La Septuagésima semana de Daniel






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                                              La Septuagésima Semana de Daniel



                  Autor
                 Teólogo: Cruz Monasterio

                                                                   


                                                          Estudio Biblico




Tema: La Septuagésima semana de Daniel

Texto: "Sabe, pues, y entiende, que desde la salida de la orden para restaurar y edificar Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas; se volverá a edificar la plaza y el muro en tiempos angustiosos." (Dan. 9:25).

Introducción

En los tiempos del Cautiverio Babilónico: La Nación de Israel estaba dividido en dos reinos; el reino del Norte, de las diez tribus, llamado a veces Israel y a veces Efraín, porque la tribu de Efraín era la mayor de las diez tribus; y el reino del Sur, con dos tribus, Judá y Benjamín, la llamada Judá, es el origen de la palabra Judio.

El primer reino en ser llevado cautivo fue Israel reino del Norte (Diez Tribus): Los Israelitas fueron llevados cautivos y esparcidos por todo el imperio Asirio y nunca regresaron. Más tarde los Judíos fueron llevados al imperio Babilónico como cautivos, de donde setenta años después se les permitió regresar a Palestina. Algunos de ellos aprovecharon la oportunidad que se les brindaba, pero no todos. Muchos se quedaron en Babilonia.

En el año 70 D.C., unos cuarenta años después de la crucifixión de Cristo: Todos los Judíos de Palestina fueron esparcidos sobre toda la superficie de la tierra, al igual que las diez tribus. En la dispersión perdieron sus características tribales, para fusionarse en una sola nación, tal cual dijo Ezequiel que sucedería. (Eze. 37:15-22). Ahora se les conoce a todos como Judíos o Israelíes.

La distinción que se hizo entre los judíos e Israelitas: Fue durante el tiempo en que el reino estaba dividido. Los profetas no siempre distinguen entre las dos naciones. Hablaban sobre toda la casa de Israel, significando con ello las doce tribus. En la actualidad no hay diferencia alguna. Ya se ha cumplido la profecía de Ezequiel. No hay tal cosa como las diez tribus que están dispersas.

División

Debido a que en los días de Ezequiel la nación estaba dividida en dos partes [algunos en Palestina y otros dispersos], es que hubo dos líneas de profecía, una para cada grupo. (La profecía de Ezequiel sobre los 2.520 años desecha la idea del retorno después del exilio, y se ocupa del resto de la nación que estaba esparcida).

Por otra parte a Daniel se le hizo saber lo referente al futuro de los que retornaron. Aquí están comprendidos los 490 años. Es lo que se conoce como las 70 semanas. En la lengua Hebrea no hay una palabra que signifique siete años. El lenguaje Castellano tiene la palabra Septenio, también década para diez años y Centuria para 100 años. Pero el Hebreo tiene que recurrir al uso de la palabra Semana para referirse a un Periodo de siete años. Por lo tanto, encontramos que el texto original dice setenta sietes, que significa    setenta veces siete, o sea 7*70= 490 años.

"Setenta Semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu Santa Ciudad, para terminar la prevaricación, y poner fin al pecado, y expiar la iniquidad para traer la justicia perdurable, y sellar la visión profética, y Ungir al Santo de los santos. (Dan. 9:24).

Para llegar a todo esto, 70 semanas de años (490 años) son determinadas. Un estudio de esta profecía indica que las 70 semanas llegarán hasta la segunda venida de Cristo. Por supuesto es obvio, si tomamos en cuenta casi 2.000 años desde el nacimiento de Cristo, que esta profecía debe referirse a un periodo mucho mayor que 490 años. por lo tanto, la profecía no se puede interpretar si se toman los 490 años en forma corrida, sin interrupción. Pero si en este periodo consideramos a la Dispensación de la Gracia como encerrada entre Paréntesis, podemos llegar a exactamente 490 años hasta los acontecimientos que ocurran a la venida de Cristo en gloria.

División de las 70 Semanas

Entendamos la explicación que le da el ángel Gabriel a Daniel, ella es la interpretación: Sabe pues, y entiende, que desde la salida de la orden para restaurar y edificar Jeusalén hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas, y sesenta y dos (62) semanas; se volverá a edificar la plaza y el muro en tiempos angustiosos. (Dan. 9:25).

Acto seguido el ángel procede a dividir las setenta semanas en tres periodos más pequeños, e indica lo que cada uno de ellos representa. Desde la salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén... se volverá a edificar la plaza y el muro. Los 490 años deben contarse a partir de la "salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén." Pero el decreto del rey Ciro no especificaba la reconstrucción de la ciudad, sino que declaraba simplemente que "Jehová el Dios de los cielos me ha mandado que le edifique casa en Jerusalén." Esdras cap. 1 verso 2. 

Cuando Esdras y sus compañeros salieron de Babilonia y llegaron a Jerusalén en el año Séptimo; año del rey Artajerjes, no había aparecido todavía ninguna disposición que ordenara reconstruir los muros de Jerusalén. (Esto fue alrededor del año 458 a. C.). Pero en el año veinte del reinado de Artajerjes se dio una autorización para que Nehemías reedificara el muro de Jerusalén. Esto nos lleva a más o menos el año 445 a. C. Existe la posibilidad de que ninguna de éstas sea la orden a que se refiere el ángel, sino alguna otra orden que hubiera dado Dios y que no tengamos registrada. Estas fechas sirven solamente para mostrar el tiempo en general.

Siete semanas, y sesenta y dos (62) semanas. Sesenta y Nueve (69) Semanas de años (483 años) a contar desde el año 458 a.C., Nos llevan al año 38 d.C. Nadie puede ignorar el hecho de que estas fechas nos llevan muy cerca de la fecha más sagrada de toda la historia, la de la crucifixión de nuestro Señor. 

El fin del siglo: Y después de las sesenta y dos (62), semanas se quitará la vida al Mesías, mas no por si; y el pueblo de un príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario; (Anticristo). "Y su fin será con inundación, y hasta el fin de la guerra durarán las devastaciones." (Dan 9:26).

El profeta Daniel divide los 490 años en tres partes, a saber: 7*7= semanas (49 años); 62 semanas *7= (434 años);  Esta es la Septuagésima Semana que anunció Daniel. Una semana literal y a la vez también es Escatologica, o sea que esta en el futuro. (7 años),  dividida "a la mitad." (Dan. 9:27). Las calles y el muro estarían construidos de nuevo en siete semanas. (Registrado en Nehemías cap. 2 verso 6). 

Sesenta y dos semanas más nos llevarán al momento en que "Se quitará la vida al Mesías." La crucifixión era un castigo romano desconocido por los judíos de la época de Daniel. En el Antiguo Testamento hay una alusión a ella, en el Salmo 22. Tanto el rechazo del Mesías como hecho de que se le "Quitará la vida," nos llevan al final de las 69 semanas (7 semanas + 62 semanas).

La importancia de la Última Semana: Es la última división de los 490 años que tenemos, es de una "semana" (o sea 7 años). Los acontecimientos de esta semana, o sea la Septuagésima Semana de Daniel, no sucedieron inmediatamente después de la crucifixión del Señor Jesús. 

Entre la semana Sexagésima Novena (69) y la Septuagésima de Daniel, o sea la última Semana de 7 años. Está la Dispensación de la Gracia. Donde han transcurrido ya 2.017 años, o sea más de Dos Días de Dios. La nación Judía, fue distraída y empezó una nueva dispensación dominada por la Iglesia Gentil, porque "ha acontecido a Israel endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles" (Rom. 11:25).

La Septuagésima Semana de Daniel: Entonces corresponde a los siete últimos años del retorno glorioso de Cristo. (En el Apocalipsis corresponde a las últimas siete plagas, Apocalipsis capítulos 15 y 16).Tanto el versículo 26 de Daniel cap. 9 como el versículo que sigue (27), resultan más dificultosos para entender por lo oscuro de su texto, lo que impide obtener una buena traducción. Todas las versiones difieren, pero sin embargo, el sentido está claro. 

Se le quitará la vida al Mesías, mas no por si, quiere decir, probablemente, que Él tuvo que afrontar solo la hora de la prueba. (A este punto saltamos al fin del siglo). 

Subdivisión

El príncipe que ha de venir es ciertamente el Anticristo, Porque Jesús se refirió a este pasaje y lo aplicó al fin del siglo. (Mat. 24:15). 

La destrucción de la ciudad y del santuario, nos lleva al preciso momento de la venida de Cristo. Y el fin de todo esto será una inundación: Se entiende que no se tratará de una inundación real, sino más bien de una gran invasión de orden militar. Pero también habrá una inundación, puesto que habrá un terremoto de enorme magnitud que dividirá el Monte de los Olivos en dos partes, dando lugar a la formación de un valle muy grande. Esto abrirá un río subterráneo que surgirá de Jerusalén en dos direcciones e inundará mucha tierra. (Zac. 14:8; Eze. 47: 1-5).
"Y por otra semana confirmará el pacto con muchos. (Dan. 9:27).

Confirmará el pacto: Se traduce a veces concertará con muchos una firme alianza. "El pacto," es indudablemente, el pacto de Dios con Israel concerniente a la tierra. Es éste el pacto que confirma el Anticristo, buscando con ello asumir la posición que a Dios le corresponde como protector de los Judíos.

Con muchos: El Anticristo confirma el pacto de Dios, no con todos los judíos, ni con Israel como nación, sino con "muchos." No se nos dice en qué medida participa la nación en esto. no se dice que Israel como nación aceptará oficialmente las proposiciones del Anticristo. Los muchos puede referirse tal vez a los dirigentes y gobernantes. Ellos, los muchos, son los únicos responsables; pero por su deslealtad hacia Dios toda la nación sufre las consecuencias. 

Cualquiera que sea el resultado de un "Tratado o Pacto" con el Anticristo, los beneficios son de poca duración, porque a la mitad de la "semana" Israel sentirá los efectos de la mano de hierro del Anticristo.

3 1/2 Años de Tribulación para Israel

"A la mitad de la semana hará (el Anticristo), cesar el sacrificio y la ofrenda. Después con la muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolador. (Dan. 9:27). De acuerdo con esto, la septuagésima Semana, o sea los siete años, quedarán divididos "en la mitad;" es decir, en dos mitades de alrededor de tres y medio años cada uno. (Se enfatiza en la Palabra este evento).

La última mitad de la Septuagésima Semana es el "tiempo de angustia para Jacob." (Jer. 30:7). Para entonces el Anticristo se habrá infiltrado al punto de tenerlo casi todo bajo control. No hubiera sido posible esa infiltración si no le hubiera permitido "confirmar el pacto." Dios no le impedirá al Anticristo su ingreso en Palestina; en cambio, Dios se valdrá de la angustia de Jacob para llevar adelante Su propósito, a saber la liberación de Israel: Pero de ella será librado" (Jer. 30:7).

La angustia para Jacob será al igual que la tribulación para los santos. Tendrán ambos igual duración (tres años y medio).

Pero estos dos eventos no se realizarán simultáneamente, puesto que cuando empiece la tribulación para Israel, terminará según el Apocalipsis cap. 7 la tribulación de los santos. Las dos tribulaciones tienen el mismo objetivo: Hacer que la gente acuda a Dios por medio de Cristo. En cuanto a los métodos que se emplearán en las tribulaciones, serán las que correspondan a las condiciones peculiares del momento. En ambos casos habrá tribulación con el acompañamiento de mensajeros celestiales. Pero en el caso de Israel, los resultados serán diferentes. En la actualidad, el evangelio es aceptado solamente por una porción limitada de los oyentes; en cambio, en aquel tiempo todo Israel se salvará. (Rom. 11:26).

Durante la tribulación de los judíos, en lugar de los mensajeros volando en medio del cielo con el evangelio eterno para predicarlo. (Ap. 14:6), Habrá dos Testigos enviados desde el cielo, los cuales serán fácilmente reconocidos por sus obras. Estos dos testigos duplicarán los hechos de Moisés y Elías, y entonces volverán a representar la muerte, resurrección y ascenso del Señor Jesús.

Conclusión

La venida de estos dos testigos: Será para los judíos una señal segura, porque ellos los judíos, saben que primero vendrá Elías. Los discípulos le preguntaron a Jesús: "¿Por qué dicen los escribas que es necesario que Elías venga primero?" (Mar. 9:11). El profeta menor Malaquías dijo: He aquí, yo os envío el profeta Elías, antes que venga el día de Jehová, grande y terrible. Él hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición." (Mal. 4:5-6).

Los dos testigos actuarán durante un periodo de tres años y medio. En Apocalipsis cap. 11 verso 2, dice: "Y ellos (los gentiles) hollarán la ciudad santa cuarenta y dos meses." Durante este periodo las fuerzas del Anticristo estarán "ablandando" a los judíos, como preparación para la gran invasión que se llamará Armagedón. Estos tres años y medio son los tiempos de los gentiles" que menciona el Señor Jesús en San Lucas cap. 21 verso 24. 

La Septuagésima Semana de Daniel termina con la Batalla de Armagedón y la presentación de Nuestro Señor Jesucristo en el Tercer Templo de Jerusalén. "Y derramaré sobre la casa de David, y sobre los moradores de Jerusalén, espíritu de gracia y de oración; y mirarán a mi, a quien traspasaron, y llorarán como se llora por  hijo unigénito, afligiéndose por él como quien se aflige por el primogénito...En aquel día habrá gran llanto en Jerusalén; como el llanto de Hadadrimón en el valle de Meguido." "Porque os digo que desde ahora no me veréis, hasta que digáis: Bendito el que viene en el nombre del Señor." "He aquí, yo envío mi mensajero, el cual preparará el camino delante de mi; y vendrá súbitamente a Su Templo el Señor a quien vosotros buscáis, y el ángel del pacto, a quien deseáis vosotros. He aquí viene, ha dicho Jehová de los ejércitos." (Zac. 12:10-11; Mat. 23:39; Mal. 3:1).