La Fe del Creyente






Estudio Bíblico
La Fe del Creyente



    Autor
   Teólogo: Juan Martínez



Estudio Bíblico

Tema: La Fe del Creyente

Texto: Heb cap. 11 verso 1-3, “Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. Porque por ella alcanzaron buen testimonio los antiguos.  Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía”. 

Comentario Teológico Bíblico. Certeza también se traduce “sustancia” y se deriva de la misma palabra griega que se traduce “imagen misma” en el capítulo 1 de hebreo verso 3 nos dice, “el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas”, esto expresa la noción de emitir una luz o brillar con luz propia;  el hijo no solo refleja la gloria de Dios. Sino que él es Dios e irradia su propia gloria esencial. Convicción. Ideas a las que alguien se adhiere o se abraza fuertemente de lo que no se ve. La fe verdadera no se basa en evidencia empíricas o sea lo material, sino en la seguridad divina y es un regalo de Dios. Efe cap. 2 verso 8,  “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios”; por la fe. La verdadera fe salvadora es la obediencia a Dios. Stg. cap. 2 verso 14, “Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle”?. Hechos. Dios creó el universo a partir de algo que no puede veía. Existe la posibilidad de que ese algo invisible haya sido la energía o el poder propio de Dios mismo.

Introducción y Desarrollo

Fe aprobación que se da a alguna verdad, o confianza que una persona deposita en otra. Fe salvífica, por ejemplo, es la total confianza del hombre en Cristo. En la teología Bíblica no hay palabra más importante. Es tema predilecto de los autores del Nuevo Testamento, especialmente los apóstoles Pablo y Juan, pero encuentra sus antecedentes también en el Antiguo Testamento. Las tres palabras (fe, fiel y creer) se hallan en el Antiguo Testamento aproximadamente setenta y cinco veces, y en el nuevo testamento  más de seiscientas veces. En el Antiguo Testamento la palabra fe suele usarse con referente a Dios y su fidelidad. Deut cap. 7 verso 9, “Conoce, pues, que Jehová tu Dios es Dios, Dios fiel, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos, hasta mil generaciones”. Sobre todo en guardar el pacto. La fe de los hombres tiene el sentido de una plena y entera confianza en Dios. Los fieles del Antiguo testamento, enumerados en Heb cap. 11, anhelaban lo prometido, pero murieron sin conocerlo de cerca. Heb cap. 11 versos 13-14 y 39, “Conforme a la fe murieron todos éstos sin haber recibido lo prometido, sino mirándolo de lejos, y creyéndolo, y saludándolo, y confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra.  Porque los que esto dicen, claramente dan a entender que buscan una patria”; v, 39 “Y todos éstos, aunque alcanzaron buen testimonio mediante la fe, no recibieron lo prometido”; esta esperanza y confianza se aclara en el Nuevo Testamento, cuando se declara que la única fe verdadera está siempre, aunque en distintas maneras, vinculada con Cristo.  Hec cap. 4 verso 13, “Entonces viendo el denuedo de Pedro y de Juan, y sabiendo que eran hombres sin letras y del vulgo, se maravillaban; y les reconocían que habían estado con Jesús”. 1 Cor cap. 3 verso 11, “Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo”. 

Las  Tres pruebas de fe, más importantes de Abraham

1) Jehová le dice vete de tu tierra y de tu parentela y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. Gén cap. 12 versos 1-2,  “Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré.  Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición”.  Abram salió de su tierra a tierras desconocida la cual le había dicho Jehová que saliera, prometiéndole una tierra que fluía leche y miel; tierras de Canaán, escuchando su voz y obedeciendo su mandato. Todo lo hizo por fe.

2) La promesa de Dios a Abram que su descendencia  sería como las arenas del mar y las estrellas del Cielo. Gén cap. 15 verso 5, “Y lo llevó fuera, y le dijo: Mira ahora los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: Así será tu descendencia. Y creyó a Jehová, y le fue contado por justicia”. 100 años tenía  Abraham, y noventa años su mujer Sara cuando tuvieron a su hijo Isaac, la promesa de la que Dios les había prometido. Gén cap. 17 verso 17, “Entonces Abraham se postró sobre su rostro, y se rio, y dijo en su corazón: ¿A hombre de cien años ha de nacer hijo? ¿Y Sara, ya de noventa años, ha de concebir? “. Para Dios no hay nada imposible solo creyó y mantuvo su esperanza en Dios. Gén cap. 18 verso 14, ¿Hay para Dios alguna cosa difícil? Al tiempo señalado volveré a ti, y según el tiempo de la vida, Sara tendrá un hijo. Le creyeron a Dios y tuvieron la victoria.


3) Dios le dijo Abraham toma a tu hijo a quien amas y ofrécelo en holocausto en el monte de Moriah; esta fue la prueba más contundente que tuvo Abraham.                          

Después de que Dios les había dado a su hijo Isaac se lo pide en sacrificio vivo Gén cap. 22 verso 1-2, “Aconteció después de estas cosas, que probó Dios a Abraham, y le dijo: Abraham. Y él respondió: Heme aquí.  Y dijo: Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete a tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré”. No fue una tentación, sino un examen de parte de Dios probando el corazón de Abraham, este estremecedor mandamiento puso en marcha una especial y severa prueba para Abraham, esto es, el sacrificio de su hijo “tu único” repetido tres veces por Dios en el mismo capítulo. Gén cap. 2, Y dijo: Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete a tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré. 12,Y dijo: No extiendas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas nada; porque ya conozco que temes a Dios, por cuanto no me rehusaste tu hijo, tu único”. 16, Y dijo: Por mí mismo he jurado, dice Jehová, que por cuanto has hecho esto, y no me has rehusado tu hijo, tu único hijo”; Esto significa dar muerte al hijo de más de 20 años, que vivía  con ellos, el fin de la promesa del pacto abrahámico habría terminado. Una acción que pareciera irracional, pero Abraham obedeció. El monte Moriah, tradicionalmente asociada con Jerusalén, y el lugar sobre el que más adelante se iba a levantar, el templo de Salomón. Génesis cap. 3 verso 1, “Comenzó Salomón a edificar la casa de Jehová en Jerusalén, en el  monte Moriah,  que había sido mostrado a David su padre, en el lugar que David había preparado en la era de Ornán jebuseo”. 

En quien creemos: Moisés levanta un asta con una serpiente ardiente de bronce. Número cap. 21 versos 7-9, “Entonces el pueblo vino a Moisés y dijo: Hemos pecado por haber hablado contra Jehová, y contra ti; ruega a Jehová que quite de nosotros estas serpientes. Y Moisés oró por el pueblo.  Y Jehová dijo a Moisés: Hazte una serpiente ardiente, y ponla sobre un asta; y cualquiera que fuere mordido y mirare a ella, vivirá. Y Moisés hizo una serpiente de bronce, y la puso sobre una asta; y cuando alguna serpiente mordía a alguno, miraba a la serpiente de bronce, y vivía”. El necesitado debía poner la mirada en esta serpiente si quería ser sanado ya que no creyeron en Jehová y murmuraron contra él.  La serpiente de bronce años más tarde se convirtió en un ídolo para el pueblo de Israel depositando su fe en esa vara con la serpiente de bronce. Esta acción era una figura de lo que había de venir; pues ese pueblo rebelde y contradictorio debía poner su vista en autor y consumador de la Fe, leamos ahora lo que nos dice el apóstol Juan en su evangelio en el cap. 3 versos 14 y 15, “Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna.”

Ponemos la fe en lo que no debemos

Los profetas que siguieron a los baales. Ídolos a quienes les rendían cultos, eran 450 hombres. 1 Rey cap. 18 verso 22, “Y Elías volvió a decir al pueblo: Sólo yo he quedado profeta de Jehová; más de los profetas de Baal hay cuatrocientos cincuenta hombres”. Estos profetas creían en estos ídolos, mas Elia profeta del Señor los desafío en un acto de sacrificio donde quedaron avergonzados y luego degollándolos no quedando ninguno. 1 Rey cap. 18 verso 40, “Entonces Elías les dijo: Prended a los profetas de Baal, para que no escape ninguno. Y ellos los prendieron; y los llevó Elías al arroyo de Cisón, y allí los degolló”. 

Subdivisión

Dios nos entregó una medida de fe. Rom cap. 12 verso 3,Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno”. Medida de fe. Proporción correcta del Don Espiritual o la habilidad Soberana conferida  que el Espíritu Santo reparte a cada creyente. 1 Ped cap. 4 verso 10, “Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios. Todo creyente recibe el don y los recursos exactos que necesita para cumplir su función dentro del cuerpo de Cristo. Un don espiritual: es una habilidad Soberana que  Dios concede por su gracia a cada creyente y por medio de la cual el Espíritu Santo ministra al Cuerpo de Cristo. La palabra griega (carisma) destaca el aspecto gratuito del don. Un don espiritual no puede ganarse, pero si, pedirse, y buscase  a través.de la oración activando la fe y recibirla mediante la gracia de Dios. 1 Cor cap. 12 versos 4-7, “Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo. Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho”. V, 11,Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere”. V, 18, “Mas ahora Dios ha colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como él quiso”. 

La fe es independiente en el sentido de la vista. Es la fe para salvación y vida espiritual. Efe cap. 2 verso 8-9, “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;  no por obras, para que nadie se gloríe”. La fe es la que te impulsa a una salvación gratuita de Dios, la gracia de Dios es preeminente en todos los aspectos de la salvación.

El que posee la verdadera fe, la que viene del Espíritu Santo, hace cosas que a los ojos de la gente parecen extrañas. Hec cap. 11 verso 7,Y oí una voz que me decía: Levántate, Pedro, mata y come”. Pedro no aceptó la proposición de lo dicho porque ninguna cosa inmunda había ingerido en su vida; no entendía lo que le quería decir Dios en ese éxtasis.

Obedece sin importar el costo de su entrega. Hec cap. 11 versos 8-9, “Y dije: Señor, no; porque ninguna cosa común o inmunda entró jamás en mi boca. Entonces la voz me respondió del cielo por segunda vez: Lo que Dios limpió, no lo llames tú común.

Ve en cada obstáculo un desafío; para mostrar el poder y la Gloria de Dios. 1 Rey cap. 18 versos 36-39, “Cuando llegó la hora de ofrecerse el holocausto, se acercó el profeta Elías y dijo: Jehová Dios de Abraham, de Isaac y de Israel, sea hoy manifiesto que tú eres Dios en Israel, y que yo soy tu siervo, y que por mandato tuyo he hecho todas estas cosas.  Respóndeme, Jehová, respóndeme, para que conozca este pueblo que tú, oh Jehová, eres el Dios, y que tú vuelves a ti el corazón de ellos.  Entonces cayó fuego de Jehová, y consumió el holocausto, la leña, las piedras y el polvo, y aun lamió el agua que estaba en la zanja. Viéndolo todo el pueblo, se postraron y dijeron: ¡Jehová es el Dios, Jehová es el Dios! Elías desafío a los profetas de los Baales demostrándole quien era el Dios verdadero y Dios le respondió, él estaba seguro en quien había creído.

Los que creen en Dios y depositan toda su confianza en Él son recompensados

Olfa y  Rut Moabita nuera de Noemí, Rut se apegó a su suegra, y fue incorporada así a la historia del pueblo escogido.  

Tal fue la fe de olfa; viendo ella que su suegra Noemí. Había perdido a su esposo e hijos, quedando pobre y sin amparo, decidió quedarse en Moab. Mientras que Rut, no se separó de su suegra y se fue con ella a Belén; Rut cap. 1 versos 14-16, “Y ellas alzaron otra vez su voz y lloraron; y Olfa besó a su suegra, mas Rut se quedó con ella. Y Noemí dijo: He aquí tu cuñada se ha vuelto a su pueblo y a sus dioses; vuélvete tú tras ella.  Respondió Rut: No me ruegues que te deje, y me aparte de ti; porque a dondequiera que tú fueres, iré yo, y dondequiera que vivieres, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios. Rut cap. 1 verso 22,  Así volvió Noemí, y Rut la moabita su nuera con ella; volvió de los campos de Moab, y llegaron a Belén al comienzo de la siega de la cebada. Donde contrae matrimonio con Booz. Rut cap. 4 versos 13, “Booz, pues, tomó a Rut, y ella fue su mujer; y se llegó a ella, y Jehová le dio que concibiese y diese a luz un hijo. 

Olfa, no tenía fe convincente, ella no pensó en que podía tener un porvenir mejor, esto la llevó a quedarse en Moab, mientras que Rut, obtuvo la bendición de ser la bisabuela del Rey David. Rut cap. 4 verso 17, “Y le dieron nombre las vecinas, diciendo: Le ha nacido un hijo a Noemí; y lo llamaron Obed. Este es padre de Isaí, padre de David.  Rut pone su fe y esperanza  en el Dios de Noemí y fue bendecida.

Puede un creyente aumentar su fe

Los discípulos le dijeron a Jesús que les aumentara su fe   y él les respondió. Luc cap. 17 versos 5-6, “Dijeron los apóstoles al Señor: Auméntanos la fe. Entonces el Señor dijo: Si tuvierais fe como un grano de mostaza, podríais decir a este sicómoro: Desarráigate, y plántate en el mar; y os obedecería”. Podemos entender que ellos le estaban pidiendo literalmente a Jesús que les diera más fe, más Jesús nos les dice de acuerdo al texto leído que les haya aumentado su fe, sino que les dijo si tuvieres fe como un granito de mostaza harían cosas grandes.

Cómo se produce la fe

La necesidad del ser humano nos estimula a creer en alguien o en algo, que nos ayuda a depositar la fe y la confianza, la necesidad produce el creer, el creer la fe y la fe la esperanza. Ejemplo: La fe de la mujer Cananea. Mat cap. 15 versos 21-28, “Saliendo Jesús de allí, se fue a la región de Tiro y de Sidón.  Y he aquí una mujer cananea que había salido de aquella región clamaba, diciéndole: ¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí! Mi hija es gravemente atormentada por un demonio.  Pero Jesús no le respondió palabra. Entonces acercándose sus discípulos, le rogaron, diciendo: Despídela, pues da voces tras nosotros.  El respondiendo, dijo: No soy enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel. Entonces ella vino y se postró ante él, diciendo: ¡Señor, socórreme!  Respondiendo él, dijo: No está bien tomar el pan de los hijos, y echarlo a los perrillos. Y ella dijo: Sí, Señor; pero aun los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos.  Entonces respondiendo Jesús, dijo: Oh mujer, grande es tu fe; hágase contigo como quieres. Y su hija fue sanada desde aquella hora. Las ovejas perdidas de la casa de Israel debían de ser alimentadas antes que los perrillos, Cristo empleo aquí una palabra que se refiere a la mascota familiar, sus palabras para con esta mujer no deben entenderse como ásperas o insensibles. De hecho, él estaba atrayendo tiernamente de ella una expresión de su fe en él. La necesidad de esta mujer cananea de que su hija fuera liberada de un demonio que la atormentaba, produjo el creer en Jesús y esto a la vez produjo la fe y la fe la esperanza de que Jesús la sanara.

La mujer del flujo de sangre. Mat cap. 9 versos 20-21, “Y he aquí una mujer enferma de flujo de sangre desde hacía doce años, se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto; porque decía dentro de sí: Si tocare solamente su manto, seré salva”. La aflicción de esta mujer no fue solo grave físicamente, también la mantenía impura permanentemente por razones ceremoniales. Lev. Cap. 15 versos 25-27, “Y la mujer, cuando siguiere el flujo de su sangre por muchos días fuera del tiempo de su costumbre, o cuando tuviere flujo de sangre más de su costumbre, todo el tiempo de su flujo será inmunda como en los días de su costumbre. Toda cama en que durmiere todo el tiempo de su flujo, le será como la cama de su costumbre; y todo mueble sobre que se sentare, será inmundo, como la impureza de su costumbre.  Cualquiera que tocare esas cosas será inmundo; y lavará sus vestidos, y a sí mismo se lavará con agua, y será inmundo hasta la noche”. Esto significa que debió haber sido rehuida por todos, incluyendo su propia familia y excluida de la sinagoga y el templo. Este acontecimiento fue una muestra de cómo esta mujer creyó tuvo la fe y la esperanza de que solamente tocando el borde del manto de Cristo podía ser sana.

La fe del Centurión al pedirle a Jesús que sanara a su criado. Mat. cap. 8 versos 5-10, “Entrando Jesús en Capernaúm, vino a él un centurión, rogándole, y diciendo: Señor, mi criado está postrado en casa, paralítico, gravemente atormentado. Y Jesús le dijo: Yo iré y le sanaré. Respondió el centurión y dijo: Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; solamente dí la palabra, y mi criado sanará. Porque también yo soy hombre bajo autoridad, y tengo bajo mis órdenes soldados; y digo a éste: Ve, y va; y al otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz esto, y lo hace. Al oírlo Jesús, se maravilló, y dijo a los que le seguían: De cierto os digo, que ni aun en Israel he hallado tanta fe.”

La fe, se debilita. Rom cap. 14 verso 1, “Recibid al débil en la fe, pero no para contender sobre opiniones”. Esto caracteriza a los creyentes que son incapaces de desembarazarse de las ceremonias y rituales de su pasado religioso. El creyente judío débil tenía dificultad para abandonar los ritos y las prohibiciones del antiguo pacto. Se sentía obligado a adherirse a leyes sobre la dieta, observar con rigor el día de reposo y ofrecer sacrificio en el templo. El creyente gentil débil había sido criado en medio de la idolatría pagana con todo sus rituales.



El creyente débil en la fe no tiene la suficiente madurez para desprenderse de su pasado

La fe, falla.  Luc cap. 22 versos 31-32,Dijo también el Señor: Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo;  pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte; y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos”. La repetición del nombre indica una amonestación en un tono grave y sombrío. Cristo mismo a había llamado a Pedro pero aquí vuelve a utilizar su antiguo nombre quizás para reforzar la reprensión por la presunción carnal de Pedro que estaba siendo zarandeado por Satanás y Jesús le dijo voy a Orar para que tu fe no te falte, o no te falle. Luc cap. 8 verso 25, “Y les dijo: ¿Dónde está vuestra fe? Y atemorizados, se maravillaban, y se decían unos a otros: ¿Quién es éste, que aun a los vientos y a las aguas manda, y le obedecen”? En  medio de la tormenta estaban muertos de miedo y no activaron la fe sino que les fallo.

Conclusión

La fe se basa en el significado de un hecho Bíblico histórico que es más que el acto de creer. Los demonios también creen y tiemblan. Stg. cap. 2 verso 9, “Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan”. Es la participación de la vida de Jesús. Jn cap. 2 verso 6, “El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo”. Es el resultado del pacto de la gracia de Dios en nuestra vida. Dios nos amó, este es el punto de partida para el desarrollo de una nueva experiencia de vida. Jn cap. 3 verso 16,Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Pero más que una decisión momentánea, la fe es un clima espiritual, un modo nuevo de vivir. La fe es indispensable para la justificación. Cristo inmolado en la cruz efectuó la salvación de la humanidad. Sin embargo, el hombre debe de ser receptivo al significado de aquel acontecimiento. El acto fundamental del amor de Dios espera una respuesta de los hombres. La fe es esa respuesta. Por nuestra fe somos justificados. Rom cap. 1 verso 17,  “Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá”. Gal cap. 2 verso 16, “sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado”. 

La fe se vincula siempre con la gracia. El mensaje de la cruz, la capacidad de responder a Él no tiene requisitos de santidad, conocimiento, buenas obras, etc. No son los poderosos ni los sabios los que se salvan. Mat cap. 11 verso 25,En aquel tiempo, respondiendo Jesús, dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y de los entendidos, y las revelaste a los niños”. Puesto que el espíritu del incrédulo está muerto, no puede responder si no es por la gracia. Rom cap. 4 verso 16, “Por tanto, es por fe, para que sea por gracia, a fin de que la promesa sea firme para toda su descendencia; no solamente para la que es de la ley, sino también para la que es de la fe de Abraham, el cual es padre de todos nosotros”. Cristo es el autor y consumidor de la fe. Heb cap. 12 verso 2, “puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios”. Y obra fe en nosotros por su Espíritu Santo. El Espíritu vivifica a la persona que es justificada por la fe y no anda conforme a la carne sino conforme al Espíritu, en novedad de vida. Jn cap. 6 verso 63,El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida.

Pero hay una pregunta en el evangelio según San Lucas cap. 18 verso 8, que dice: Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?