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Estudio Bíblico
Los Dones Espirituales
Autor
Teólogo: Cruz Monasterio
Estudio
Bíblico
Tema: Los Dones Espirituales
Texto: “No quiero hermanos, que ignoréis acerca de
los dones espirituales”. (1 Cor. 12:1).
Introducción
En este capítulo el apóstol Pablo, trata la cuestión
de los dones espirituales, {Pneumatika} que significa con más exactitud:
Espirituales, refiriéndose a las manifestaciones en el reino del Espíritu, en
contraste con dones de carácter puramente natural. Esos Espirituales incluyen
tanto las operaciones del Espíritu Santo como las de otros espíritus, y se
trata de un término genérico.
El apóstol Pablo al
introducir este tema, les recuerda a los Corintios, su antigua condición
idolatra, y a la luz del cap. 10 verso 20. Parece indicar que los Corintios
habían sido esclavos de falsos espíritus *demonios* (“Y como erais llevados”),
y les advierte de la posibilidad de la intrusión de estos espíritus con
revelaciones falsas. Así como el testimonio acerca de Cristo ha sido confirmado
en vosotros… de tal manera que nada os falta en ningún Don, esperando la
manifestación de nuestro Señor Jesucristo. (1 Cor. 1:5-6).
El Origen de los dones espirituales (Carismata): Que significa: Revestimientos Divinamente conferidos.
Todo miembro del cuerpo de Cristo que posee un revestimiento del Espíritu Santo, lo ha recibido para su propia edificación y para la edificación de los demás. “Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho”. (1 Cor. 12: 7).
El Origen de los dones espirituales (Carismata): Que significa: Revestimientos Divinamente conferidos.
Los dones espirituales
son dados a través del Padre, y se confieren por intermedio de Jesucristo; el
hijo, quien es el administrador. Y el Espíritu Santo quien es el distribuidor.
“Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el espíritu es el mismo… Y hay
diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el
mismo”. (1 Cor. 12: 4 y 6).
Todo miembro del cuerpo de Cristo que posee un revestimiento del Espíritu Santo, lo ha recibido para su propia edificación y para la edificación de los demás. “Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho”. (1 Cor. 12: 7).
División
Hablemos ahora de los
Dones espirituales:
En lo que respecta a
su naturaleza, existen nueve, dones a saber: Palabra de Sabiduría, Palabra de
Ciencia. *Note: Que no se refiere a sabiduría o ciencia en general, sino que
están determinadas por el sustantivo de la palabra*, Fe, Dones de Sanidades en “Plural”,
Operaciones de Milagros, Profecía, Discernimientos de espíritus, Géneros de
Lenguas, Interpretación de Lenguas.
Es evidente que ya,
que todas estas son operaciones en el reino del Espíritu, ya que son
revestimientos o dones del Espíritu Santo, tienen que ser, por necesidad sobrenaturales. Se han escrito volúmenes sobre el tema de los dones espirituales, de
manera que la consideración de estos, en un curso de esta clase, debe por
necesidad ser breve.
La palabra de
Sabiduría y la palabra de Ciencia: Cambiaremos el orden Bíblico de estos dos
dones en lo que a consideración respecta, por razones de relación. Debemos
distinguir, primero que todo, entre el significado básico de ciencia y
sabiduría.
Ciencia en lo abstracto: Es todo lo que la mente percibe procedente de cualquier fuente de conocimientos y por intermedio de cualquier proceso; el conjunto de hechos, verdades o principios adquiridos o retenidos por la mente.
Sabiduría: Es el poder
mental que nos permite aprovechar el material que nos proporciona la ciencia.
La palabra sabiduría involucra más que
ciencia en el sentido que manifiesta, propósito, plan y designio.
La palabra Ciencia:
Debemos saber que este Don del Espíritu es sobrenatural y es llamado “La
palabra de Ciencia,” de manera que es más que conocimientos adquiridos por el
estudio o la consagración.
El término palabra tiene una amplitud y significado tales que quizás sea difícil de restringir su importancia en la expresión “Palabra de Ciencia.”
Haciendo un resumen, este Don involucra la {revelación sobrenatural del Espíritu Santo} de ciertos hechos en la mente de Dios, es un fragmento de la totalidad de la Ciencia Divina.
El término palabra tiene una amplitud y significado tales que quizás sea difícil de restringir su importancia en la expresión “Palabra de Ciencia.”
Haciendo un resumen, este Don involucra la {revelación sobrenatural del Espíritu Santo} de ciertos hechos en la mente de Dios, es un fragmento de la totalidad de la Ciencia Divina.
Podemos mencionar varios
ejemplos Bíblicos con respecto al empleo de este Don.
Para advertir a un rey
de un plan de destrucción del enemigo. (2 Rey. 6:9-12).
Para iluminar y alentar a un desalentado siervo del Señor. (1 Rey. 19:14-18).
Para desenmascarar a un hipócrita. (2 Rey. 5:20-27).
Para iluminar y alentar a un desalentado siervo del Señor. (1 Rey. 19:14-18).
Para desenmascarar a un hipócrita. (2 Rey. 5:20-27).
Para señalar a un
hombre necesitado. (Hec. 9:11).
Para descubrir a un
hombre escondido. (1 Sam. 10:22).
Los Teólogos
consideran que el don de palabra de ciencia se manifiesta primordialmente en el
ministerio del Maestro en la iglesia, y no se expresa solamente a través de los
poderes naturales de análisis, lógica y exposición, sino que constituye una
manifestación del Espíritu Santo, quien por la iluminación divina, revela la
ciencia divina. Pero esto no es meramente la habilidad de pronunciar un discurso,
mediante la predicación o enseñanza de las Escrituras.
La Palabra de Sabiduría:
No constituye un grado elevado de eficiencia moral o intelectual, ni tampoco
una profunda percepción espiritual, ni una extraordinaria comprensión de las
partes más místicas de la palabra de Dios, ni tampoco de la sabiduría o
prudencia administrativa. Se trata de “la revelación sobrenatural por el
Espíritu, de un propósito divino;” la declaración sobrenatural de la mente y
voluntad de Dios; la revelación de sus planes y propósitos concernientes a
cosas, lugares y pueblos, es decir, individuos, comunidades y naciones. Y
puesto que este propósito divino es expresado a los hombres en la revelación de
las relaciones tal como ellas existirán en el futuro, el propósito también debe
ser expresado en la promulgación de esos mandamientos divinos e instrucciones
que contribuyen al desarrollo de esas relaciones futuras.”
“Por la palabra de
Ciencia el apóstol Juan en la isla de Patmos supo la condición *presente* de
las siete iglesia; por la palabra de Sabiduría estuvo en condiciones de
proporcionar la mente, voluntad y mandamientos de Dios en el (Futuro).”
Comentario Teológico
Bíblico: Me llama poderosamente la atención dos incidentes en el ministerio de
nuestro Señor Jesucristo, que ilustran una manifestación presente de dicho don,
es decir, el incidente relacionado con la pregunta de los príncipes de los
sacerdotes con respecto al bautismo de Juan. (Mat. 21:24 al 27). Nuevamente, la
famosa respuesta de Cristo a la pregunta sutil relacionada con el pago del
tributo a César. (Mat. 22: 15 al 22).
Note las respuestas de
estos dos incidentes, llenas de sabiduría que dejaron completamente confundidos
a los escribas y fariseos.
Con respecto a los
eventos durante los cuales la palabra de sabiduría fue ejercida en lo referente
a acontecimientos futuros, notemos lo siguiente:
a) La palabra de Dios
a Noé, para prevenirlo acerca del Diluvio, y guiarle con respecto al juicio
futuro y al peligro. (Gen. 6:13-22).
b) Su palabra se manifestó a José: relativa a sus planes en ejecución de los cuales él tenía el propósito de usarlo. (Gen. 41:16 y 28-41).
c) En la palabra podemos encontrar otros incidentes no menos extraordinarios, especialmente en la vida de Moisés y otros. (Exo. 3:1-12; Pablo. Hec. 9: 1-16; 26:16; Pedro. Hec. 10: 9-16).
El Don de Fe: Es una
manifestación sobrenatural del Espíritu, el cual difiere de otras formas de fe.
No es aquella fe por la cual se recibe la salvación en Cristo, sino que es “Una
profunda confianza en la divina omnipotencia, o en el poder de Cristo, de que
esa fe puede manifestarse en hechos extraordinarios, o de que puede
proporcionar y asegurar ayuda de carácter sobrenatural.”
Es distinta de la fe
que es el fruto del Espíritu y también distinta de la podríamos denominar fe
general, y que en cierto grado, todos los creyentes poseen.
“El Don de Fe es
un revestimiento sobrenatural del
Espíritu, por el cual aquello que es expresado o deseado por el hombre, o
hablado por Dios, ocurrirá finalmente.
Quizá la distinción entre el don de milagros y el don de fe en las vidas de varias personalidades del Antiguo Testamento nos ayude a apropiarnos del significado del don de fe. Por el don de milagros, Sansón dio muerte al león pero por el don de fe. Daniel penetro con confianza en la cueva de los leones, y fue testigo de que sus bocas fueron cerradas. Por el don de milagros, Elías trajo fuego del cielo, pero mucho mayor fue la manifestación del don de fe cuando los tres jóvenes Hebreos caminaron en el horno de fuego. (Heb. 11:33-34).
Dones de Sanidades: Es
errónea la idea muy común de que este don implica poder ilimitado para liberar
a cualquier persona de toda clase de enfermedad. Se podría inferir esto si el
creyente lleno del Espíritu Santo poseyera el don de sanidad, pero no es así,
pues este revestimiento solo comprende los “dones de sanidades,” nosotros
creemos que esto significa que Dios imparte a ciertos individuos revestimientos
extraordinarios de ministerios de sanidad, según su voluntad soberana.
No creemos que individuo alguno tenga un don, que independiente de la soberanía divina o de las condiciones de la persona enferma, Etc. Produzca inevitablemente la sanidad. Esto podría explicar porque algunas personas, que fueron extraordinariamente usadas en algunos casos, fracasaron señaladamente en otros.
Este “Don”, o dones,
para la sanidad sobrenatural de enfermedades y dolencias y sin medios
naturales. Es de particular efectividad en el campo de la evangelización, para
preparar los corazones para la recepción del evangelio. (Hec. 8:6-7; 28:8-10).
El ejemplo preeminente en el ejercicio de este don es nuestro Señor Jesucristo mismo. (Hec. 10:38).
Operaciones de
Milagros: Las palabras en idioma Griego “Energemata Dunameon,” son interesantes.
El creyente notará inmediatamente que de raíces etimológicas extraemos las
páginas “energía y dinamita.” Las operaciones de milagros es la liberación de
la energía divina con el objeto de producir cambios poderosos en el orden
natural o aceptado. Un milagro constituye la suspensión o alteración de las
leyes naturales, tal como nosotros las percibimos o comprendemos, mediante un
poder sobrenatural.
Este despliegue del poder de Dios es a menudo
para manifestar el poder de su existencia y presencia, pero puede ser ejercido
para propósitos benevolentes como la provisión de aceite para pagar la deuda de la viuda. (2
Rey.4:17). Y en la resurrección de los muertos por nuestro Señor. Naturalmente,
cualquier despliegue del poder de Dios es aumentar su propia gloria.
Note: Por ejemplo, en
otros pasajes de las Escrituras, el despliegue de poder milagroso por el
omnipotente, en la realización de sus propósitos: El pasaje del mar rojo. (Exo.
14:13).
La prolongación del día, hasta que los enemigos de Israel fueron derrotados. (Jos. 10:12-14). El agua que brotó de la roca en el desierto. (Exo. 17:5-7). La resurrección de Eutico el dormilón. (Hec. 20:8-10). Los milagros especiales de manos del apóstol Pablo. (Hec. 19:11-12). Y muchos otros milagros que las Escrituras registran.
El Don de Profecía:
Cuando pensamos en la profecía, nuestras mentes naturalmente abarcan a los
hombres de las Sagradas Escrituras, quienes predijeron el futuro mediante
extraordinarias visiones, tales como Isaías, Jeremías, Ezequiel, Daniel. Eran en
realidad, profetas en ese verdadero sentido, pero también lo eran en el sentido
de que eran las “voces” de Dios para dar a conocer el mensaje a su pueblo, para
el día y la época en que vivía el profeta.
La palabra Profecía
significa “Hablar” o “Fluir.” Los profetas del Antiguo Testamento no solamente
predecían el futuro, sino que eran la expresión del mensaje de Dios. Pero la
función de predecir el futuro, aunque presente en cierta medida en el Nuevo
Testamento, por ejemplo, en los casos de Silas, Judas y Agabo, no es
básicamente inherente al “don de profecía.” El ejercicio de este don estaba a
disposición de todos. (1 Cor. 14:24). Y sus alcances están definidos en (1 Cor.
14:3). “Edificación, Exhortación y Consolación.” La necesidad de la profecía,
en el sentido de predecir, ha sido cumplida en la completa revelación divina:
El Canon de las Escrituras, la Biblia. Pero el Señor ha proporcionado a su
pueblo de este periodo Bíblico el benigno ministerio del Espíritu en ese ambiente cálido, fervoroso y radiante de la expresión inspirada, para bendición y elevación de su pueblo. la profecía no es necesariamente predicación "Por medio de la inspiracion divina, puede en ocasiones elevarse hasta el sereno plano de la profecía, donde toda palabra es enriquecida con el soplo del Espíritu Santo impelida con la energía veloz y la luz penetrante del Espíritu.
Las palabras
expresadas por la revelación y el impulso del espíritu Santo, revelaban las
profundidades del corazón humano y del consejo divino, y de esta manera tenían
extraordinaria efectividad para iluminación, exhortación y consolación de los
creyentes y la salvación de los incrédulos.
El Don de
Discernimiento de espíritus: Consideremos este don, en primer lugar, en forma
negativa, para que luego podamos considerarlo en forma positiva. La iglesia es
advertida con amplitud en las Escrituras de que será asediada por Satanás,
enemigo implacable y maligno quien opera a veces por intermedio de hombres
malvados y otras directamente por los poderes demoníacos. Pablo habla de
“doctrinas de demonios,” “espíritus de error” (1 Tim. 4:1). El Señor liberó a
aquellos que estaban poseídos de “espíritus sordos” y de “espíritus ciegos”
(Mat. 12:22). De espíritus de enfermedad” (Luc. 13:11-16). El Don de
Discernimientos de espíritus descubrir la presencia de esos espíritus malignos
citados en el párrafo anterior. Este don constituye el sentido espiritual del
olfato, por así decirlo, de la iglesia, su defensa contra la intrusión de tales
poderes malignos. Unido con “los dones de sanidades,” y las “operaciones de
milagros,” proporciona el poder para librarse de los poderes malignos ya
mencionados y de liberar a aquellos que están atados por esos poderes.
La palabra “discernir”
(en Griego “diakrisis,” “discernimiento” significa “juzgar de una parte a
otra,” es decir la facultad de penetrar la capa exterior, desenmascarar y
alcanzar la fuerza motivadora y animadora de poder. Se trata de un atributo
divino, que califica al Señor Jehová para ser el jefe soberano y el juez del
universo. (1 Cor. 28:9; Sal. 139; Jer. 17:10), Etc. El Señor aparentemente ha
creído conveniente conferir cierta medida de este poder a su iglesia.
Además de hacer posible, por medio del descubrimiento de la presencia de espíritus malos, el poder liberarse de ellos, este don es empleado.
a) para descubrir a un siervo de Satanás. (Hec. 13:9-10). Aquí este mal espíritu que impulsaba los actos de “este hijo del diablo,” fue descubierto y de esa manera, fue quitado un poderoso obstáculo para la recepción del evangelio.
b) Para obstaculizar los planes del enemigo y para traer liberación a una poseída del demonio. (Hec. 16:16). Para exponer el error. (1 Tim. 4:1-2).
c) Para desenmascarar a los obradores de milagros.
Sin duda los últimos días se caracterizaran por un poderoso resurgimiento de “los espíritus de los demonios, que hacen señales” (Ap. 16:14). Y por la operación de Satanás “con gran potencia, y señales y milagros mentirosos.” (2 Tes. 2:9). Esos poderes se intensifican en los días del Anticristo, aunque aún en la actualidad se está produciendo aparentemente una concentración de esos poderes malignos.
Nos podemos armar contra ellos mediante la puesta en funcionamiento de los dones espirituales.
Géneros de Lenguas, e
interpretación de Lenguas: La primera es la habilidad de expresarse en forma
sobrenatural por el Espíritu Santo en idiomas nunca aprendidos por el que
habla, nunca entendido por la mente del que habla y frecuentemente no entendidos
por el oyente. En lo que respecta a los oyentes, hay excepciones, sin embargo,
porque como señal, el Espíritu Santo habla en un idioma entendido por alguien presente. Ni
la habilidad lingüística ni el
intelecto del hombre tiene nada que ver con estos dones espirituales. ¿Cuál es el propósito de hablar
en lenguas?
1) Cuando
el creyente es lleno del Espíritu Santo, el hablar en lenguas proporciona la
evidencia de dicho bautismo. (Hec. 2:4; 10:46; 19:6; 8:17-19). En este último
pasaje la evidencia es claramente insinuada.
2) Para que el creyente pueda ser provisto de un medio a través del cual pueda hablar a Dios, para derramar, como lo dijo alguien, “las inexpresables e impetuosas corrientes del alma.” (1 Cor. 13:2).
3) Para que los creyentes magnifiquen a Dios. (Hec. 10:46). Magnificar quiere decir hacer grande. Solo en el lenguaje sobrenatural podemos encontrar la capacidad adecuada para expresar aquello que es realmente inexpresable en nuestra adoración a Dios.
4) Para que nos edifiquemos unos a otros. (1 Cor. 14:4). Edificar quiere decir construir, como por ejemplo, erigir un edificio hasta su terminación, “colocando capa tras capa de substancia espiritual en el santuario, para su habitación.”
5) Para que junto con el don de interpretación, las asambleas de los santos de Dios sean edificadas, (1 Cor. 14:5 y 12-13). Por medio de los dones de expresión vocal, la presencia del Señor puede ser experimentada en medio de su pueblo de una manera maravillosa.
2) Para que el creyente pueda ser provisto de un medio a través del cual pueda hablar a Dios, para derramar, como lo dijo alguien, “las inexpresables e impetuosas corrientes del alma.” (1 Cor. 13:2).
3) Para que los creyentes magnifiquen a Dios. (Hec. 10:46). Magnificar quiere decir hacer grande. Solo en el lenguaje sobrenatural podemos encontrar la capacidad adecuada para expresar aquello que es realmente inexpresable en nuestra adoración a Dios.
4) Para que nos edifiquemos unos a otros. (1 Cor. 14:4). Edificar quiere decir construir, como por ejemplo, erigir un edificio hasta su terminación, “colocando capa tras capa de substancia espiritual en el santuario, para su habitación.”
5) Para que junto con el don de interpretación, las asambleas de los santos de Dios sean edificadas, (1 Cor. 14:5 y 12-13). Por medio de los dones de expresión vocal, la presencia del Señor puede ser experimentada en medio de su pueblo de una manera maravillosa.
La interpretación de lenguas es la revelación
sobrenatural del Espíritu, del significado de una expresión en lenguas. Esta
interpretación no constituye una operación de la mente del intérprete, sino la
mente del Espíritu de Dios. El intérprete nunca entiende el idioma que está
interpretando y no corresponde a su tarea el proporcionar términos equivalentes
en su propio idioma, para las palabras sobrenaturales habladas. Son palabras
desconocidas: de tal manera, que no se las puede distinguir en las frases de
las cuales forman parte. La interpretación es un milagro tan grande como el hablar
en lenguas. Ambas son expresiones igualmente directas de la mente del Espíritu
de Dios.
Conclusión
Todo Don espiritual,
entonces debe ser reconocido como esencial para el ministerio completo del
Espíritu Santo, por intermedio de la iglesia local o asamblea. “Vosotros, pues,
sois el cuerpo de Cristo y miembros cada uno en particular.” (1 Cor. 12:27).
En la misma naturaleza
del caso, entonces, hay diversidades (distinciones) de dones, por el mismo Espíritu.
Y existen también diferencias de administraciones, (muchos cargos y funciones),
por el mismo Espíritu. Y hay diversidad de operaciones, (despliegues de energía
divina), por el mismo Espíritu que opera todo en todo.
“Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo.” (1 Cor. 12:12).
“Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo.” (1 Cor. 12:12).
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