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Estudio Bíblico
Las Arras del Espíritu
Autor
Teólogo: Cruz Monasterio
Tema: Las Arras del Espíritu
Texto: "El cual también nos ha Sellado, y nos ha dado las Arras del Espíritu en nuestros corazones." (2 Cor. 1:22).
Introducción
El Espíritu Santo como el "Paracleto, Parakletos, Paracletus": Ha sido llamado para estar al lado del creyente; para que sea nuestro Abogado, Intercesor, Consolador, y las Arras.
¿Que significa la palabra Arras?: Lo que se da en prenda o en señal de contrato; una señal de lo que vendrá después.” El Espíritu Santo es nuestras arras.
Es un objeto o suma de dinero que el comprador entrega al vendedor en el momento de hacer un contrato, para asegurar una ejecución.
Las Arras tienen un valor Jurídico: Son una señal externa de consentimiento prestado y una garantía de ejecución del contrato.
Las Arras se usaron en Israel desde los más remotos tiempos: El hijo mayor de Jacob, Judá le prometió a su nuera "Tamar," (sin saber que era su nuera), un cabrito si le permitía llegarse a ella. Tamar accedió a condición que le diera una [prenda], Judá le entregó a título de Arras de garantía, su Sello, el Cordón que lo sostenía y el Bastón. (Gen. 38:17-20).
El Valor probativo del Sello: Que entregó Judá es evidente y empeñó la palabra del dador más que cualquier otro objetivo.
División
En el Nuevo Testamento, el apóstol Pablo: Había hablado tres veces de las [Arras del Espíritu]. "Mas el que nos hizo para esto mismo es Dios, quien nos ha dado las Arras del Espíritu." (2 Cor. 5:5). "Que las Arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para la alabanza de su gloria." (Efe. 1:14).
El apóstol recuerda la fidelidad de Dios en cumplir todas sus promesas, y luego añade que en prueba de que cumplirá su promesa, nos ha dado el Espíritu a modo de Arras.
El Espíritu Santo es la garantía de que el creyente tiene la salvación, de que ya posee la herencia del reino de Dios, y sus dones y carismas son clarisima evidencia de que esta herencia empieza a dar sus frutos.
Las Arras del Espíritu son una "Prenda del cumplimiento de las promesas Divinas."
Él es el encargado por el Padre y el Hijo: De Edificar, Instruir, (Enseñar), Guiar, Redargüir, Corregir, y Santificar a la Novia del Cordero y presentársela sin mancha y sin arruga en las Bodas del Cordero.
El representa simbólicamente los Anillos de los Contrayentes. El nos anhela Celosamente e intercede por nosotros con gemidos indecibles. "Y de igual modo el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos." (Hec. 8: 26-27).
"¿O pensais que la Escritura dice en vano: El Espíritu que él ha hecho morar en nosotros nos anhela celosamente?" (Stg. 4:5).
Conclusión
El Espíritu Santo es el valor probativo de la promesa hecha por el Señor Jesucristo en el Evangelio según San Juan cap. 16 versos 13 al 15. "Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda verdad, porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber todas las cosas que habrán de venir. El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber. todo lo que tiene el Padre es mío; por eso dije que tomará de lo mío, y os lo hará saber."
Con respecto al Género Humano: El Señor nos recalca en el Evangelio según San Juan cap. 16 versos 7 al 11. "Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré. Y cuando el venga, convencerá al mundo de pecado, de Justicia y de Juicio. De Pecado, por cuanto no creen en mí; de justicia porque voy al Padre, y no me veréis más; y de juicio, por cuanto el principe de este mundo ha sido ya juzgado."
Él es las Arras prometida por el Padre y el Hijo: Para consolidar la redención de la Raza Humana y toda la creación: La cual ha sido subyugada y esclavizada por Satanás, el principe de este mundo a consecuencia de la caida del hombre en pecado.
Pero ahora viene la consumación, la evicción del pecado y la expulsión de Satanás y sus secuaces de la tierra: Entonces el que esta encargado como "Arras," volvera hacer lo que hizo allá en Génesis 1 verso 2. "Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.
Se cumplirá entonces la promesa del Padre y del Hijo de una tierra nueva y un cielo nuevo allá en el libro de Apocalipsis cap. 21 verso 1 . "Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más."
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