Decreto profético
Autor
Teólogo: Cruz Monasterio
Tema: Decreto profético
Comentario Teológico Bíblico. El enemigo de nuestras almas detesta oír la
Palabra de Dios; porque para él es un
tormento, y cuando la oye huye. Stg.
cap. 4:7; “Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y
huirá de vosotros.” Declara y profetiza la Palabra de Dios para
contraatacar al enemigo. Efesios cap.
6:17; “Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu,
que es la palabra de Dios.” Efe 6:13 al 16; "
Texto: Luc cap. 14 verso 27; “Y el que no lleva su cruz y
viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo."
Introducción y Desarrollo
Te costará todo seguir a
Cristo, pero te va a costar aún más sino lo sigues; te costará la salvación de
tu alma.
Decreto profético: "Cambio de ambiente (Mudanza Próxima); Padre como tu
hijo te pido perdón por aceptar la pobreza y la miseria como algo que venía de
parte tuya. 3 Jn 1:2; “Amado, yo deseo que tú seas prosperado
en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma.” Te
pido perdón por todo despilfarro y falta de mayordomía al usar mi dinero en lo
que no necesitaba. Borra toda palabra que haya nutrido el ambiente demoníaco en
el nombre de Jesús. Decreto en
el nombre de Jesús que para mi viene un cambio de mentalidad que desatara riquezas
y trabajo propio. 1 Cor 2:16; “Porque ¿quién conoció la mente del
Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo.” Decreto que mis finanzas no son afectadas
por los gobernantes de mi nación porque mi economía viene del cielo. Mis
ofrendas y mis diezmos cubren mi vida financiera y me conectan con la riqueza
eterna. Fil. 4:17-19; “No es que busque dádivas, sino que
busco fruto que abunde en vuestra cuenta. Mi Dios, pues, suplirá todo lo
que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.” Todo ambiente tenebroso en la sala de mi casa, en los
cuartos, el patio o en el baño cambia en el nombre de Jesús. Declaro (Expreso): Que se
destruye todo ambiente demoníaco que provoquen gritos, insultos, pleitos,
drogas, delincuencia, enfermedad, inmundicia, suciedad, o cualquier otro tipo
de inmundicia por desorden en el nombre de Jesús. 1 Cor 14:33 y 40; “Pues Dios no es Dios de confusión,
sino de paz. Como en todas las iglesias de los santos. Pero hágase todo
decentemente y con orden.” Declaro que el ambiente cambia y se transforma
en una atmósfera de unidad, amor, prosperidad, riqueza y salud. Heb 13:5; “Sean
vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él
dijo: No te desampararé, ni te dejaré.” Destruyo toda inmundicia que haya venido por usar mi casa
para relaciones sexuales ilícitas o fuera del matrimonio. Heb 13:4; “Honroso sea en todos el matrimonio, y
el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios y a los adúlteros los juzgará
Dios.” Te pido
perdón por usar mi casa para fiestas donde hubo alcohol, cigarros o música que
no era para adorarte. Nunca mas volveré a llamarme una persona pobre porque tu
palabra dice que yo soy rico según tu riqueza. Hag. 2:8; “Mía
es la plata, y mío es el oro, dice Jehová de los ejércitos. Nunca más volveré a quejarme del gobierno
porque este no es mi fuente de sustento. 1 Tim. 2:1 al 5; “Exhorto
ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de
gracias, por todos los hombres; por los reyes y por todos los que están en
eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y
honestidad. Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro
Salvador, el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al
conocimiento de la verdad. Porque hay un solo Dios, y un solo mediador
entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre.” Nunca más llamare a mi casa fea sino que la bendeciré
todos los días hasta ver el cambio que quiero ver. Declaro que soy hijo del dueño del oro y de la plata y
esto me da derecho a una vida abundante. (El hijo Prodigo: Luc 15:11 al 32; “Y el
menor de ellos dijo a su padre: Padre, dame la parte de los bienes que me
corresponde; y les repartió los bienes. No muchos días después,
juntándolo todo el hijo menor, se fue lejos a una provincia apartada; y allí
desperdició sus bienes viviendo perdidamente.” Yo merezco las mejores cosas, el mejor trabajo,
la mejor casa, el mejor carro, la mejor familia no por justicia propia sino
porque Dios en su misericordia me quiere bendecir. Declaro que fui salvo por misericordia y gracia
y no debo de hacer ningún sacrificio para recibir el favor de Dios, solo amarlo
y ser obediente. El Señor Jesús nos ha bendecido con toda bendición en las
regiones celestes). No todos los que
están en la Iglesia pertenecen a la verdadera iglesia: "Por otro lado, no
todos los que cuentan numéricamente en la Iglesia son miembros vivos y
verdaderos de ella. Pues hay muchos hipócritas, que visiblemente oyen la
palabra de Dios y públicamente reciben los sacramentos,(el misterio de la
Piedad); en apariencia invocan sólo el nombre de Cristo y a Dios y confiesan que
Cristo es su única justicia. 2 Tim 2:19;
“Pero el fundamento de
Dios está firme, teniendo este sello: Conoce el Señor a los que son suyos; y:
Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo.” como
si adorasen a Dios, cumpliesen sus deberes cristianos de amor y tuviesen
paciencia para recibir las desdichas. En
realidad, carecen interiormente de la verdadera iluminación del Espíritu Santo,
carecen de fe, de un corazón sincero y de constancia hasta el final. Mat 24:13; “El que persevere hasta el fin, este
será salvo.” Pero tarde o temprano tales gentes, o sea los Apóstatas resultan desenmascaradas. 1 Juan
2:19; “Salieron de nosotros, mas no eran de
nosotros; porque si hubieran sido de nosotros, ciertamente habrían permanecido
con nosotros», dice el apóstol Juan.” Se les considera pertenecientes a la Iglesia; pero mientras parecen ser
piadosos no pertenecen realmente a la Iglesia, aunque estén en ella. Se
asemejan a quienes traicionan al Estado o el país donde viven, antes de ser
descubiertos y, no obstante, se les cuenta entre los ciudadanos. Son como la
cizaña y el tamo entre el trigo o, también, parecidos a bultos y tumores que se
hallan en un cuerpo sano, aunque, en realidad, antes son manifestaciones y
deformidades enfermizas que verdaderos miembros del cuerpo de Cristo. Por ser esto así, se compara, con razón, la Iglesia con
una red que atrapa toda clase de peces y con un campo en que la cizaña y el
trigo crecen conjuntamente (Mat. 13:47; 13:24)
Un texto fuera de contexto para un pretexto ¡Hoy, decreto y declaro que ninguna arma forjada contra ti,
tu familia y amigos se y que el poder de Dios te rescate de cada viento del mal
en el nombre poderoso de Jesús! Isa cap. 54 verso 17; “Ninguna arma forjada contra ti
prosperará, y condenarás toda lengua que se levante contra ti en juicio. Esta
es la herencia de los siervos de Jehová, y su salvación de mí vendrá, dijo
Jehová.” Ap cap. 22:18-19; “Yo testifico a todo aquel que oye las palabras de
la profecía de este libro: Si alguno añadiere a estas cosas, Dios traerá sobre
él las plagas que están escritas en este libro. Y si alguno quitare de las
palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la
vida, y de la santa ciudad y de las cosas que están escritas en este libro.”
Si se rompe, deséchalo: Así es como el mundo trata lo que se ha
roto, sea que se trate de cosas, estrategias, o incluso personas. El arte
japonés de kintsugi, “juntas doradas” o kintsukuroi, “reparación dorada,” va en
contra de esa sabiduría convencional. Trozos de alfarería rota se vuelven a
unir con todo cuidado en algo completo usando una laca costosa que contiene
polvo de oro, plata y platino. Transformación es el resultado. Piezas comunes
de alfarería se transforman en piezas únicas cuyo valor asciende mucho más allá
de lo que valía anteriormente.
Jer cap. 18 versos 1 al 6; “Palabra del Señor que vino a Jeremías, diciendo:
Levántate y desciende a casa del alfarero, y allí te haré oír mis palabras.
Descendí a casa del alfarero, y hallé que él estaba trabajando en el torno. Y
la vasija de barro que él hacía se echó a perder en sus manos, pero él volvió a
hacer otra vasija, según le pareció mejor hacerla. Entonces vino a mí palabra
del Señor, diciendo: ¿No podré yo hacer con vosotros como este alfarero, casa
de Israel?, dice el Señor. Como el barro en manos del alfarero, así sois
vosotros en mis manos, casa de Israel."
Qué cuadro más hermoso de la obra redentora de Dios. Sea nuestro
quebrantamiento el resultado de circunstancias fuera de nuestro control, o de
nuestras propias decisiones lamentables, Jesús nos llama a Sí mismo. Como
Creador y Artista del mundo, gentilmente nos vuelve a unir a Dios, a nosotros
mismos, y unos con otros. Él promete usarnos para Su gloria y hacernos
completos. ¿Qué aspecto destrozado de tu vida le traerás a Él hoy?
Jesús sana y restaura todas las cosas siempre que las pongamos en Sus manos.
Jesús sana y restaura todas las cosas siempre que las pongamos en Sus manos.
¿Cómo puede el joven llevar una vida íntegra? Viviendo conforme a tu palabra. Yo te busco con
todo el corazón; no dejes que me desvíe de tus mandamientos. Sal 119:11-16;”En mi corazón atesoro
tus dichos para
no pecar contra ti. ¡Bendito seas, Señor! ¡Enséñame tus decretos! Con mis labios he proclamado
todos los juicios que has
emitido. Me regocijo en el camino de tus estatutos más que en todas las riquezas. En tus preceptos medito, y pongo mis ojos en tus sendas.
En tus decretos hallo mi
deleite, y jamás
olvidaré tu palabra.”
Sal cap. 16
verso 5;
“Jehová es la porción de mi herencia y de mi copa; Tú sustentas mi suerte”.
Subdesarrollo
Cuidado con ese evangelio falso que se predica en la actualidad, que no
exige nada, sino que muestra un camino fácil a la salvación (que no es más que
el camino más cortó al infierno). Este evangelio
falso no se opone a la carne, sino que es “un amigo”, y, comprendido
correctamente, es la fuente de mucha diversión buena y limpia y placeres
inocentes. Nos deja vivir sin interferencias, nunca nos cambia la vida; sigue
dejándonos vivir disfrutando de nuestros placeres, pero ahora, en lugar de
cantar en la cantina y beber licor, nos deleitamos en cantar coros y ver
películas religiosas. Sigue habiendo un énfasis en pasarla bien, pero ahora nos
divertimos a un nivel más elevado tanto moral como intelectualmente. Este
evangelio falso promueve un tipo de evangelismo nuevo y distinto. No procura
dar muerte a la vida pecaminosa antes de brindarle la nueva vida en Cristo,
sino que lo manda recibir la nueva antes de hacer morir la vieja. Así que sólo
intenta encaminar al pecador en una nueva dirección. Lo encamina a una manera
de vivir alegre, en la que puede mantener su amor al “yo”. Este evangelio falso
le dice al hombre seguro de sí mismo: “Ven y muéstrale tu seguridad a Cristo”.
Al egoísta le dice: “Ven, jáctate en el Señor” y, al que siempre anda en busca
de una nueva emoción, le dice: “Ven y goza de la emoción del compañerismo
cristiano”.
Intenta echar vino nuevo en odres viejos. Mar 2:22; "Ni nadie echa vino nuevo en odres viejos; de otra manera, el vino nuevo rompe los odres, y se derrama el vino, y los odres se pierden;
mas el vino nuevo en odres nuevos se ha de echar." El Vino nuevo fermenta y
rompe los odres viejos que no ceden
ante la energía liberada por la fermentación del vino. Pero ¡esto no puede ser! Lo viejo tiene que ser derribado
antes de que lo nuevo pueda ser edificado.
Job 23:10; Mas él conoce mi
camino; me probará, y saldré como oro.
Muchas de las enseñanzas de la mayoría de
congregaciones, contiene material mortal “Herejías” mezclada con enseñanzas
bíblicas. Al parecer es imperceptible y agradable, pero esta mezcla, es un
“veneno mortal”. Semana tras semana miles de inocentes “creyentes” saborean
este néctar sin percatarse que pronto morirán espiritualmente.
Conclusión
"Plenitud ministerial": Padre perdona si pienso que como ministro ya alcancé una madurez tal que
el arrepentimiento no es para mí. Te pido perdón si me justifico por mis logros
y no en la sangre de Jesús. Padre en el nombre de Jesús te pido perdón por toda negligencia a la
hora de ejercer mi servicio ministerial. Padre te pido perdón por toda autosuficiencia que haya
ejercido a la hora de liderar o ministrar a tu pueblo. Padre
perdona en mi la pereza y el conformismo para liderar, te pido perdón por el
orgullo y la falta de oración. Te pido perdón por predicar confiado en un
carisma ministerial y no en una unción fresca. Padre
te pido perdón si no he sido ejemplo de orden y amor para con tu pueblo, te
pido perdón si me he mostrado como un ministro severo y de carácter
desordenado. Pido perdón si he sido negligente en pastorear a una oveja de la
iglesia. Te pido perdón por ser rápido en juzgar los errores de los demás de
manera fuerte y no restaurarlos en amor. Padre te pido perdón si
por mi posición de ministro he faltado al diezmo y a la ofrenda. Te pido perdón
si nunca he sembrado mi dinero en un hermano necesitado. Padre
te pido perdón por las decisiones que he tomado fuera de tu voluntad que hayan
deformado a mi familia o a mi ministerio. Padre te pido perdón si he
ejercido autoridad en otros ministerios sin estar sujeto a un padre
ministerial. Padre te pido perdón si he perdido la pasión por buscar tu
rostro en oración y adoración. Te pido perdón por predicar de manera monótona,
sin vida y sin unción. Padre te pido perdón si he puesto mi confianza en el
liderazgo o en el "éxito" de mi ministerio antes que en tu palabra. Padre
perdona si no he escuchado tu voz claramente para seguir tu instrucción. Te
pido perdón por murmurar de los miembros de la iglesia y ver solamente los
defectos y errores. Padre te pido perdón si he usado el púlpito para humillar,
insinuar, acusar o manipular a tu pueblo. Te pido perdón si mi ministerio lleva
años sin crecer y desarrollarse plenamente por mi falta de entrega. Padre
te pido perdón si he juzgado a otros ministros y murmurado de ellos
señalándolos o tratándolos con desprecio. Padre te pido perdón si
mis resultados ministeriales han servido para que mi corazón se llene de orgullo
y vea a ministerios más pequeños por encima del hombro. Padre
te pido perdón si he sometido a mi familia a llevar cargas pesadas que no les
corresponde llevar. Te pido perdón si he descuidado mi matrimonio y mi familia
por predicar tu palabra. Te pido perdón si les he exigido servir por obligación
y no por amor a tu obra.
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