia los vasos de ira preparados para destrucción, y para hacer notorias las riquezas de su gloria, las mostró para con los vasos de misericordia que él preparó de antemano para gloria?” (Rom. 9:19-23). Es como si Pablo estuviera diciendo a los judíos: “Dios escogió y separó a un grupo de personas como vasos de misericordia, como Sus vasos. Por eso, no usen su fuerza para ir contra lo que Dios determinó, intentando quebrar esos vasos. Los vasos fueron hechos por Dios y para Dios, el cual deseo, que sean para Su gloria. Ustedes deberían alegrarse por eso, y no tener envidia. Si Dios no los usó a ustedes, sino a otros, eso es asunto de Él. Necesitamos aceptar Su voluntad soberana.”

El Profano Esaú: "Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados; no sea que haya algún fornicario, o profano, como Esaú, que por una sola comida vendió su primogenitura. Porque ya sabéis que aun después, deseando heredar la bendición, fue desechado, y no hubo oportunidad para el arrepentimiento, aunque la procuró con lágrimas." (Heb. 12:15-17).

Comentario Teológico. El autor del libro de los Hebreos nos esta enseñando acerca del peligro de caer en la Apostasía. La apostasía se refiere a conocer intelectualmente la Palabra de Dios, dar la apariencia al menos temporal, de estar de acuerdo con esa verdad,  pero en algún momento volverse de esa verdad. Esaú fue el perfecto ejemplo de esa apostasía. Esaú fue un fornicario, ese fue su carácter. Llevó una vida de desorden en lo sexual. La impureza sexual esta íntimamente relacionada con la apostasía. Esaú fue un profano, osea estaba totalmente ciego a las cosas espirituales, solamente le interesaba las cosas materiales, y eso le condujo a vender su primogenitura por una comida. Cuando se dio cuenta que dejaría de heredar la bendición la procuro con lagrimas, pero no eran lagrimas de arrepentimiento sino de remordimiento porque no le interesaba el aspecto espiritual de la bendición sino solo lo material. Por eso dice el texto que fue desechado y no hubo lugar para el arrepentimiento. Por todo esto, partiendo del hecho que Esaú fue un apostata, porque su carácter lo delata y el Nuevo Testamento lo confirma, Hoy por hoy tiene su parte en el infierno juntamente con todos aquellos que han rechazado la salvación en Cristo Jesús.

El alfarero y el barro: Palabra que vino a Jeremías de parte del Señor, diciendo: Levántate y desciende a la casa del alfarero, y allí te haré oír mis palabras. Entonces descendí a casa del alfarero, y he aquí, estaba allí haciendo un trabajo sobre la rueda. Y la vasija de barro que estaba haciendo se echó a perder en la mano del alfarero; así que volvió a hacer de ella otra vasija, según le pareció mejor al alfarero hacerlaEntonces vino a mí la palabra del Señor, diciendo: ¿No puedo yo hacer con vosotros, casa de Israel, lo mismo que hace este alfarero? declara el Señor. He aquí, como el barro en manos del alfarero, así sois vosotros en mi mano, casa de Israel." (Jer. 18:1-6).

Comentario Teológico. Estos versículos hablan del alfarero que usa el barro para hacer vasos. Un vaso existe para contener algo, pero es el alfarero quien determina si el vaso es para honra o deshonra. Dios desea que seamos vasos para honra, sin embargo hay vasos que son para deshonra.

El hombre fue hecho de barro, por tanto fuimos creados como vasos de barro. (Gen 2:7; Isa. 64:8; Rom. 9:20-24). Éste también se asemeja a los vasos de madera. (2 Ti 2:20; Job 19:10; Mat 3:10). Los vasos de madera son mejores y más útiles que los de barro. La madera indica la naturaleza humana y los vasos hechos de una buena madera representan a las personas de una humanidad elevada.

La plata en la Biblia representa a la obra de redención hecha por el Señor Jesús. (Lev 5:15; 27:3; 1 Ped. 1:18-19). Por la redención de Cristo y por el hecho de que la vida de Dios entró en el hombre, éste se convierte en un vaso de plata. Esta fue nuestra experiencia y debemos valorar el hecho de haber sido comprados por precio. “Porque comprados sois por precio: glorificad pues a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.(1 Cor 6:20), ¡pues quien nos redimió y rescató fue el Señor! ¡Aleluya!

Después de recibir el evangelio de la gracia comenzamos a servir en la iglesia, en donde Dios quiere usarnos y saturar todo nuestro ser con Su vida y naturaleza, para llegar a ser vasos de oro. “Y si sobre este fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca.” (1 Cor 3:12).

Ya hemos recibido la salvación, fuimos redimidos por el Señor y nos convertimos en vasos de plata. Él también nos dio la vida eterna, que es representada por el oro incorruptible. Así como el oro es refinado por el fuego, a medida que negamos nuestra vida del alma, somos purificados y transformados en vasos de oro. “Para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo.” (1 Ped. 1:7).

El apóstol Pablo advirtió a su joven colaborador Timoteo con estas palabras: “Pero el fundamento de Dios está firme, teniendo este sello: Conoce el Señor a los que son suyos; y: Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo” (2 Tim. 2:19). A continuación dice: “Pero en una casa grande, no solamente hay utensilios de oro y de plata, sino también de madera y de barro; y unos son para usos honrosos, y otros para usos viles” (v. 20).

Conclusión 

Un Vaso Limpio

Antes de comenzar tu devocional con Dios hoy, haz una pausa y pídele un corazón abierto.  Pídele a Dios que te hable por medio de su Palabra.

Dios también ama los vasos limpios.  Toda tu apariencia, tus talentos y tus habilidades son inútiles si tu corazón no está limpio. Aquellos que fueron apartados por Dios son vasos de plata, pues fueron redimidos por Él. Sin embargo, el trabajo de Dios en ellos no termina allí, ¡porque aún quiere transformarlos en vasos de oro! Ellos desean crecer y ser más usados por Él, es decir, llegar a ser vasos de oro.

Si usted desea convertirse en un vaso de oro, útil en las manos del Señor, y ser un colaborador del evangelio, necesita pasar por el fuego y ser refinado varias veces hasta que le sea quitado lo que es natural. Pues, aunque en el presente sea afligido por diversas pruebas, usted puede volverse al Señor, ser iluminado, arrepentirse y ser purificado. Si procede así, será un “instrumento para honra, santificado, útil al Señor, y dispuesto para toda buena obra.” (2 Tim. 2:21). ¡Aleluya! Este vaso puede ser usado por Dios.

¿Para qué, queda listo un vaso limpio? Queda en primer lugar como un instrumento adecuado por medio del cual fluye la honra, la santidad y la utilidad al Señor. Su condición de limpieza lo deja apto para hacer cualquier cosa en esa Casa grande, que es la iglesia del Señor. Pero, ¿sabe por qué muchos cristianos no siempre están dispuestos? Porque su vaso no ha sido limpiado. Es un hecho que cuando en la vida cristiana hay impurezas, pecados que todavía dominan el carácter, en ese creyente  hace falta disposición para “toda buena obra”. ¿Cuál será, entonces, nuestra decisión hoy? ¿Qué clase de vaso seremos?  

Isaías cap. 52 verso 11 nos dice: “Apartaos, apartaos, salid de ahí, no toquéis cosa inmunda; salid de en medio de ella; purificaos los que lleváis los utensilios de Jehová.” Hagamos que nuestros vasos sean para usos honrosos. Permitamos al Espíritu Santo que haga de nuestros cuerpos verdaderos vasos que honren al Señor. 


Deberes cristianos.Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.” (Rom. 12:1-2).