Los dos cimientos


                                                               Estudio Bíblico
                                                           Los Dos Cimientos

           Autor
           Lic. Teólogo: Williams Navas


                                                           Estudio Bíblico

Tema: Lo Dos Cimientos
Texto: ¿Por qué me llamáis “Señor, Señor”, y no hacéis lo que les digo?" (Luc. 6:46). 
Introducción
La Parábola de los Dos Cimientos
La Parábola fue dada por Jesús en la parte final del sermón del monte, porque Él quería que sus palabras no cayeran en saco roto, sino que causarán una transformación real a cada uno de sus oyentes. Por lo tanto significa vivir para nuestro Señor Jesucristo en la obediencia, así como lo dijo el apóstol Pedro en la primera predicación de su ministerio apostólico, después de la venida del Espíritu Santo en el libro de los Hechos cap. 2; vrs 36, “Sépalo bien todo el pueblo de Israel, que a este Jesús, a quien ustedes crucificaron, Dios lo ha hecho Señor y Cristo.”  

Quiero que prestemos mucha atención al primer versículo cuando leemos: “¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que yo os digo?..”  Les llamo la atención hacia este versículo porque en el encontramos la razón principal por la que el pueblo de Dios dejó de existir como nación por dos mil años.  Después que Dios liberó al pueblo de la esclavitud, el Señor les dio instrucciones muy específicas de cómo tenían que conducir sus vidas, y también les dijo claramente lo que la obediencia y desobediencia causaría. Bendiciones de la Obediencia. (Deut. 28:1-14). Pero el resultado final ya lo sabemos, al igual que Jesucristo lo sabía cuándo hizo esta pregunta. Las maldiciones de la desobediencia del pueblo de Israel. (Deut. 28:16-65).  Y de aquí nosotros tenemos mucho que aprender. Digo esto porque con frecuencia nosotros hacemos igual que el pueblo de ese entonces.

Con frecuencia proclamamos con nuestras voces que seguimos y servimos a Cristo, pero en realidad no hacemos lo que Él nos manda.  Con frecuencia adoptamos tradiciones y costumbres que van directamente en contra de la Palabra de Dios.  Así que si algo debemos y tenemos que aprender de la historia es que no podemos cometer los mismos errores del pasado. 

División

"Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca.  Pero todo el que me oye estas palabras y no las pone en práctica es como un hombre insensato que construyó su casa sobre la arena. Cayeron las lluvias, crecieron los ríos, soplaron los vientos y azotaron aquella casa. Esta se derrumbó, y grande fue su ruina»." (Mat. 7:24-27) 

El hombre prudente que "Cavó y ahondó."



Examinemos más de cerca este relato para averiguar qué quería enseñar Jesús. ¿Qué se dice de las casas? Ambas fueron castigadas por los elementos mencionados en la Palabra. Tal vez tenían un aspecto similar y hasta estaban situadas en un lugar cercano pero de diferentes tipos de tierra, puede que muy cercanas entre sí. Pero una se edificó sobre arena, y la otra sobre roca. ¿A qué se debe esta diferencia? A que, como indica el Evangelio de Lucas, el varón discreto actuó con prudencia y “cavó y ahondó” para llegar a una capa de roca. (Luc. 6:48). Por eso, su casa no se desplomó.
¿Cuál era el objetivo de este relato? Jesús no quería destacar la apariencia externa de las casas ni su ubicación, ni siquiera la fuerza de los elementos. Más bien, quería resaltar las acciones de los constructores: uno cavó profundamente para colocar bien los cimientos, y el otro no. ¿Cómo puede usted imitar al hombre prudente y colocar bien los cimientos de su fe? El propio Jesús lo explicó al decir: “¿Por qué me llaman ‘¡Señor! ¡Señor!’, pero no hacen las cosas que digo? Todo el que viene a mí y oye mis palabras y las hace, les mostraré a quién es semejante: Es semejante a un hombre que cavó y ahondó y puso el fundamento sobre la masa rocosa(Luc. 6:46-48).
En realidad, limitarse a oír las enseñanzas bíblicas o leer la Biblia por su cuenta sería como sentar sobre la arena los cimientos de una casa. Por el contrario, hacer lo que Cristo enseñó requiere mayor esfuerzo, como la persona que tiene que cavar y ahondar en busca de roca sólida para colocar los cimientos.
Por lo tanto, el discípulo de Cristo que quiera mantenerse fiel debe poner en práctica lo que oye. Si usted aplica en su vida diaria lo que ha aprendido durante su estudio de las Santas  Escrituras, estará actuando como el hombre prudente que “cavó y ahondó”. Es bueno, por tanto, que todo estudiante de la Biblia se pregunte: “¿Qué estoy haciendo yo? ¿Me limito a leer y estudiar la Palabra de Dios, o también dejo que los mandatos bíblicos me guíen a la hora de tomar decisiones?.”
El discípulo Santiago, quien era medio hermano de Jesús, menciona otra bendición para quienes, además de estudiar la Biblia, hacen lo que esta dice: "Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos. Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era. Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace." (Stg. 1:22-25). 
En efecto, gracias a que siguen los consejos de la Biblia, los discípulos de Cristo son verdaderamente felices. Y esta felicidad, a su vez, les da fuerzas para enfrentarse a todas las “tormentas” que pongan a prueba su fe y su sincera devoción a Dios.

Subdivisión

¿Cuál enseñanza podemos sacar de esta parábola?: En las iglesias hay verdaderos cristianos y también los que dicen ser cristianos.

¿Qué representan los ríos y los vientos en la parábola?: Los problemas o afanes de esta vida, las tentaciones y las situaciones de aflicción y tristeza por la cual el cristiano atraviesa, estrés, deseo de los ojos, deseos de la carne y la vanagloria de la vida. (1° Jn. 2:18).
¿Qué representan los tipos de suelos?: Dos estilos de vida. Filosofías, creencias, doctrinas o formas sobre las cuales se edifica la propia casa o vida individual.

¿A quiénes representan estos dos tipos de creyentes?: A los que han creído en Jesús y primeramente han creído a sus enseñanzas;  y tienen luego actitudes diferentes hacia su doctrina: A los que Obedecen la Palabra de Dios, y a los que la escuchan y no la obedecen. (Stg. 1:22).


¿Ambos creyentes son hijos de Dios?: El cristiano e hijo de Dios: Vence los vientos y domina los ríos impetuosos y permanece inamovible; y el otro creyente sufre ruina, se despedaza, se fragmenta, es arrastrado por todo viento de doctrina. el que no obedece la Palabra de Jesucristo ni la practica No le ama y por lo tanto no es cristiano, no es salvo. "

"Para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que le envió. De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida. De cierto, de cierto os digo: Viene la hora, y ahora es, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que la oyeren vivirán." (Jn. 14:23-24-25).

Conclusión
Nuestro amado salvador fue muy claro en advertirnos la importancia de vivir su palabra diariamente, no solo de oír si no que debemos ponerla en acción las veinticuatro horas al día, para que en los momentos más difíciles podamos permanecer firmes, es interesante notar que nunca dijo que los problemas se acabarían, por el contrario, nos dice que vienen tempestades, vientos arrasadores que vendrían a golpear nuestra casa, este termino indica en el griego; familia...Mi consejo es; edifica tu familia en la palabra y te aseguro que jamas caerán delante los problemas que puedas enfrentar. "No os ha sobrevenido ninguna prueba que no sea humana, pero fiel es Dios, quien no os dejará ser probados más de lo que podéis; antes bien,  juntamente con la prueba proveerá también la salida, para que podáis soportar." (1 Cor. 10:13). 

¿Qué tenemos que hacer para evitar cometer los mismos errores del pasado, sin ser desviados de los caminos de Dios?
A lo largo del Sermón del Monte, Jesús dejó claro que servir a Dios a menudo implica hacer una elección. Así, enseñó que todos tenemos que elegir entre tener un ‘ojo sencillo’ o un ‘ojo inicuo’, ser esclavos de Dios o de las riquezas y seguir el camino estrecho o el ancho. "La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz; pero si tu ojo es maligno, todo tu cuerpo estará en tinieblas. Así que, si la luz que en ti hay es tinieblas, ¿cuántas no serán las mismas tinieblas?." (Mat. 6:22-24). "Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan." (Mat. 7:13-14).
Por eso, en su ilustración final de los dos hombres que edificaron dos casas, plantea a sus discípulos una nueva elección: actuar como el hombre prudente o actuar como el necio. Si usted continúa poniendo en práctica lo que aprende en el estudio de la Biblia, estará edificando sobre la roca, los cimientos de su fe. O lo que es lo mismo, estará actuando sensatamente, como el varón prudente. Y esto sin duda le reportará maravillosas bendiciones ahora y en el futuro. "La tormenta pasa y el perverso desaparece, pero el justo permanece fuerte para siempre." (Pro. 10:25).
“Locura: es hacer lo mismo una y otra vez y esperar resultados diferentes.” 
También Como dijo un pensador: “Aquellos que no pueden recordar el pasado están condenados a repetirlo.” El Dios de nuestro Señor Jesucristo te guié y te bendiga.