Estudio Bíblico
La Religión Primitiva el espíritu de Error y
el Espíritu de Verdad
Autor
Teólogo: Cruz Monasterio
Estudio
Bíblico
Título: La
Religión Primitiva el espíritu de Error y el Espíritu de Verdad
Texto:
“Dice, pues, el Señor: Porque este pueblo se
acerca a mí con su boca, y con sus labios me honra, pero su corazón está lejos
de mí, y su temor de mí no es más que un mandamiento de
hombres que les ha sido enseñado.” (Isa. 29:13).
Introducción
La religión primitiva está
constituida por las creencias y prácticas de los pueblos que carecen de
escritura y que tienen una cultura sencilla y material. Al parecer, esta clase
de religión ha existido desde los comienzos de la humanidad. Es la religión del
hombre que no tiene la dirección divina y que trata de hacer las paces con las
aterradoras y misteriosas fuerzas de la oscuridad y de la naturaleza. Puede
decirse que el hombre primitivo pone al descubierto el carácter Básico de todos
los hombres porque está desprovisto de los beneficios materiales que a menudo
ocultan nuestra necesidad de Dios.
Es probable que en el
transcurso de los siglos la mayor parte del género humano haya seguido la
religión primitiva. Hoy en día aún la siguen muchos en su forma pura entre los
pueblos que no cuentan con la escritura como medio de comunicación. Además, un
gran número de adeptos de las principales religiones (entre ellas el
cristianismo) participan en diversos grados del pensamiento y prácticas
primitivas. En el Occidente hay ahora un gran interés en la religión primitiva.
Muchos creen que el hombre secular moderno necesita recobrar la participación
del hombre primitivo en los ciclos de la naturaleza así como en su sentido de
lo sagrado.
División
Como en todos los
continentes la religión primitiva se ha desarrollado entre pueblos que no
tienen ningún contacto unos con otros, es asombroso que existan tantas
semejanzas básicas entre las diversas formas que ella ha adoptado en cada uno
de estos pueblos.
1.-. Dios: Los pueblos primitivos creen en un gran número de dioses cada
uno de los cuales reina sobre una familia, un clan, una aldea o ciertos lugares
tales como un río o una montaña. A esta creencia se la conoce con el nombre de
“Henoteísmo:”
Palabra que se refiere al culto que se le tributa a cierto dios a la vez que se le reconoce la existencia de otros por ejemplo, el de los marinos en el libro del
profeta Jonás. “Pero Jehová hizo levantar un gran viento en el mar, y hubo en
el mar una tempestad tan grande que se pensó que se partiría la nave. Y los
marineros tuvieron miedo, y cada uno clamaba a su dios; y echaron al mar los
enseres que había en la nave, para descargarla de ellos. Pero Jonás había bajado
al interior de la nave, y se había echado a dormir.” (Jon. 1:4-5).
Desde luego la mayoría de
los hombres primitivos creen en un dios “Alto, Supremo” que es la causa de todo
lo que existe. Pero por lo general piensan que este Dios está demasiado lejos
para interesarse en los asuntos humanos. A los hombres primitivos no les quedo,
pues, más remedio que tratar con los dioses locales, que generalmente son
faltos de misericordia y de amor. Sus caminos no siempre son previsibles, y
muchas veces sus adoradores se preocupan más de aplacar su ira o de que les
concedan beneficios materiales.
Generalmente los dioses están relacionados de algún modo con los antepasados
difuntos. Esto es, que tienen que ver las tribus o con los clanes y apoyan las
costumbres que desde tiempos antiguos han mantenido al grupo social en
actividad.
2.-. El hombre y el universo: Debido
a su falta de tecnología y conocimientos científicos, los hombres primitivos
creen que el universo está bajo el mando de los dioses. Para ellos las sequías,
las enfermedades y la muerte constituyen grandes amenazas, y hasta cierto punto
su religión les proporciona una sensación de seguridad y un sentido de dominio.
Además creen que sus antepasados y los dioses que tienen relación con ellos
controlan el destino de los hombres, concediéndoles recompensas por las
acciones que contribuyen al bienestar del grupo social e infligiéndoles
castigos por las que les ponen obstáculos. Generalmente estos mismos dioses y
antepasados son tan misericordiosos y terribles como el mundo natural. A
semejanza del Hinduismo y del Budismo, pero a diferencia del cristianismo, del
Islamismo y del Judaísmo, el concepto del mundo primitivo es Cíclico: No
hay ningún propósito en la historia; diversas edades se repiten sin ningún
objetivo final. Este concepto se origina en la observación de los ciclos de la
naturaleza. A menudo los hombres primitivos creen que el orden del mundo se
mantendrá tan solo mediante la ejecución
de sus actos rituales. Muchos hombres primitivos afirman que ellos siguen
costumbres y ritos sin saber por qué; la tradición simplemente les dice que
desde tiempos antiguos el seguirlos ha dado buenos resultados.
3.-. La salvación y la Vida Futura:
En las diversas formas que adopta la religión primitiva frecuentemente se
enseña que algún día vendrá un Mesías, instaurará un reino de paz y prosperidad
para la tribu. Por lo general las esperanzas de salvación tienen que ver con el
grupo social y con este mundo. No hay mucha doctrina en cuanto a la vida
futura. El hombre primitivo espera que al morir pueda reunirse en otro mundo
con sus antepasados; pero no tiene una descripción clara de ese otro mundo, y
muchas veces lo considera tan lleno de sinsabores y confusiones como el mundo
presente. La salvación es pues, gradual en cuanto a ciertas aflicciones que se
tienen en este mundo. No parece que uno pueda alcanzar un estado de gracia de
un modo definitivo; siempre habrá nuevos problemas.
El sacrificio: Muchas veces el sacrificio se torna cruento en los animales, pues es la forma corriente de hacer expiación. Es posible hacer escapes temporales entrando en el dominio del “tiempo sagrado,” (o “tiempo del sueño”). Mediante nuevas representaciones de sucesos mitológicos, los hombres primitivos participan en los actos de los dioses y de los héroes ancestrales. De este modo le dan un sentido de propósito a un mundo caótico. En el hombre primitivo, que tan solo por breves periodos puede huir de una existencia aterradora y carente de un propósito determinado, se ve claramente la situación poco envidiable del hombre que vive sin Dios. "Pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios:" (Heb. 10:12).
El sacrificio: Muchas veces el sacrificio se torna cruento en los animales, pues es la forma corriente de hacer expiación. Es posible hacer escapes temporales entrando en el dominio del “tiempo sagrado,” (o “tiempo del sueño”). Mediante nuevas representaciones de sucesos mitológicos, los hombres primitivos participan en los actos de los dioses y de los héroes ancestrales. De este modo le dan un sentido de propósito a un mundo caótico. En el hombre primitivo, que tan solo por breves periodos puede huir de una existencia aterradora y carente de un propósito determinado, se ve claramente la situación poco envidiable del hombre que vive sin Dios. "Pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios:" (Heb. 10:12).
4.-. La Moral: La
supervivencia del grupo social es de capital importancia. No habiendo medios de
control civiles (como policías, varios otros medios), es preciso hallar maneras
de hacer que los componentes de dicho grupo se atengan estrictamente a los
códigos de conducta. Los pueblos primitivos han ideado maneras colectivas de
hacer frente al mundo, que está incorporado en tradiciones religiosas que temen
cambiar. En muchos campos básicos, las normas morales son casi las mismas en
todo el mundo. Generalmente se prohíben la mentira, el engaño, el hurto y el
asesinato.
Pero muchas veces estas
reglas se aplican solo dentro del grupo social. Por lo general se despierta un
sentido de conciencia tan solo cuando ocurre algún desastre. Si aparece, por
ejemplo, que cierta enfermedad es el resultado de una mala obra, entonces la
persona afectada por dicha enfermedad se arrepentirá delante de dios. Así pues
la moralidad primitiva es en gran parte una cuestión de transacciones; esto es,
consiste en actuar de manera que beneficien tanto a la persona misma como a la
comunidad. Asimismo, aunque los hombres primitivos no carecen de sentimientos
naturales como el amor, su moralidad es mayormente legalista.
"Porque no los oidores de la ley son justos para con Dios, mas los hacedores de la ley serán justificados.
Porque los Gentiles que no tienen ley, naturalmente haciendo lo que es de la ley, los tales, aunque no tengan ley, ellos son ley a sí mismos:
Mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio juntamente sus conciencias, y acusándose y también excusándose sus pensamientos unos con otros;
En el día que juzgará el Señor lo encubierto de los hombres, conforme mi evangelio, por Jesucristo."
(Rom. 2:13-16).
Generalmente los “pecados,”
son transgresiones de ciertas reglas, aun cuando
no se sepa la razón por la cual se dictaron dichas reglas. Con la
adoración se pretende también unir a los integrantes de la comunidad y darles
un sentido de propósito común. (Cuando se reúne gente de tribus diferentes y
que adora a dioses diferentes, generalmente hablan en función del dios “Alto.”). "¿Y quién proclamará lo venidero, lo declarará, y lo pondrá en orden delante de mí, como hago yo desde que establecí el pueblo antiguo? Anúncienles lo que viene, y lo que está por venir. No temáis, ni os amedrentéis; ¿no te lo hice oír desde la antigüedad, y te lo dije? Luego vosotros sois mis testigos. No hay Dios sino yo. No hay Fuerte; no conozco ninguno." (Isa. 44:7-8).
Es común el Toteismo o uso
de ciertos animales, plantas hasta objetos de procedencia humana, tales como
calaveras para ponerse en contacto con el reino espiritual. Pero es rara la
idolatría considerada en su sentido estricto, o sea la creencia de que una
imagen o un animal es realmente un dios. Muy a menudo tal adoración es
simbólica. Se usan el ayuno, la mortificación de sí mismo y las drogas para
entrar en estado de trance. Algunas veces se hace esto con el propósito de
obtener alguna comunicación del mundo de los espíritus, y otras con el
participar efectivamente en la vida del dios, “ser,” el dios por un breve
periodo. Generalmente cada grupo social tiene por lo menos un “hombre santo,”
que por el bien de la comunidad hace viajes periódicos a la tierra de los
dioses y de los héroes. Con mucha frecuencia el objeto de la adoración se
caracteriza por el poder antes que por la justicia, el amor y la misericordia.
Conclusión
¿Estamos programados para creer en un Dios?
Cada cultura humana conocida tiene su mito de la creación, con la
posible excepción del pueblo amazónico Pirahã, que tampoco cuenta con palabras
para los números, colores y jerarquía social.
Dios nos habla de la
Inutilidad del Ritual Religioso. El Ser humano siempre
ha buscado ganar la aceptación de Dios, por sus propias fuerzas. Las
personas llegaron a concebir su relación con Dios, siempre en términos
ceremoniales. Pensaron que siguiendo ciertas reglas y regulaciones,
realizando ciertos rituales, pronunciando diversas palabras, podían obtener el
favor de Dios, el Señor nos aclara aquellos conceptos ‘errados’ a
través de los mensajes de los profetas; les hizo saber que despreciaba el
ritualismo del culto y los sacrificios formales, (Isa. 58:4-5). Y el tributo de labios, según (Isa. 29:13) y (Jer. 7:4) rechazó sus cánticos, en los
cuales no significaban nada para ellos. (Jer. 5:23) prometió convertir sus
cánticos en lamentos transformar sus voces en clamor de luto. (Jer. 7:34).

