La Apostasía Nacional de Israel





IGLESIA CENTRO EVANGELISTICO
                            GUARDIÁN DE LA SANA DOCTRINA
         Punta de Lanza para el Avivamiento de Venezuela y el Mundo
                                   Estudio Bíblico
                    La Apostasía Nacional de Israel
“Sed sobrios,  y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor
Buscando a quién devorar…”  I Pedro 5: 8

Autor
                                                                  Teólogo: Cruz Monasterio


                                                    
                                                       Estudio Bíblico

Toda la Biblia es profecía. “No menospreciéis las profecías.”(1 Tés. 5:20). “Amados por la gran solicitud que tenia de escribiros acerca de nuestra común salvación, me ha sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos.” (Jd.1:3).

Tema: La Apostasía Nacional de Israel

Texto:   "Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas." (2° Tim. 4:3-4).

Introducción

La Apostasía:  Dentro de la gran variedad de Iglesias protestantes y sus diferentes "Denominaciones," se puede definir la apostasía como cualquier doctrina que se aparte de las Escrituras (Biblia), pues se considera que esta es la base fundamental; es también el abandono de la fe y la interpretación errónea de la enseñanza. Es la negación, la renuncia o la abjuración de la fe, en una religión.

La misma palabra tiene otros significados: Es también la salida o el abandono irregular de una orden religiosa o de un instituto; es también el acto del líder que prescinde usualmente de su condición, e incumple, así, con sus obligacionesen la iglesia.

¿Qué es Apostatar?: Es cuando [una o un grupo de personas abandonan a Cristo] y el Evangelio de Salvación para seguir otros ideales o Dogmas diferentes.
Renegar, retractarse, traicionar.

Pero Abraham era un hombre justo. (Isaías 51:2) "Mirad a Abraham vuestro padre, y a Sara que os dio a luz; porque cuando no era más que uno solo lo llamé, y lo bendije y lo multipliqué. "No solamente en (Josué 24:14) encontramos que los israelitas sirvieron a los ídolos en Egipto sino también por medio del profeta Ezequiel vemos que en Egipto los israelitas sirvieron a los dioses egipcios. (Josué 24:14) "Ahora, pues, temed a Jehová, y servidle con integridad y en verdad; y quitad de entre vosotros los dioses a los cuales sirvieron vuestros padres al otro lado del río, y en Egipto; y servid a Jehová." "entonces les dije: Cada uno eche de sí las abominaciones de delante de sus ojos, y no os contaminéis con los ídolos de Egipto. Yo soy Jehová vuestro Dios.

Mas ellos se rebelaron contra mí, y no quisieron obedecerme; no echó de sí cada uno las abominaciones de delante de sus ojos, ni dejaron los ídolos de Egipto;" (Ezequiel 20:2-9) "Y vino a mí palabra de Jehová, diciendo: Hijo de hombre, habla a los ancianos de Israel, y diles: Así ha dicho Jehová el Señor: ¿A consultarme venís vosotros? Vivo yo, que no os responderé, dice Jehová el Señor. ¿Quieres tú juzgarlos? ¿Los quieres juzgar tú, hijo de hombre? Hazles conocer las abominaciones de sus padres, y diles: Así ha dicho Jehová el Señor: El día que escogí a Israel, y que alcé mi mano para jurar a la descendencia de la casa de Jacob, cuando me di a conocer a ellos en la tierra de Egipto, cuando alcé mi mano y les juré diciendo: Yo soy Jehová vuestro Dios; aquel día que les alcé mi mano, jurando así que los sacaría de la tierra de Egipto a la tierra que les había provisto, que fluye leche y miel, la cual es la más hermosa de todas las tierras; entonces les dije: Cada uno eche de sí las abominaciones de delante de sus ojos, y no os contaminéis con los ídolos de Egipto. Yo soy Jehová vuestro Dios. Más ellos se rebelaron contra mí, y no quisieron obedecerme; no echó de sí cada uno las abominaciones de delante de sus ojos, ni dejaron los ídolos de Egipto; y dije que derramaría mi ira sobre ellos, para cumplir mi enojo en ellos en medio de la tierra de Egipto. Con todo, a causa de mi nombre, para que no se infamase ante los ojos de las naciones en medio de las cuales estaban, en cuyos ojos fui conocido, actué para sacarlos de la tierra de Egipto."

División  

Amos cap. 3 verso 3,  « ¿Pueden dos caminar juntos sin antes ponerse de acuerdo?»

Hay 8 clases de Apostasía                                                                                                 
Apostasía Nacional de Israel. Comentario Teológico Bíblico. La Primera apostasía del pueblo de Israel. Cuando el pueblo vio que Moisés tardaba en bajar del monte, la gente se congregó alrededor de Aarón, y le dijeron: Levántate, haznos un dios que vaya delante de nosotros; en cuanto a este Moisés, el hombre que nos sacó de la tierra de Egipto, no sabemos qué le haya acontecido. Los príncipes y el sacerdote Aarón,  Entonces dijeron: Israel, estos son tus dioses, que te sacaron de la tierra de Egipto. Y viendo esto Aarón, edificó un altar delante del becerro; y pregonó Aarón, y dijo: Mañana será fiesta para Jehová. Y al día siguiente madrugaron, y ofrecieron holocaustos, y presentaron ofrendas de paz; y se sentó el pueblo a comer y a beber, y se levantó a regocijarse. Entonces Jehová dijo a Moisés: Anda, desciende, porque tu pueblo que sacaste de la tierra de Egipto se ha corrompido. Pronto se han apartado del camino que yo les mandé; se han hecho un becerro de fundición, y lo han adorado, y le han ofrecido sacrificios, y han dicho: Israel, estos son tus dioses, que te sacaron de la tierra de Egipto. Dijo más Jehová a Moisés: Yo he visto a este pueblo, que por cierto es pueblo de dura cerviz. Ahora, pues, déjame que se encienda mi ira en ellos, y los consuma; y de ti yo haré una nación grande. Y Jehová hirió al pueblo, porque habían hecho el becerro que formó Aarón.” (Éxo. 32:1-10 y 35)  
Jueces 3:1-4:5
Continuando nuestro estudio en el libro de los Jueces, nos corresponde hoy el capítulo 3, que trata los siguientes temas: La segunda y tercera apostasía; Dios liberó a Israel de la servidumbre por medio de los jueces Otoniel, Aod y Samgar. Los israelitas realizaron matrimonios mixtos con los cananeos, heteos, amorreos, feneceos, heveos y jebuseos, entre los cuales vivían. Israel actuó mal, olvidándose de Dios, y sirvió a los dioses baales. Entonces Dios les entregó a una vida de esclavitud. Es una de las advertencias para la hermandad cristiana: ¿Que nos enseña el Espíritu Santo inspirando al apóstol Pablo para que corrija a la iglesia de Corintios?: En Segunda de Corintios cap. 6 verso 14-15, "No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? ¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo?." Muchos han visto en este pasaje un mensaje directo al matrimonio, y por ende, han declarado que la unión de un cristiano con alguien que no es cristiano es pecaminosa. ¿Pero que estuvo enseñando el apóstol inspirado?: Estuvo condenando un matrimonio entre un cristiano y un incrédulo. “Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.” (Stg. 4:4)
Otoniel, el primer juez, fue nombrado para liberarles. Su única cualidad fue ser sobrino de Caleb y que se había casado con Acsa la hija de Caleb.
Aod, el segundo juez, libertó a Israel de la esclavitud de Eglón rey de Moab. Su cualidad fue la de ser zurdo lo cual le permitió lograr la entrada a la presencia del rey de Eglón sin que su daga escondida fuese descubierta.
Samgar fue el tercer juez. Era experto en utilizar la aguijada de bueyes, o sea una vara larga con punta de hierro que los boyeros usaban para estimular o aguijonear a los bueyes. Y Samgar la usó como arma de guerra contra los filisteos y libertó a Israel.
Ahora, todos los jueces tenían algún defecto, alguna característica particular o impedimento que Dios usó. Por ello los jueces revelaron que Dios podía usar a cualquier hombre que estuviera dispuesto a ser utilizado por Él. Vamos a leer los primeros tres versículos de este capítulo 3 de Jueces, que nos explican como:
La idolatría de Israel les condujo a la servidumbre
"Estos son los pueblos que dejó el Señor para probar con ellos a todos los que en Israel no habían conocido todas la guerras de Canaán; solamente para que el linaje de los hijos de Israel aprendiera cómo hacer la guerra, y lo enseñara a quienes antes no la habían conocido: los cinco príncipes de los filisteos, todos los cananeos, los sidonios y los heveos que habitaban en el monte del Líbano, desde el monte Baal-Hermón hasta llegar a Hamat."
Vemos aquí que los israelitas habían concertado matrimonios con los cananeos, con los heteos, los amorreos, los Ferezeos, heveos, jebuseos. Se casaron con personas de todas las tribus de esa tierra, a pesar de que Dios se lo había prohibido expresamente.
Ahora, los cinco príncipes de los filisteos y las otras tribus mencionadas aquí en este pasaje, eran enemigos de los israelitas. Al continuar nuestro estudio por el Antiguo Testamento, estos enemigos aparecerán repetidas veces. Y ciertamente fueron una aflicción constante para la nación de Israel. Pasemos ahora al versículo 5 y leamos hasta el versículo 7 de este capítulo 3 de Jueces:
"Así, los hijos de Israel comenzaron a habitar entre los cananeos, heteos, amorreos, Ferezeos, heveos y jebuseos. Y tomaron a sus hijas por mujeres, y dieron sus hijas a los hijos de ellos, y sirvieron a sus dioses. Hicieron, pues, los hijos de Israel lo malo ante los ojos del Señor, su Dios, se olvidaron de él y sirvieron a los baales y a las imágenes de Asera
Jueces 3:1-4:5
Continuando nuestro estudio en el libro de los Jueces, nos corresponde hoy el capítulo 3, que trata los siguientes temas: la primera y la segunda apostasía; Dios liberó a Israel de la servidumbre por medio de los jueces Otoniel, Aod y Samgar. Los israelitas realizaron matrimonios mixtos con los cananeos, heteos, amorreos, Ferezeos, heveos y jebuseos, entre los cuales vivían. Israel actuó mal, olvidándose de Dios, y sirvió a los dioses baales. Entonces Dios les entregó a una vida de esclavitud.
Otoniel: el primer juez, fue nombrado para librarles. Su única cualidad mencionada es  que era sobrino de Caleb y que se había casado con Acsa la hija de Caleb.
Aod: el segundo juez, libertó a Israel de la esclavitud de Eglón rey de Moab. Su cualidad fue la de ser zurdo lo cual le permitió lograr la entrada a la presencia del rey de Eglón sin que su daga escondida fuese descubierta.
Samgar fue el tercer juez: Era experto en utilizar la aguijada de bueyes, o sea una vara larga con punta de hierro que los boyeros usaban para estimular o aguijonear a los bueyes. Y Samgar la usó como arma de guerra contra los filisteos y libertó a Israel.
Ahora, todos los jueces tenían algún defecto: Alguna característica particular o impedimento que Dios usó. Por ello los jueces revelaron que Dios podía usar a cualquier hombre que estuviera dispuesto a ser utilizado por Él. Vamos a leer los primeros tres versículos de este capítulo 3 de Jueces, que nos explican como
La idolatría de Israel les condujo a la servidumbre
"Estos son los pueblos que dejó el Señor para probar con ellos a todos los que en Israel no habían conocido todas la guerras de Canaán; solamente para que el linaje de los hijos de Israel aprendiera cómo hacer la guerra, y lo enseñara a quienes antes no la habían conocido: los cinco príncipes de los filisteos, todos los cananeos, los sidonios y los heveos que habitaban en el monte Líbano, desde el monte Baal-Hermón hasta llegar a Hamat."
Vemos aquí que los israelitas habían concertado matrimonios con los cananeos, con los heteos, los amorreos, los Ferezeos, heveos, jebuseos. Se casaron con personas de todas las tribus de esa tierra, a pesar de que Dios se lo había prohibido expresamente.
Ahora, los cinco príncipes de los filisteos y las otras tribus mencionadas aquí en este pasaje, eran enemigos de los israelitas. Al continuar nuestro estudio por el Antiguo Testamento, estos enemigos aparecerán repetidas veces. Y ciertamente fueron una aflicción constante para la nación de Israel. Pasemos ahora al versículo 5 y leamos hasta el versículo 7 de este capítulo 3 de Jueces:
"Así, los hijos de Israel comenzaron a habitar entre los cananeos, heteos, amorreos, Ferezeos, heveos y jebuseos. Y tomaron a sus hijas por mujeres, y dieron sus hijas a los hijos de ellos, y sirvieron a sus dioses. Hicieron, pues, los hijos de Israel lo malo ante los ojos del Señor, su Dios, se olvidaron de él y sirvieron a los baales y a las imágenes de Asera."
En lugar de expulsar a los cananeos de la tierra, vemos que Israel la compartió con ellos. En vez de mantener sus propias creencias y su adoración al Dios verdadero, se casaron con los cananeos y adoptaron sus creencias religiosas. Es decir que, los hijos de Israel cayeron en un período de apostasía. Ahora, veamos lo que nos dice aquí el versículo 8:
"Por eso la ira del Señor se encendió contra ellos y los entregó en manos de Cusan-risataim, rey de Mesopotamia, al cual sirvieron durante ocho años."
La idolatría de Israel trajo como resultado el castigo. Dios los entregó a la esclavitud por ocho años. Y fueron oprimidos hasta el punto que tuvieron que clamar al Señor por ayuda. Observemos lo que dice aquí el versículo 9 de este capítulo 3 de Jueces, que nos presenta a
Otoniel, el primer juez
"Entonces clamaron los hijos de Israel al Señor, y el Señor levantó un libertador a los hijos de Israel y los libró; esto es, a Otoniel hijo de Cenaz, hermano menor de Caleb."
Cuando los hijos de Israel clamaron al Señor por liberación, Dios levantó a Otoniel para ser el primer juez. Continuemos leyendo los versículos 10 y 11 de este capítulo 3 de Jueces:
"El espíritu del Señor vino sobre Otoniel, quien juzgó a Israel y salió a la batalla. El Señor entregó en sus manos a Cusan-risataim, rey de Siria, y le dio la victoria sobre Cusan-risataim. Y hubo paz en la tierra durante cuarenta años; y murió Otoniel hijo de Cenaz."
Otoniel fue el primero y uno de los mejores jueces: No fue objeto de ninguna crítica. Salvó a su pueblo de la opresión de Cusan-risataim. Lo único que cabe destacar es que, en sí mismo, no era competente para ese cargo. No se convirtió en líder de Israel por su capacidad sobresaliente, sino debido a que era sobrino de Caleb y, además, se había casado con Acsa la hija de Caleb. Sin embargo, Dios lo usó. Y es asombroso estimado oyente, ver el tipo de personas que Dios usa. Tal vez esa es la razón por la cual Él puede usarnos a usted y a mí. Este libro de los Jueces debe animarnos, estimado oyente.
Ahora, todos los jueces fueron "hombres insignificantes". No hubo ningún hombre importante entre ellos. Estos hombres fueron usados por Dios, a causa de que eran, bueno, tenemos que decirlo, eran algo extraños. Su misma peculiaridad hizo posible que Dios les usara.
La biografía de Otoniel nos dice que era hijo de Cenaz, hermano de Caleb. Se nos dice que el Espíritu del Señor vino sobre él y libertó a los israelitas de la opresión, y murió. En muy pocos versículos tenemos relatada la vida y la muerte de este hombre. Había una misión destinada para él, pero no hubo ningún encanto, atractivo, ni nada espectacular relacionado con su vida. Y la mayoría de las biografías son así como ésta.
Hace años un hombre que había escrito muchas buenas biografías de algunos líderes cristianos del pasado, estaba escribiendo un libro acerca de un líder cristiano de la actualidad. Y al preguntársele cómo le iba en su trabajo, dijo que tenía dificultad en evitar que la primera página tocara la última. Aparte del nacimiento y la muerte del hombre, había muy poco que decir en cuanto a él. Y creemos que muchas lápidas en las tumbas expresan esa brevedad de los datos mínimos que se pueden ofrecer en una biografía como ésta. Y así fue la historia de Otoniel.
Otoniel fue un hombre común y corriente, pero Dios vino sobre su vida y la hizo ilustre, sobresaliente: una vida que valió la pena vivir. Y estimado oyente, Dios también puede tocar nuestras vidas comunes y corrientes y hacer que sean dignas de mención. Consideremos ahora a
Aod, el segundo juez
Leamos el versículo 12 de este capítulo 3 de Jueces: "Volvieron los hijos de Israel a hacer lo malo ante los ojos del Señor, por lo cual el Señor fortaleció a Eglón, rey de Moab, contra Israel, porque había hecho lo malo ante los ojos del Señor."
Así se puso en marcha el ciclo de la historia de Israel. Los israelitas sirvieron a Dios, y luego volvieron las espaldas a Dios e hicieron lo malo delante de Él. Ahora, leamos el versículo 13: "El rey de Moab juntó consigo a los hijos de Amón y de Amalec, vino e hirió a Israel, y tomó la ciudad de las palmeras."
Cuando los israelitas iban en dirección opuesta a la voluntad de Dios, Él los entregaba a la servidumbre. Y luego, ¿qué les sucedió? Leamos los versículos 14 y 15 de Jueces capítulo 3: "Entonces sirvieron dieciocho años los hijos de Israel a Eglón, rey de los moabitas. Clamaron los hijos de Israel al Señor, y el Señor les levantó un libertador, a Aod hijo de Gera, benjaminita, el cual era zurdo. Un día, los hijos de Israel enviaron con él un presente a Eglón, rey de Moab."
Continuando con el ciclo histórico, El Señor levantó a otro libertador. ¿Quién fue? Fue Aod hijo de Gera, de la tribu de Benjamín. La única ventaja que tuvo fue que era un hombre zurdo. Continuemos leyendo los versículos 16 al 23 de este capítulo 3 de Jueces:
"Pero Aod se había hecho un puñal de dos filos, de un codo de largo, y se lo ciñó del lado derecho debajo de sus vestidos. Entregó el presente a Eglón, rey de Moab, quien era un hombre muy grueso. Luego que hubo entregado el presente, Aod despidió a la gente que lo había acompañado, pero al llegar a los ídolos que están en Gilgal, regresó y dijo a Eglón: Rey, una palabra secreta tengo que decirte. El rey dijo entonces: Calla. Y mandó que salieran de delante de él todos los que allí se encontraban. Y estando él sentado solo en su sala de verano, se le acercó Aod y le dijo: Tengo una palabra de Dios para ti. Eglón se levantó de la silla. Entonces alargó Aod su mano izquierda, tomó el puñal de su lado derecho y se lo metió por el vientre de tal manera que la empuñadura entró también tras la hoja, y la gordura de Eglón cubrió la hoja, pues Aod no sacó el puñal de su vientre. Y se derramó el excremento. Aod salió al corredor, cerró tras sí las puertas de la sala y las aseguró con el cerrojo."
Lo que tuvo lugar aquí fue algo muy brutal (Un Magnicidio). El acto que realizó Aod no tuvo nada de heroico ni romántico. Su nombre significa "pelo rojo". Llevó un regalo a Eglón rey de Moab. Hizo una daga de dos filos y la escondió debajo de sus vestidos a su lado derecho. Como era zurdo, tendría que alargar la mano a su lado derecho para sacar la daga. En aquel entonces, casi todo el mundo usaba la mano derecha y les revisaban el lado izquierdo para ver si llevaba arma, o no. Entonces la policía secreta del rey le buscó el arma a Aod, en el lado opuesto al que debía haber buscado. Él consiguió entrar por traer un regalo, que quizás era el tributo.
Ahora, Eglón era un rey grande y grueso. Después de que Aod le hubo dado el regalo, aparentó tener un secreto que revelarle. Un hecho sangriento estaba por ocurrir. El rey entonces hizo salir de la sala a todos menos a Aod. Creía que iba a escuchar un mensaje muy secreto. Pero en el momento oportuno, Aod sacó su daga y se la clavó al rey. Entonces Aod cerró las puertas y salió.
En realidad, Aod no fue cobarde. Requirió valor hacer lo que él hizo. Habría sido difícil para un hombre que estaba acostumbrado a usar la mano derecha, lograr entrada con una daga, a la presencia del rey. Ahora, leamos los versículos 24 y 25 de este capítulo 3 de Jueces:
"Cuando ya había salido, vinieron los siervos del rey, quienes al ver las puertas de la sala cerradas, dijeron: Sin duda él cubre sus pies en la sala de verano. Tras mucho esperar, y confusos porque el rey no abría las puertas de la sala, tomaron la llave, abrieron y encontraron a su señor caído en tierra, muerto."
Los siervos de Eglón rey de Moab esperaban afuera. Vieron que las puertas de la sala de audiencias estaban cerradas y creyeron que el rey estaba dormido. Y no querían molestarlo. Seguían creyendo que se iba a despertar. Pero esperaron tanto tiempo, que hasta les dio vergüenza. Pero, ¿qué sucedió? Por fin decidieron abrir las puertas con una llave y encontraron entonces muerto al rey Eglón. Ahora, el versículo 26 dice:
"Mientras ellos esperaban, Aod escapó y, pasando los ídolos, se puso a salvo en Seirat."
Durante ese tiempo en que los siervos estaban esperando a que el rey se despertara, Aod tuvo la oportunidad de escapar. Salió de la tierra de Moab y se fue a otro lugar llamado Seirat, donde ya no lo podrían encontrar. Continuemos ahora con los versículos 27 hasta el 30:
"Cuando entró en Israel, tocó el cuerno en los montes de Efraín y los hijos de Israel descendieron con él del monte. Entonces Aod se puso al frente de ellos. Y les dijo: Seguidme, porque el Señor ha entregado a vuestros enemigos moabitas en vuestras manos."
Ellos descendieron en pos de él, le quitaron a Moab los vados del Jordán y no dejaron pasar a nadie. 29 Mataron en aquel tiempo como a diez mil moabitas, todos valientes y todos hombres de guerra; no escapó ni uno. 30 Así fue subyugado Moab aquel día bajo la mano de Israel. Y hubo paz en la tierra durante ochenta años.
Aod era uno de los jueces que Dios había levantado para guiar a Israel. Tenía muy poca habilidad. En efecto no encontramos que haya realizado alguna acción meritoria, excepto matar a Eglón, un hombre que causó toda clase de tragedias en la vida de los israelitas. Aod fue el instrumento que Dios usó para liberar a Israel. Su acto de matar a Eglón, logró su fin. Dios, permitió así que miles de vidas fueron salvadas por lo que hizo Aod.
Ahora, muchos dirán: "Bueno, nuestra civilización no permitiría que sucediera algo así como esto." Sin embargo, estimado hermano, no estamos seguros de poder decir esto, porque recuerde usted la caída de la bomba atómica sobre el Japón, la cual mató a millares de hombres, mujeres y niños. ¿Y qué de las guerras que ha habido desde entonces y tienen lugar en la actualidad? La guerra es algo terrible. La muerte de Eglón liberó a Israel y salvó las vidas de multitudes.
Como en los tiempos de los jueces, Dios aún utiliza a personas comunes y corrientes que desean ser usados para lograr los propósitos divinos. Dios puede utilizarle a usted, si a usted; si así lo desea y lo permite.
Leamos ahora el versículo 31 de este capítulo 3 de Jueces, para considerar a
Samgar, el tercer juez
"Después de él vino Samgar hijo de Anat, el cual mató a seiscientos hombres de los filisteos con una aguijada de bueyes; él también salvó a Israel."
En este caso, lo notable no fue precisamente el hombre, sino el método utilizado. El usó una aguijada de las que se usaban para aguijonear a los bueyes, que era un instrumento muy tosco. Los israelitas no disponían de armas de hierro, así que utilizaron lo que tenían. Aun esta arma rudimentaria, puesta en las manos adecuadas, pudo ser dedicada a Dios. Recordemos que Dios usó la vara de Moisés. Y Dios también utilizó la piedra de la honda de David. En el Nuevo Testamento, en los Evangelios, todo lo que un joven tenía eran 5 panes y algunos peces, y en el libro de los Hechos, veremos que todo lo que una mujer llamada Dorcas tenía, fue una aguja e hilo. Todos aquellos instrumentos sencillos de la vida diaria fueron ofrecidos a Dios para que Él hiciera uso de ellos. Estimado hermano, cualquier cosa que usted tenga, si usted lo coloca en las manos divinas, Él lo utilizará. No olvidemos a estos jueces mencionados en este capítulo. Y así concluimos nuestro estudio de este capítulo 3 de Jueces. Llegamos ahora a
Jueces 4:1-5
El tema de este capítulo se refiere a la tercera apostasía de los israelitas: en este caso Dios liberó a Israel de la opresión por medio de Débora y Barac. Leamos los primeros tres versículos de este capítulo 4 de Jueces, donde comienza la historia de
Débora y Barac
"Después de la muerte de Aod, los hijos de Israel volvieron a hacer lo malo ante los ojos del Señor, así que el Señor los entregó en manos de Jabín, rey de Canaán, quien reinaba en Azor. El capitán de su ejército se llamaba Sisara y vivía en Haroset-goim. Entonces los hijos de Israel clamaron al Señor, porque Jabín tenía novecientos carros de hierro y había oprimido con crueldad a los hijos de Israel por veinte años."
Después de la muerte de Aod, Israel cayó nuevamente en la idolatría: Y comenzó un nuevo período de opresión. El Señor entregó a Israel en manos de Jabín, rey de Canaán. Sisara, capitán del ejército de Jabín, tenía novecientos carros de hierro. Ahora, estos carros infundieron temor entre los israelitas, que todavía no disponían de ese tipo de armamento. Y por veinte años Jabín oprimió a Israel. Ahora los versículos 4 y 5 de este capítulo 4 de Jueces dicen: "Gobernaba en aquel tiempo a Israel una mujer, Débora, profetisa, mujer de Lapidot, la cual acostumbraba sentarse bajo una palmera (conocida como la palmera de Débora), entre Rama y Bet-el, en los montes de Efraín; y los hijos de Israel acudían a ella en busca de justicia." 

Conclusión


“Me levanté como madre en Israel”

Se describe aquí a Débora como profetisa y jueza. También se nos dice que fue esposa de Lapidot. Ella sí fue una mujer extraordinaria levantada por Dios para juzgar a Israel durante un tiempo de opresión y desesperación, ella impulsó a Israel a luchar.

La primera vez que se menciona a Débora en la Biblia, se dice que es una profetisa. Aunque no es un título común en la Biblia, Débora no fue la única. * Además, esta fiel mujer también actuaba de jueza, zanjando disputas y dando las respuestas de Jehová cuando surgían problemas en la nación (Jueces 4:4-5).

Débora vivía en la región montañosa de Efraín, entre Betel y Ramá: Tenía la costumbre de sentarse debajo de una palmera para recibir a las personas y ayudarlas con la guía de Jehová. Sin duda, la tarea era difícil, pero a ella no la intimidaba. Además, la situación era preocupante. En una canción que más adelante compuso con Barac, declaró la razón al decir: “Ellos procedieron a escoger dioses nuevos. Fue entonces cuando hubo guerra” (Jueces 5:8). En vista de que los israelitas le habían dado la espalda a Jehová para servir a otros dioses, él los había abandonado en manos de sus enemigos. Ahora estaban bajo el dominio del rey cananeo Jabín, quien tenía al frente de su ejército al temible general Sisara.

Los israelitas temblaban con solo oír el nombre de Sisara: La religión y la cultura de Canaán se caracterizaban por su terrible crueldad. De hecho, el sacrificio de niños y la prostitución en los templos eran prácticas habituales. ¿Se imagina lo que sería estar bajo el dominio de un general cananeo y de todo su ejército? Según el canto de Débora, viajar por la nación era casi imposible y las aldeas estaban deshabitadas (Jueces. 5:6-7). Seguramente, la gente vivía aterrorizada y tenía que esconderse en los bosques y las colinas, sin poder cultivar sus campos ni andar por los caminos por temor a ser atacados, a que secuestraran a sus hijos o a que violaran a sus mujeres.

Los israelitas estuvieron veinte años bajo esta cruel dominación, hasta que Jehová vio que su terco pueblo había cambiado de actitud. O como dice la canción de Débora y Barac: “Hasta que yo, Débora, me levanté, hasta que me levanté como madre en Israel”. Débora estaba casada con un hombre llamado Lapidot. Aunque no se sabe si tenían hijos, ella fue “madre en Israel” en el sentido de que Jehová la escogió para que cuidara de la nación como una madre. Le encargó que mandara llamar a un hombre fiel y valiente, el juez Barac, para que se enfrentara a Sisara. (Jueces. 4:3-6-7;5:7).

Débora animó a Barac a actuar como libertador del pueblo de Dios

Mediante Débora, Jehová le comisionó a Barac que juntara en el monte Tabor a 10.000 hombres de dos tribus de Israel. Débora le transmitió la promesa de Dios de que vencerían a Sisara, a su ejército y a sus 900 carros de guerra. Esta promesa habrá sorprendido a Barac, dado que Israel no tenía un ejército y contaba con muy pocas armas. Aun así, Barac estuvo dispuesto a pelear. Pero con una condición: que Débora subiera con ellos al monte Tabor (Jueces 4:6-8; 5:6-8).

En la actualidad, las mujeres son víctimas de muchas injusticias, actos de violencia y abusos. Pocas veces se las trata con la dignidad que Dios quiere que reciban. Pero él valora por igual a hombres y  mujeres, y todos pueden recibir su aprobación.  El caso de Débora nos recuerda que Dios también honra a las mujeres al encargarles tareas importantes, demostrando que confía en ellas. Por eso es fundamental que no adoptemos los prejuicios que abundan en este mundo. (Rom. 2:11; Gal. 3:28).

Barac puso manos a la obra y reclutó 10.000 hombres que tuvieran el valor de enfrentarse a las aterradoras fuerzas de Sísara. Sin duda, al dirigirse al monte Tabor, le tranquilizaba tener a su lado a alguien que les infundiera ánimo. “Débora fue subiendo con él.” (Jueces 4:10). Para aquellos soldados habrá sido muy motivador ver que esta valiente mujer subía con ellos, dispuesta a arriesgar su vida por amor a Jehová.

Sísara reaccionó de inmediato cuando se enteró de que Israel había juntado a un ejército para luchar contra él. Varios reyes cananeos enviaron sus ejércitos para apoyar a las fuerzas del rey Jabín, que al parecer era el más poderoso de todos ellos. El avance de las tropas y los 900 carros hacía un ruido ensordecedor, y la tierra temblaba bajo su paso. Los cananeos estaban seguros de que acabarían rápidamente con el lastimoso ejército israelita (Jueces 4:12-13; 5:19).
¿Qué harían Barac y Débora? Si se quedaban en las laderas del Tabor, tendrían ventaja sobre las fuerzas cananeas, ya que los carros solo funcionaban en terreno plano. Pero Barac pelearía únicamente como Jehová le indicara, así que esperó las instrucciones de Débora. Por fin, el momento llegó. “Levántate —le dijo Débora —, porque este es el día en que Jehová ciertamente dará a Sísara en tu mano. ¿No es Jehová quien ha salido delante de ti?” Y eso hizo Barac. Descendió del monte Tabor con sus 10.000 hombres (Jueces 4:14).
 
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Las tropas de Israel se lanzaron colina abajo y llegaron a campo abierto, a la planicie, dirigiéndose directamente a aquellas temibles máquinas de guerra. ¿Los ayudaría Jehová? ¿Saldría delante de ellos, como había dicho Débora? La respuesta no se hizo esperar: “La tierra se meció, los cielos también gotearon”, dice el relato. El orgulloso ejército de Sísara se desconcertó cuando les cayó encima un tremendo aguacero. Parece que llovió tanto que el terreno enseguida se inundó. De un momento a otro, los pesados carros quedaron inservibles. Se hundieron en el fango y no había manera de sacarlos de allí (Jueces 4:14-15; 5:4).
A Barac y sus hombres no les importó la lluvia. Sabían que Jehová la había enviado. Así que empezaron a atacar a los soldados cananeos. En su función de ejecutores divinos, no dejaron ni a un enemigo con vida. El río Cisón creció e inundó el valle, arrastrando los cadáveres río abajo, hacia el mar Grande (Jueces 4:16; 5:21).