Estudio Bíblico
Teólogo: Cruz Monasterio
Estudio Bíblico
Tema: Los Sueños
Texto: "Sin embargo, en una o en dos
maneras habla Dios; Pero el hombre no entiende. Por sueño, en visión
nocturna, Cuando el sueño cae sobre los hombres, Cuando se adormecen
sobre el lecho, Entonces revela al oído de los hombres, Y les señala
su consejo, Para quitar al hombre de su obra, Y apartar del varón la
soberbia. Detendrá su alma del sepulcro, Y su vida de que perezca a
espada." (Job. 33:14-18).
Introducción
¿Soñar?: El término ensueño describe el proceso de soñar, aunque suele utilizarse más frecuentemente, en lenguaje coloquial, Los sueños son manifestaciones mentales de imágenes, sonidos, pensamientos y sensaciones en un individuo durmiente, y normalmente relacionadas con la realidad. también podemos decir que un sueño es dado por Dios o un ser maligno donde se reproducen eventos, cosas o sucesos que se perciben como
reales mientras se duerme.
¿Qué es Soñarrera?: Acto o acción de soñar mucho.
¿Cuánto clases de sueños hay?: Hay tres clases de sueños según los dogmas de hombres
Sueños de Dios: Son verdaderos
mensajes que nos envía el Señor mientras dormimos, estos sueños pueden ser para
prevenirnos de un peligro o darnos una profecía para la iglesia. Muchos de los sueños y visiones que hallamos en la Biblia son proféticos, es decir, su propósito es predecir el futuro. Estas profecías han permitido a los lectores poner a prueba la exactitud tanto de ese libro como de sus escritores. ¿Se cumplió todo lo profetizado? Analicemos por ejemplo una visión que Daniel tuvo poco antes de la caída del Imperio babilónico, la cual se encuentra en Daniel. 8:1-7).
Sueños del Diablo: Son contrarios
a la palabra del Señor, el diablo también busca engañarnos, tentarnos y
atemorizarnos a través de los sueños para que el creyente se retracte de la
profesión de fe que ha hecho. Nos ofrece también el primer premio de la lotería
o el acierto de cuadro de caballos para volvernos ricos.
Sueños de
caraotas duras o de la carne: Son aquellos que se representan cuando
una persona se acuesta con hambre o con una pierna mal acomodada, sueña que lo
están torturando o que está nadando en un rió, y que le está cayendo una
gotera, estos sueños se olvidan enseguida. "No creáis en amigo, ni confiéis en príncipe; de la que duerme a tu lado cuídate, no abras tu boca. Porque el hijo deshonra al padre, la hija se levanta contra la madre, la nuera contra su suegra, y los enemigos del hombre son los de su casa. Mas yo a Jehová miraré, esperaré al Dios de mi salvación; el Dios mío me oirá." (Miq. 7:5).
" Manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lujuria, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, divisiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a éstas. En cuanto a esto, os advierto, como ya os he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios." (Gal. 5:19-21).
" Manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lujuria, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, divisiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a éstas. En cuanto a esto, os advierto, como ya os he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios." (Gal. 5:19-21).
"Y les sucederá como el que tiene hambre y sueña, y le parece que come, pero cuando despierta, su estómago está vacío; o como el que tiene sed y sueña, y le parece que bebe, pero cuando despierta, se halla cansado y sediento; así será la multitud de todas las naciones que pelearán contra el monte de Sion." (Isa. 29:8).
División
Dios se comunicó con los hombres por medio de sueños. "Y él les dijo: Oíd ahora mis palabras. Cuando haya entre vosotros profeta de Jehová, le apareceré en visión, en sueños hablaré con él. No así a mi siervo Moisés, que es fiel en toda mi casa. Cara a cara hablaré con él, y claramente, y no por figuras; y verá la apariencia de Jehová. ¿Por qué, pues, no tuvisteis temor de hablar contra mi siervo Moisés?." (Núm. 12:6), pero la Biblia enseña claramente que no todos son de origen divino. El Señor dio instrucciones precisas en cuanto a cómo se podía descubrir los falsos sueños y exponer a sus "soñadores"
Sueños engañosos: "Cuando se levantare en medio de ti profeta, o soñador de sueños, y te anunciare señal o prodigios, y si se cumpliere la señal o prodigio que él te anunció, diciendo: Vamos en pos de dioses ajenos, que no conociste, y sirvámosles; no darás oído a las palabras de tal profeta, ni al tal soñador de sueños; porque Jehová vuestro Dios os está probando, para saber si amáis a Jehová vuestro Dios con todo vuestro corazón, y con toda vuestra alma. En pos de Jehová vuestro Dios andaréis; a él temeréis, guardaréis sus mandamientos y escucharéis su voz, a él serviréis, y a él seguiréis. Tal profeta o soñador de sueños ha de ser muerto, por cuanto aconsejó rebelión contra Jehová vuestro Dios que te sacó de tierra de Egipto y te rescató de casa de servidumbre, y trató de apartarte del camino por el cual Jehová tu Dios te mandó que anduvieses; y así quitarás el mal de en medio de ti." (Deut. 13:1-5). En Job cap. 20 verso 8, "El malo será olvidado prontamente Como sueño volará, y no será hallado… El malo tiene muchas cosas, pero de pronto se levantan y ya no tienen nada Y disiparáse … Todo será como un sueño que parece real pero pronto pasa: Pensé que era rico Pensé tener mi futuro asegurado Pensé que siempre disfrutaría." se usan los sueños para ilustrar lo insustancial y transitorio.
Comentario Teológico Bíblico. Las palabras "sueños" y
"visiones" se usan a veces como sinónimos. "Sueño" se
refiere a lo que ve una persona mientras está dormida; en cambio
"visión" es "una aparición" o "algo que se ve".
La "visión", sin embargo, puede ocurrir también durante la noche, en
sueños "Entonces el secreto fue revelado a Daniel en
visión de noche, por lo cual bendijo Daniel al
Dios del cielo. Y Daniel habló
y dijo: Sea bendito el nombre de Dios de siglos en siglos, porque suyos son el
poder y la sabiduría. Él muda los tiempos y las edades; quita reyes, y pone
reyes; da la sabiduría a
los sabios, y la ciencia a los entendidos." (Dan.
2:19). "Y saliendo, le seguía; y no sabía que
era verdad lo que hacía el ángel, mas pensaba que veía visión." (Hec.
12:9), en cuyo caso ambos términos podrían describir adecuadamente el mismo
fenómeno. "Y será como un sueño, una visión nocturna, la
multitud de todas las naciones que combaten contra Ariel, todos los que
combaten contra ella y su fortaleza, y los que la afligen." (lsa.
29:7).
Derramamiento del Espíritu de Dios
En Joel cap. 2 verso 28, "Y
después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros
hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes
verán visiones." formando un paralelismo con Hec.
2:17, "Y en los postreros días, dice Dios, Derramaré de mi
Espíritu sobre toda carne, Y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán;
Vuestros jóvenes verán visiones, Y vuestros ancianos Soñarán
Sueños." Las dos palabras aparecen en un paralelismo
poético.
"Pero
Dios vino a Abimelec en sueños de noche, y le dijo: He aquí, muerto eres, a
causa de la mujer que has tomado, la cual es casada con marido. Mas
Abimelec no se había llegado a ella, y dijo: Señor, ¿matarás también al
inocente? ¿No me dijo él: Mi hermana es; y ella también dijo: Es mi
hermano? Con sencillez de mi corazón y con limpieza de mis manos he hecho
esto. Y le dijo Dios en sueños: Yo también sé que con integridad de tu
corazón has hecho esto; y yo también te detuve de pecar contra mí, y así no te
permití que la tocases. Ahora, pues, devuelve la mujer a su marido; porque
es profeta, y orará por ti, y vivirás. Y si no la devolvieres, sabe que de
cierto morirás tú, y todos los tuyos." (Gen.
20:3-7).
"Salió, pues, Jacob de Beerseba, y fue a Harán. Y llegó a un cierto lugar, y durmió allí, porque ya el sol se había puesto; y tomó de las piedras de aquel paraje y puso a su cabecera, y se acostó en aquel lugar. Y soñó: y he aquí una escalera que estaba apoyada en tierra, y su extremo tocaba en el cielo; y he aquí ángeles de Dios que subían y descendían por ella. Y he aquí, Jehová estaba en lo alto de ella, el cual dijo: Yo soy Jehová, el Dios de Abraham tu padre, y el Dios de Isaac; la tierra en que estás acostado te la daré a ti y a tu descendencia. Será tu descendencia como el polvo de la tierra, y te extenderás al occidente, al oriente, al norte y al sur; y todas las familias de la tierra serán benditas en ti y en tu simiente. He aquí, yo estoy contigo, y te guardaré por dondequiera que fueres, y volveré a traerte a esta tierra; porque no te dejaré hasta que haya hecho lo que te he dicho. Y despertó Jacob de su sueño, y dijo: Ciertamente Jehová está en este lugar, y yo no lo sabía. Y tuvo miedo, y dijo: !!Cuán terrible es este lugar! No es otra cosa que casa de Dios, y puerta del cielo." (Gen. 28:10-17).
"Pero Dios vino a Labán arameo en sueños durante la noche, y le dijo: Guárdate que no hables a Jacob ni bien ni mal." (Gen. 31:24).
"Salió, pues, Jacob de Beerseba, y fue a Harán. Y llegó a un cierto lugar, y durmió allí, porque ya el sol se había puesto; y tomó de las piedras de aquel paraje y puso a su cabecera, y se acostó en aquel lugar. Y soñó: y he aquí una escalera que estaba apoyada en tierra, y su extremo tocaba en el cielo; y he aquí ángeles de Dios que subían y descendían por ella. Y he aquí, Jehová estaba en lo alto de ella, el cual dijo: Yo soy Jehová, el Dios de Abraham tu padre, y el Dios de Isaac; la tierra en que estás acostado te la daré a ti y a tu descendencia. Será tu descendencia como el polvo de la tierra, y te extenderás al occidente, al oriente, al norte y al sur; y todas las familias de la tierra serán benditas en ti y en tu simiente. He aquí, yo estoy contigo, y te guardaré por dondequiera que fueres, y volveré a traerte a esta tierra; porque no te dejaré hasta que haya hecho lo que te he dicho. Y despertó Jacob de su sueño, y dijo: Ciertamente Jehová está en este lugar, y yo no lo sabía. Y tuvo miedo, y dijo: !!Cuán terrible es este lugar! No es otra cosa que casa de Dios, y puerta del cielo." (Gen. 28:10-17).
"Pero Dios vino a Labán arameo en sueños durante la noche, y le dijo: Guárdate que no hables a Jacob ni bien ni mal." (Gen. 31:24).
"Y soñó José un sueño y controlo a sus hermanos; y ellos vinieron a aborrecerle más todavía. Y él les dijo: Oíd ahora este sueño que he soñado: He aquí que atábamos manojos en medio del campo, y he aquí que mi manojo se levantaba, y estaba derecho, y que vuestros manojos estaban alrededor, y se inclinaban al mío. Y respondiéronle sus hermanos: ¿Has de reinar tú sobre nosotros, o te has de enseñorear sobre nosotros? Y le aborrecieron aún más a causa de sus sueños y de sus palabras. Y soñó aún otro sueño, y controlo a sus hermanos, diciendo: He aquí que he soñado otro sueño, y he aquí que el sol y la luna y once estrellas se inclinaban a mí. Y controlo a su padre y a sus hermanos: y su padre le reprendió, y díjole: ¿Qué sueño es este que soñaste? ¿Hemos de venir yo y tu madre, y tus hermanos, a inclinarnos a ti a tierra? Y sus hermanos le tenían envidia, mas su padre paraba la consideración en ello." (Gen. 37:5-11).
"Allí en la prisión, en una misma noche, tanto el copero como el panadero del rey de Egipto tuvieron cada uno un sueño, y cada sueño tenía su propio significado. Cuando José vino a verlos por la mañana, los miró y notó que estaban tristes. Entonces les preguntó a esos oficiales del faraón, que estaban presos como él en la casa de su señor: «¿Por qué tienen hoy tan mal semblante?» Ellos le dijeron: «Hemos tenido un sueño, y no hay quien lo interprete.» Y José les dijo: « ¿Acaso no corresponde a Dios interpretar los sueños? Cuéntenmelo ahora.» Entonces el jefe de los coperos le contó su sueño a José, y le dijo: «En mi sueño, veía yo una vid delante de mí; en la vid había tres sarmientos. La vid parecía brotar y arrojar su flor, y las uvas de sus racimos maduraban. Yo tenía en la mano la copa del faraón, y tomaba las uvas y las exprimía en la copa, y daba al faraón la copa en su mano.» José le dijo: «Ésta es la interpretación: los tres sarmientos son tres días. Al cabo de tres días el faraón te levantará la cabeza y te restituirá a tu puesto, y tú le darás la copa al faraón en la mano, como solías hacerlo cuando eras su copero. Al ver el jefe de los panaderos que José había hecho una buena interpretación, le dijo: «También yo soñé que veía tres canastillos blancos sobre mi cabeza. En el canastillo más alto había toda clase de manjares y pasteles para el faraón, y las aves los comían del canastillo que estaba sobre mi cabeza.» José respondió, y dijo: «Ésta es la interpretación: Los tres canastillos son tres días. Al cabo de tres días el faraón te levantará la cabeza, y hará que te cuelguen en la horca, y las aves te arrancarán la carne para comérsela.» Al tercer día, que era el día del cumpleaños del faraón, éste ofreció un banquete para todos sus sirvientes; y en medio de sus servidores levantó la cabeza del jefe de los coperos y la cabeza del jefe de los panaderos. Al jefe de los coperos lo hizo volver a su puesto, y éste daba al faraón la copa en su mano; pero al jefe de los panaderos lo mandó a la horca, conforme a la interpretación que José les había hecho. Pero el jefe de los coperos, lejos de acordarse de José, se olvidó de él." (Gen. 40:5-13 y 16 al 22).
"Aconteció que pasados dos años tuvo Faraón un sueño. Le parecía que estaba junto al río; y que del río subían siete vacas, hermosas a la vista, y muy gordas, y pacían en el prado. Y que tras ellas subían del río otras siete vacas de feo aspecto y enjutas de carne, y se pararon cerca de las vacas hermosas a la orilla del río; y que las vacas de feo aspecto y enjutas de carne devoraban a las siete vacas hermosas y muy gordas. Y despertó Faraón. Se durmió de nuevo, y soñó la segunda vez: Que siete espigas llenas y hermosas crecían de una sola caña, y que después de ellas salían otras siete espigas menudas y abatidas del viento solano; y las siete espigas menudas devoraban a las siete espigas gruesas y llenas. Y despertó Faraón, y he aquí que era sueño. Sucedió que por la mañana estaba agitado su espíritu, y envió e hizo llamar a todos los magos de Egipto, y a todos sus sabios; y les contó Faraón sus sueños, más no había quien los pudiese interpretar a Faraón. Entonces el jefe de los coperos habló a Faraón, diciendo: Me acuerdo hoy de mis faltas. Cuando Faraón se enojó contra sus siervos, nos echó a la prisión de la casa del capitán de la guardia a mí y al jefe de los panaderos. Y él y yo tuvimos un sueño en la misma noche, y cada sueño tenía su propio significado. Estaba allí con nosotros un joven hebreo, siervo del capitán de la guardia; y se lo contamos, y él nos interpretó nuestros sueños, y declaró a cada uno conforme a su sueño. Y aconteció que como él nos los interpretó, así fue: yo fui restablecido en mi puesto, y el otro fue colgado. Entonces Faraón envió y llamó a José. Y lo sacaron apresuradamente de la cárcel, y se afeitó, y mudó sus vestidos, y vino a Faraón. Y dijo Faraón a José: Yo he tenido un sueño, y no hay quien lo interprete; mas he oído decir de ti, que oyes sueños para interpretarlos. Respondió José a Faraón, diciendo: No está en mí; Dios será el que dé respuesta propicia a Faraón. Entonces Faraón dijo a José: En mi sueño me parecía que estaba a la orilla del río; y que del río subían siete vacas de gruesas carnes y hermosa apariencia, que pacían en el prado. Y que otras siete vacas subían después de ellas, flacas y de muy feo aspecto; tan extenuadas, que no he visto otras semejantes en fealdad en toda la tierra de Egipto. Y las vacas flacas y feas devoraban a las siete primeras vacas gordas; y éstas entraban en sus entrañas, mas no se conocía que hubiesen entrado, porque la apariencia de las flacas era aún mala, como al principio. Y yo desperté. Vi también soñando, que siete espigas crecían en una misma caña, llenas y hermosas. Y que otras siete espigas menudas, marchitas, abatidas del viento solano, crecían después de ellas; y las espigas menudas devoraban a las siete espigas hermosas; y lo he dicho a los magos, mas no hay quien me lo interprete. Entonces respondió José a Faraón: El sueño de Faraón es uno mismo; Dios ha mostrado a Faraón lo que va a hacer.
La interpretación que Dios le dio a José a los Sueños del Faraón
Las siete vacas hermosas siete años son; y las espigas hermosas son siete años: el sueño es uno mismo. También las siete vacas flacas y feas que subían tras ellas, son siete años; y las siete espigas menudas y marchitas del viento solano, siete años serán de hambre. Esto es lo que respondo a Faraón. Lo que Dios va a hacer, lo ha mostrado a Faraón. He aquí vienen siete años de gran abundancia en toda la tierra de Egipto. Y tras ellos seguirán siete años de hambre; y toda la abundancia será olvidada en la tierra de Egipto, y el hambre consumirá la tierra. Y aquella abundancia no se echará de ver, a causa del hambre siguiente la cual será gravísima. Y el suceder el sueño a Faraón dos veces, significa que la cosa es firme de parte de Dios, y que Dios se apresura a hacerla. Por tanto, provéase ahora Faraón de un varón prudente y sabio, y póngalo sobre la tierra de Egipto. Haga esto Faraón, y ponga gobernadores sobre el país, y quinte la tierra de Egipto en los siete años de la abundancia. Y junten toda la provisión de estos buenos años que vienen, y recojan el trigo bajo la mano de Faraón para mantenimiento de las ciudades; y guárdenlo. Y esté aquella provisión en depósito para el país, para los siete años de hambre que habrá en la tierra de Egipto; y el país no perecerá de hambre." (Gen. 41:1-36).
"Cuando se levantare en medio de ti profeta, o soñador de sueños, y te anunciare señal o prodigios, y si se cumpliere la señal o prodigio que él te anunció, diciendo: Vamos en pos de dioses ajenos, que no conociste, y sirvámosles; no darás oído a las palabras de tal profeta, ni al tal soñador de sueños; porque Jehová vuestro Dios os está probando, para saber si amáis a Jehová vuestro Dios con todo vuestro corazón, y con toda vuestra alma. En pos de Jehová vuestro Dios andaréis; a él temeréis, guardaréis sus mandamientos y escucharéis su voz, a él serviréis, y a él seguiréis." (Deut. 13:1-4).
Gedeón y los madianitas. "Cuando llegó Gedeón, he aquí que un hombre estaba contando a su compañero un sueño, diciendo: He aquí yo soñé un sueño: Veía un pan de cebada que rodaba hasta el campamento de Madián, y llegó a la tienda, y la golpeó de tal manera que cayó, y la trastornó de arriba abajo, y la tienda cayó. Y su compañero respondió y dijo: Esto no es otra cosa sino la espada de Gedeón hijo de Joas, varón de Israel. Dios ha entregado en sus manos a los madianitas con todo el campamento. Cuando Gedeón oyó el relato del sueño y su interpretación, adoró; y vuelto al campamento de Israel, dijo: Levantaos, porque Jehová ha entregado el campamento de Madián en vuestras manos." (Jue. 7:13-15).
Derramamiento del Espíritu de Dios. "Y después de esto derramaré mi
Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas;
vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones. Y también
sobre los siervos y sobre las siervas derramaré mi Espíritu en aquellos días. Y
daré prodigios en el cielo y en la tierra, sangre, y fuego, y columnas de
humo." (Joel. 2:28-30). "Y en los postreros días,
dice Dios, Derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, Y vuestros hijos y
vuestras hijas profetizarán; Vuestros jóvenes verán visiones, Y vuestros
ancianos soñarán sueños; Y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en
aquellos días Derramaré de mi Espíritu, y profetizarán." (Hec.
2:17-18).
Jehová se le aparece al rey Salomón en Gabaón en sueños
"Y se le apareció Jehová a Salomón en Gabaón una noche en sueños, y le dijo Dios: Pide lo que quieras que yo te dé. Y Salomón dijo: Tú hiciste gran misericordia a tu siervo David mi padre, porque él anduvo delante de ti en verdad, en justicia, y con rectitud de corazón para contigo; y tú le has reservado esta tu gran misericordia, en que le diste hijo que se sentase en su trono, como sucede en este día.
Jehová se le aparece al rey Salomón en Gabaón en sueños
"Y se le apareció Jehová a Salomón en Gabaón una noche en sueños, y le dijo Dios: Pide lo que quieras que yo te dé. Y Salomón dijo: Tú hiciste gran misericordia a tu siervo David mi padre, porque él anduvo delante de ti en verdad, en justicia, y con rectitud de corazón para contigo; y tú le has reservado esta tu gran misericordia, en que le diste hijo que se sentase en su trono, como sucede en este día.
Ahora pues, Jehová Dios mío, tú me has puesto a mí tu siervo por rey en
lugar de David mi padre; y yo soy joven, y no sé cómo entrar ni salir. Y
tu siervo está en medio de tu pueblo al cual tú escogiste; un pueblo grande,
que no se puede contar ni numerar por su multitud. Da, pues, a tu siervo
corazón entendido para juzgar a tu pueblo, y para discernir entre lo bueno y lo
malo; porque ¿quién podrá gobernar este tu pueblo tan grande? Y agradó delante
del Señor que Salomón pidiese esto. Y le dijo Dios: Porque has demandado esto,
y no pediste para ti muchos días, ni pediste para ti riquezas, ni pediste la
vida de tus enemigos, sino que demandaste para ti inteligencia para oír juicio,
he aquí lo he hecho conforme a tus palabras; he aquí que te he dado corazón
sabio y entendido, tanto que no ha habido antes de ti otro como tú, ni después
de ti se levantará otro como tú. Y aun también te he dado las cosas que no
pediste, riquezas y gloria, de tal manera que entre los reyes ninguno haya como
tú en todos tus días. Y si anduvieres en mis caminos, guardando mis estatutos y
mis mandamientos, como anduvo David tu padre, yo alargaré tus días. Cuando
Salomón despertó, vio que era sueño; y vino a Jerusalén, y se presentó delante
del arca del pacto de Jehová, y sacrificó holocaustos y ofreció sacrificios de
paz, e hizo también banquete a todos sus siervos." (1 Rey.
3:5-15).
Gedeón y los Madianitas
Gedeón y los Madianitas
" Y aconteció que
aquella noche Jehová le dijo: Levántate, y desciende al campo; porque yo lo he
entregado en tus manos. Y si tienes temor de descender, baja tú con Phara
tu criado al campo, Y oirás lo que hablan; y entonces tus manos se
esforzarán, y descenderás al campo. Y él descendió con Para su criado al
principio de la gente de armas que estaba en el campo. Madián, y Amalec, y
todos los orientales, estaban tendidos en el valle como langostas en
muchedumbre, y sus camellos eran innumerables, como la arena que está a la
ribera de la mar en multitud. Y luego que llegó Gedeón, he aquí que un
hombre estaba contando a su compañero un sueño, diciendo: He aquí yo soñé un
sueño: que veía un pan de cebada que rodaba hasta el campo de Madián, y llegaba
a las tiendas, y las hería de tal manera que caían, y las trastornaba de arriba
abajo, y las tiendas caían. su compañero respondió, y dijo: Esto no
es otra cosa sino la espada de Gedeón hijo de Joas, varón de Israel: Dios ha
entregado en sus manos a los Madianitas con todo el campo. Y como Gedeón oyó la
historia del sueño y su interpretación, adoró; y vuelto al campo de Israel,
dijo: Levantaos, que Jehová ha entregado el campo de Madián en vuestras
manos." (Jue. 7:9-15)
Daniel interpreta el sueño de Nabucodonosor
"En el segundo año del reinado de Nabucodonosor, tuvo Nabucodonosor
sueños, y se perturbó su espíritu, y se le fue el sueño. Hizo llamar el
rey a magos, astrólogos, encantadores y caldeos, para que le explicasen sus
sueños. Vinieron, pues, y se presentaron delante del rey. Y el rey les
dijo: He tenido un sueño, y mi espíritu se ha turbado por saber el
sueño. Entonces hablaron los caldeos al rey en lengua aramea: Rey, para
siempre vive; di el sueño a tus siervos, y te mostraremos la
interpretación. Respondió el rey y dijo a los caldeos: El asunto lo
olvidé; si no me mostráis el sueño y su interpretación, seréis hechos pedazos,
y vuestras casas serán convertidas en muladares.
Y si me mostrareis el sueño y su interpretación, recibiréis de mí dones
y favores y gran honra. Decidme, pues, el sueño y su
interpretación. Respondieron por segunda vez, y dijeron: Diga el rey el
sueño a sus siervos, y le mostraremos la interpretación. El rey respondió y
dijo: Yo conozco ciertamente que vosotros ponéis dilaciones, porque veis que el
asunto se me ha ido. Si no me mostráis el sueño, una sola sentencia hay para
vosotros. Ciertamente preparáis respuesta mentirosa y perversa que decir
delante de mí, entre tanto que pasa el tiempo. Decidme, pues, el sueño, para
que yo sepa que me podéis dar su interpretación. Los caldeos respondieron
delante del rey, y dijeron: No hay hombre sobre la tierra que pueda declarar el
asunto del rey; además de esto, ningún rey, príncipe ni señor preguntó cosa
semejante a ningún mago ni astrólogo ni caldeo. Porque el asunto que el rey
demanda es difícil, y no hay quien lo pueda declarar al rey, salvo los dioses
cuya morada no es con la carne. Por esto el rey con ira y con gran enojo mandó
que matasen a todos los sabios de Babilonia. Y se publicó el edicto de que los
sabios fueran llevados a la muerte; y buscaron a Daniel y a sus compañeros para
matarlos. Entonces Daniel habló sabia y prudentemente a Arioc, capitán de la
guardia del rey, que había salido para matar a los sabios de Babilonia. Habló y
dijo a Arioc capitán del rey: ¿Cuál es la causa de que este edicto se publique
de parte del rey tan apresuradamente? Entonces Arioc hizo saber a Daniel lo que
había. Y Daniel entró y pidió al rey que le diese tiempo, y que él mostraría la
interpretación al rey. Luego se fue Daniel a su casa e hizo saber lo que había
a Ananías, Misael y Azarías, sus compañeros, Para que pidiesen misericordias del Dios del cielo sobre este misterio,
a fin de que Daniel y sus compañeros no pereciesen con los otros sabios de
Babilonia.
Entonces el secreto fue revelado a Daniel en visión de noche, por lo
cual bendijo Daniel al Dios del cielo. Y Daniel habló y dijo: Sea bendito
el nombre de Dios de siglos en siglos, porque suyos son el poder y la
sabiduría. El muda los tiempos y las edades; quita reyes, y pone reyes; da la
sabiduría a los sabios, y la ciencia a los entendidos. El revela lo profundo y
lo escondido; conoce lo que está en tinieblas, y con él mora la luz. A ti, oh
Dios de mis padres, te doy gracias y te alabo, porque me has dado sabiduría y
fuerza, y ahora me has revelado lo que te pedimos; pues nos has dado a conocer
el asunto del rey. Después de esto fue Daniel a Arioc, al cual el rey había
puesto para matar a los sabios de Babilonia, y le dijo así: No mates a los
sabios de Babilonia; llévame a la presencia del rey, y yo le mostraré la
interpretación. Entonces Arioc llevó prontamente a Daniel ante el rey, y le dijo así: He
hallado un varón de los deportados de Judá, el cual dará al rey la
interpretación.
Respondió el rey y dijo a Daniel, al cual llamaban Beltsasar: ¿Podrás tú
hacerme conocer el sueño que vi, y su interpretación? Daniel respondió
delante del rey, diciendo: El misterio que el rey demanda, ni sabios, ni
astrólogos, ni magos ni adivinos lo pueden revelar al rey. Pero hay un Dios en
los cielos, el cual revela los misterios, y él ha hecho saber al rey
Nabucodonosor lo que ha de acontecer en los postreros días. He aquí tu sueño, y
las visiones que has tenido en tu cama: Estando tú, oh rey, en tu cama, te
vinieron pensamientos por saber lo que había de ser en lo por venir; y el que
revela los misterios te mostró lo que ha de ser. Y a mí me ha sido revelado
este misterio, no porque en mí haya más sabiduría que en todos los vivientes,
sino para que se dé a conocer al rey la interpretación, y para que entiendas
los pensamientos de tu corazón. Tú, oh rey, veías, y he aquí una gran imagen.
Esta imagen, que era muy grande, y cuya gloria era muy sublime, estaba en pie
delante de ti, y su aspecto era terrible. La cabeza de esta imagen era de oro
fino; su pecho y sus brazos, de plata; su vientre y sus muslos, de bronce;
Sus piernas, de hierro; sus pies, en parte de hierro y en parte de barro
cocido.
Estabas mirando, hasta que una piedra fue cortada, no con mano, e hirió
a la imagen en sus pies de hierro y de barro cocido, y los desmenuzó. Entonces
fueron desmenuzados también el hierro, el barro cocido, el bronce, la plata y
el oro, y fueron como tamo de las eras del verano, y se los llevó el viento sin
que de ellos quedara rastro alguno. Mas la piedra que hirió a la imagen fue
hecha un gran monte que llenó toda la tierra. Este es el sueño; también la
interpretación de él diremos en presencia del rey. Tú, oh rey, eres rey de
reyes; porque el Dios del cielo te ha dado reino, poder, fuerza y majestad.
Y dondequiera que habitan hijos de hombres, bestias del campo y aves del
cielo, él los ha entregado en tu mano, y te ha dado el dominio sobre todo; tú
eres aquella cabeza de oro. Y después de ti se levantará otro reino
inferior al tuyo; y luego un tercer reino de bronce, el cual dominará sobre
toda la tierra.
Y el cuarto reino será fuerte como hierro; y como el hierro desmenuza y
rompe todas las cosas, desmenuzará y quebrantará todo. Y lo que viste de
los pies y los dedos, en parte de barro cocido de alfarero y en parte de
hierro, será un reino dividido; mas habrá en él algo de la fuerza del hierro,
así como viste hierro mezclado con barro cocido. Y por ser los dedos de los
pies en parte de hierro y en parte de barro cocido, el reino será en parte
fuerte, y en parte frágil. Así como viste el hierro mezclado con barro, se
mezclarán por medio de alianzas humanas; pero no se unirán el uno con el otro,
como el hierro no se mezcla con el barro. Y en los días de estos reyes el Dios
del cielo levantará un reino que no será jamás destruido, ni será el reino dejado
a otro pueblo; desmenuzará y consumirá a todos estos reinos, pero él
permanecerá para siempre, de la manera que viste que del monte fue cortada una
piedra, no con mano, la cual desmenuzó el hierro, el bronce, el barro, la plata
y el oro. El gran Dios ha mostrado al rey lo que ha de acontecer en lo por
venir; y el sueño es verdadero, y fiel su interpretación. Entonces el rey
Nabucodonosor se postró sobre su rostro y se humilló ante Daniel, y mandó que
le ofreciesen presentes e incienso. El rey habló a Daniel, y dijo: Ciertamente
el Dios vuestro es Dios de dioses, y Señor de los reyes, y el que revela los
misterios, pues pudiste revelar este misterio. Entonces el rey engrandeció
a Daniel, y le dio muchos honores y grandes dones, y le hizo gobernador de toda
la provincia de Babilonia, y jefe supremo de todos los sabios de
Babilonia." (Dan. 2:1-48).
La locura del rey Nabucodonosor
"Vi un sueño que me espantó, y tendido en cama, las imaginaciones y visiones de mi cabeza me turbaron. Por esto mandé que vinieran delante de mí todos los sabios de Babilonia, para que me mostrasen la interpretación del sueño. Y vinieron magos, astrólogos, caldeos y adivinos, y les dije el sueño, pero no me pudieron mostrar su interpretación, hasta que entró delante de mí Daniel, cuyo nombre es Beltsasar, como el nombre de mi dios, y en quien mora el espíritu de los dioses santos. Conté delante de él el sueño, diciendo: Beltsasar, jefe de los magos, ya que he entendido que hay en ti espíritu de los dioses santos, y que ningún misterio se te esconde, declárame las visiones de mi sueño que he visto, y su interpretación. Estas fueron las visiones de mi cabeza mientras estaba en mi cama: Me parecía ver en medio de la tierra un árbol, cuya altura era grande. Crecía este árbol, y se hacía fuerte, y su copa llegaba hasta el cielo, y se le alcanzaba a ver desde todos los confines de la tierra. Su follaje era hermoso y su fruto abundante, y había en él alimento para todos. Debajo de él se ponían a la sombra las bestias del campo, y en sus ramas hacían morada las aves del cielo, y se mantenía de él toda carne. Vi en las visiones de mi cabeza mientras estaba en mi cama, que he aquí un vigilante y santo descendía del cielo. Y clamaba fuertemente y decía así: Derribad el árbol, y cortad sus ramas, quitadle el follaje, y dispersad su fruto; váyanse las bestias que están debajo de él, y las aves de sus ramas.
La locura del rey Nabucodonosor
"Vi un sueño que me espantó, y tendido en cama, las imaginaciones y visiones de mi cabeza me turbaron. Por esto mandé que vinieran delante de mí todos los sabios de Babilonia, para que me mostrasen la interpretación del sueño. Y vinieron magos, astrólogos, caldeos y adivinos, y les dije el sueño, pero no me pudieron mostrar su interpretación, hasta que entró delante de mí Daniel, cuyo nombre es Beltsasar, como el nombre de mi dios, y en quien mora el espíritu de los dioses santos. Conté delante de él el sueño, diciendo: Beltsasar, jefe de los magos, ya que he entendido que hay en ti espíritu de los dioses santos, y que ningún misterio se te esconde, declárame las visiones de mi sueño que he visto, y su interpretación. Estas fueron las visiones de mi cabeza mientras estaba en mi cama: Me parecía ver en medio de la tierra un árbol, cuya altura era grande. Crecía este árbol, y se hacía fuerte, y su copa llegaba hasta el cielo, y se le alcanzaba a ver desde todos los confines de la tierra. Su follaje era hermoso y su fruto abundante, y había en él alimento para todos. Debajo de él se ponían a la sombra las bestias del campo, y en sus ramas hacían morada las aves del cielo, y se mantenía de él toda carne. Vi en las visiones de mi cabeza mientras estaba en mi cama, que he aquí un vigilante y santo descendía del cielo. Y clamaba fuertemente y decía así: Derribad el árbol, y cortad sus ramas, quitadle el follaje, y dispersad su fruto; váyanse las bestias que están debajo de él, y las aves de sus ramas.
Mas la cepa de sus raíces dejaréis en la tierra, con atadura de hierro y
de bronce entre la hierba del campo; sea mojado con el rocío del cielo, y con
las bestias sea su parte entre la hierba de la tierra. Su corazón de
hombre sea cambiado, y le sea dado corazón de bestia, y pasen sobre él siete
tiempos.
La sentencia es por decreto de los vigilantes, y por dicho de los santos
la resolución, para que conozcan los vivientes que el Altísimo gobierna el
reino de los hombres, y que a quien él quiere lo da, y constituye sobre él al
más bajo de los hombres. Yo el rey Nabucodonosor he visto este sueño. Tú,
pues, Beltsasar, dirás la interpretación de él, porque todos los sabios de mi
reino no han podido mostrarme su interpretación; mas tú puedes, porque mora en
ti el espíritu de los dioses santos. Entonces Daniel, cuyo nombre era
Beltsasar, quedó atónito casi una hora, y sus pensamientos lo turbaban. El rey
habló y dijo: Beltsasar, no te turben ni el sueño ni su interpretación.
Beltsasar respondió y dijo: Señor mío, el sueño sea para tus enemigos, y su
interpretación para los que mal te quieren. El árbol que viste, que crecía y se
hacía fuerte, y cuya copa llegaba hasta el cielo, y que se veía desde todos los
confines de la tierra, cuyo follaje era hermoso, y su fruto abundante, y en que
había alimento para todos, debajo del cual moraban las bestias del campo, y en
cuyas ramas anidaban las aves del cielo, tú mismo eres, oh rey, que creciste y
te hiciste fuerte, pues creció tu grandeza y ha llegado hasta el cielo, y tu
dominio hasta los confines de la tierra. Y en cuanto a lo que vio el rey, un
vigilante y santo que descendía del cielo y decía: Cortad el árbol y
destruidlo; mas la cepa de sus raíces dejaréis en la tierra, con atadura de
hierro y de bronce en la hierba del campo; y sea mojado con el rocío del cielo,
y con las bestias del campo sea su parte, hasta que pasen sobre él siete
tiempos; esta es la interpretación, oh rey, y la sentencia del Altísimo, que ha
venido sobre mi señor el rey: Que te echarán de entre los hombres, y con las
bestias del campo será tu morada, y con hierba del campo te apacentarán como a
los bueyes, y con el rocío del cielo serás bañado; y siete tiempos pasarán sobre
ti, hasta que conozcas que el Altísimo tiene dominio en el reino de los
hombres, y que lo da a quien él quiere. Y en cuanto a la orden de dejar en la
tierra la cepa de las raíces del mismo árbol, significa que tu reino te quedará
firme, luego que reconozcas que el cielo gobierna. Por tanto, oh rey, acepta mi
consejo: tus pecados redime con justicia, y tus iniquidades haciendo
misericordias para con los oprimidos, pues tal vez será eso una prolongación de
tu tranquilidad. Todo esto vino sobre el rey Nabucodonosor. Al cabo de doce
meses, paseando en el palacio real de Babilonia, habló el rey y dijo: ¿No es
ésta la gran Babilonia que yo edifiqué para casa real con la fuerza de mi
poder, y para gloria de mi majestad? Aún estaba la palabra en la boca del rey, cuando
vino una voz del cielo: A ti se te dice, rey Nabucodonosor: El reino ha sido
quitado de ti; y de entre los hombres te arrojarán, y con las bestias del campo
será tu habitación, y como a los bueyes te apacentarán; y siete tiempos pasarán
sobre ti, hasta que reconozcas que el Altísimo tiene el dominio en el reino de
los hombres, y lo da a quien él quiere. En la misma hora se cumplió la palabra
sobre Nabucodonosor, y fue echado de entre los hombres; y comía hierba como los
bueyes, y su cuerpo se mojaba con el rocío del cielo, hasta que su pelo creció
como plumas de águila, y sus uñas como las de las aves. Mas al fin del tiempo
yo Nabucodonosor alcé mis ojos al cielo, y mi razón me fue devuelta; y bendije
al Altísimo, y alabé y glorifiqué al que vive para siempre, cuyo dominio es
sempiterno, y su reino por todas las edades. Todos los habitantes de la tierra
son considerados como nada; y él hace según su voluntad en el ejército del
cielo, y en los habitantes de la tierra, y no hay quien detenga su mano, y le
diga: ¿Qué haces? En el mismo tiempo mi razón me fue devuelta, y la majestad de
mi reino, mi dignidad y mi grandeza volvieron a mí, y mis gobernadores y mis
consejeros me buscaron; y fui restablecido en mi reino, y mayor grandeza me fue
añadida. Ahora yo Nabucodonosor alabo, engrandezco y glorifico al Rey del
cielo, porque todas sus obras son verdaderas, y sus caminos justos; y él puede
humillar a los que andan con soberbia." (Dan. 4:5-37).
Nacimiento de Jesucristo en la aldea de Belen
"El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con José, antes que se juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo. José su marido, como era justo, y no quería infamarla, quiso dejarla secretamente. Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es. Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados. Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta, cuando dijo: He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, Y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros. Y despertando José del sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado, y recibió a su mujer. Pero no la conoció hasta que dio a luz a su hijo primogénito; y le puso por nombre Jesús." (Mat. 1:18-25).
Nacimiento de Jesucristo en la aldea de Belen
"El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con José, antes que se juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo. José su marido, como era justo, y no quería infamarla, quiso dejarla secretamente. Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es. Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados. Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta, cuando dijo: He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, Y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros. Y despertando José del sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado, y recibió a su mujer. Pero no la conoció hasta que dio a luz a su hijo primogénito; y le puso por nombre Jesús." (Mat. 1:18-25).
La huida a Egipto: Cuando ya los sabios se
habían ido, un ángel del Señor se le apareció en sueños a José, y le dijo:
«Levántate, toma al niño y a su madre, y huye a Egipto. Quédate allí hasta que
yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo.» José se levantó, tomó al niño y a su madre, y salió con ellos de noche
camino de Egipto, donde estuvieron hasta que murió Herodes. Esto sucedió
para que se cumpliera lo que el Señor había dicho por medio del profeta: «De
Egipto llamé a mi Hijo.» Mas muerto Herodes, he aquí el ángel
del Señor aparece en sueños a José en Egipto, Diciendo: Levántate, y toma
al niño y a su madre, y vete a tierra de Israel; que muertos son los que
procuraban la muerte del niño. Entonces él se levantó, y tomó al niño y a
su madre, y se vino a tierra de Israel. Y oyendo que Arquelao reinaba en
Judea en lugar de Herodes su padre, temió ir allá: más amonestado por
revelación en sueños, se fue a las partes de Galilea. Y vino, y
habitó en la ciudad que se llama Nazaret: para que se cumpliese lo que fue
dicho por los profetas, que había de ser llamado Nazareno." (Mat.
2:13-15-19-23).
Conclusión
María y Aarón murmuran contra Moisés: María y
Aarón hablaron contra Moisés a causa de la mujer cusita que había tomado;
porque él había tomado mujer cusita. Y dijeron: ¿Solamente por Moisés ha
hablado Jehová? ¿No ha hablado también por nosotros? Y lo oyó Jehová. Y aquel
varón Moisés era muy manso, más que todos los hombres que había sobre la
tierra. Luego dijo Jehová a Moisés, a Aarón y a María: Salid vosotros tres al
tabernáculo de reunión. Y salieron ellos tres. Entonces Jehová descendió en la
columna de la nube, y se puso a la puerta del tabernáculo, y llamó a Aarón y a
María; y salieron ambos. Y él les dijo: Oíd ahora mis palabras. Cuando haya
entre vosotros profeta de Jehová, le apareceré en visión, en sueños hablaré con
él. No así a mi siervo Moisés, que es fiel en toda mi casa. Cara a cara hablaré
con él, y claramente, y no por figuras; y verá la apariencia de Jehová. ¿Por
qué, pues, no tuvisteis temor de hablar contra mi siervo Moisés? Entonces la
ira de Jehová se encendió contra ellos; y se fue.
Y la nube se apartó del tabernáculo, y he aquí que María estaba leprosa
como la nieve; y miró Aarón a María, y he aquí que estaba leprosa. Y dijo
Aarón a Moisés Ah! señor mío, no pongas ahora sobre nosotros este pecado;
porque locamente hemos actuado, y hemos pecado. No quede ella ahora como el que
nace muerto, que al salir del vientre de su madre, tiene ya medio consumida su
carne. Entonces Moisés clamó a Jehová, diciendo: Te ruego, oh Dios, que la
sanes ahora. Respondió Jehová a Moisés: Pues si su padre hubiera escupido en su
rostro, ¿no se avergonzaría por siete días? Sea echada fuera del campamento por
siete días, y después volverá a la congregación. Así María fue echada
del campamento siete días; y el pueblo no pasó adelante hasta que se reunió
María con ellos." (Núm. 12:1-15).
Escarnio de parte de Dios contra los falsos profetas y soñadores de sueños
"¿Soy yo Dios de cerca solamente, dice Jehová, y no Dios desde muy lejos? ¿Se ocultará alguno, dice Jehová, en escondrijos que yo no lo vea? ¿No lleno yo, dice Jehová, el cielo y la tierra? Yo he oído lo que aquellos profetas dijeron, profetizando mentira en mi nombre, diciendo: Soñé, soñé. ¿Hasta cuándo estará esto en el corazón de los profetas que profetizan mentira, y que profetizan el engaño de su corazón? ¿No piensan cómo hacen que mi pueblo se olvide de mi nombre con sus sueños que cada uno cuenta a su compañero, al modo que sus padres se olvidaron de mi nombre por Baal? El profeta que tuviere un sueño, cuente el sueño; y aquel a quien fuere mi palabra, cuente mi palabra verdadera. ¿Qué tiene que ver la paja con el trigo? dice Jehová. ¿No es mi palabra como fuego, dice Jehová, y como martillo que quebranta la piedra? Por tanto, he aquí que yo estoy contra los profetas, dice Jehová, que hurtan mis palabras cada uno de su más cercano. Dice Jehová: He aquí que yo estoy contra los profetas que endulzan sus lenguas y dicen: Él ha dicho. He aquí, dice Jehová, yo estoy contra los que profetizan sueños mentirosos, y los cuentan, y hacen errar a mi pueblo con sus mentiras y con sus lisonjas, y yo no los envié ni les mandé; y ningún provecho hicieron a este pueblo, dice Jehová." (Jer. 23:23-32).
Dios ha comunicado mensajes importantes al ser humano y lo ha hecho de diversas maneras. En tiempos bíblicos usaba sueños de vez en cuando. Pero no eran como los sueños confusos y sin sentido que tenemos todos los días. Eran muy reales y coherentes, y contenían un mensaje claro. Por ejemplo, el profeta Daniel vio en un sueño una serie de bestias que representaban poderosos gobiernos; el primero fue Babilonia y el último gobierna en nuestros días (Daniel 7:1-3-17). Dios también utilizó un sueño para indicarle a José, el padre adoptivo de Jesús, que huyera a Egipto junto con su esposa y su hijo. Gracias a eso, Jesús se libró de morir a manos del malvado rey Herodes. Cuando este murió, Dios se comunicó con José por medio de otro sueño y le dijo que regresaran a su tierra (Mateo 2:13-15, 19-23).
Daniel vio que un macho de las cabras derribaba y pisoteaba a un carnero. ¿Qué significaba la visión? Daniel no tuvo que adivinarlo, pues un ángel enviado por Dios le dijo: “El carnero [...] que poseía los dos cuernos representa a los reyes de Media y Persia. Y el macho cabrío peludo representa al rey de Grecia” (Daniel 8:20-21). La historia nos confirma que Medopersia fue la siguiente potencia mundial después de Babilonia. Y unos doscientos años más tarde, Medopersia cayó ante Grecia y su comandante, Alejandro Magno. La increíble exactitud con la que se cumplió esta visión demuestra lo confiables que son las profecías bíblicas. Tan solo este aspecto coloca a la Biblia muy por encima de cualquier otro libro sagrado y la hace merecedora de toda nuestra confianza.
Escarnio de parte de Dios contra los falsos profetas y soñadores de sueños
"¿Soy yo Dios de cerca solamente, dice Jehová, y no Dios desde muy lejos? ¿Se ocultará alguno, dice Jehová, en escondrijos que yo no lo vea? ¿No lleno yo, dice Jehová, el cielo y la tierra? Yo he oído lo que aquellos profetas dijeron, profetizando mentira en mi nombre, diciendo: Soñé, soñé. ¿Hasta cuándo estará esto en el corazón de los profetas que profetizan mentira, y que profetizan el engaño de su corazón? ¿No piensan cómo hacen que mi pueblo se olvide de mi nombre con sus sueños que cada uno cuenta a su compañero, al modo que sus padres se olvidaron de mi nombre por Baal? El profeta que tuviere un sueño, cuente el sueño; y aquel a quien fuere mi palabra, cuente mi palabra verdadera. ¿Qué tiene que ver la paja con el trigo? dice Jehová. ¿No es mi palabra como fuego, dice Jehová, y como martillo que quebranta la piedra? Por tanto, he aquí que yo estoy contra los profetas, dice Jehová, que hurtan mis palabras cada uno de su más cercano. Dice Jehová: He aquí que yo estoy contra los profetas que endulzan sus lenguas y dicen: Él ha dicho. He aquí, dice Jehová, yo estoy contra los que profetizan sueños mentirosos, y los cuentan, y hacen errar a mi pueblo con sus mentiras y con sus lisonjas, y yo no los envié ni les mandé; y ningún provecho hicieron a este pueblo, dice Jehová." (Jer. 23:23-32).
Dios ha comunicado mensajes importantes al ser humano y lo ha hecho de diversas maneras. En tiempos bíblicos usaba sueños de vez en cuando. Pero no eran como los sueños confusos y sin sentido que tenemos todos los días. Eran muy reales y coherentes, y contenían un mensaje claro. Por ejemplo, el profeta Daniel vio en un sueño una serie de bestias que representaban poderosos gobiernos; el primero fue Babilonia y el último gobierna en nuestros días (Daniel 7:1-3-17). Dios también utilizó un sueño para indicarle a José, el padre adoptivo de Jesús, que huyera a Egipto junto con su esposa y su hijo. Gracias a eso, Jesús se libró de morir a manos del malvado rey Herodes. Cuando este murió, Dios se comunicó con José por medio de otro sueño y le dijo que regresaran a su tierra (Mateo 2:13-15, 19-23).
Daniel vio que un macho de las cabras derribaba y pisoteaba a un carnero. ¿Qué significaba la visión? Daniel no tuvo que adivinarlo, pues un ángel enviado por Dios le dijo: “El carnero [...] que poseía los dos cuernos representa a los reyes de Media y Persia. Y el macho cabrío peludo representa al rey de Grecia” (Daniel 8:20-21). La historia nos confirma que Medopersia fue la siguiente potencia mundial después de Babilonia. Y unos doscientos años más tarde, Medopersia cayó ante Grecia y su comandante, Alejandro Magno. La increíble exactitud con la que se cumplió esta visión demuestra lo confiables que son las profecías bíblicas. Tan solo este aspecto coloca a la Biblia muy por encima de cualquier otro libro sagrado y la hace merecedora de toda nuestra confianza.
