La conciencia en la Biblia
Autor
Teólogo. Cruz Monasterio
Texto: (Jn. 8:3 al 9; "Entonces los escribas y los fariseos le trajeron una mujer sorprendida en adulterio; y poniéndola en medio, le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio. Y en la ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres. Tú, pues, ¿qué dices? Mas esto decían tentándole, para poder acusarle. Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en tierra con el dedo. Y como insistieran en preguntarle, se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella. E inclinándose de nuevo hacia el suelo, siguió escribiendo en tierra. Pero ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, salían uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros; y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio.")
Introducción y Desarrollo
La conciencia es un concepto importante en la Biblia. Se refiere a la capacidad que tiene el ser humano de distinguir entre el bien y el mal, lo correcto y lo incorrecto. La conciencia se puede entender como una voz interior que nos guía en nuestras decisiones morales.
En el Antiguo Testamento, la conciencia se asocia con el concepto de la ley de Dios. Los israelitas fueron llamados a seguir la ley de Dios, que les proporcionaba una guía moral para sus vidas. La conciencia les ayudaba a saber cuándo estaban obedeciendo o desobedeciendo la ley de Dios.
Por ejemplo, en el libro del Éxodo, Dios le da a Moisés los Diez Mandamientos, que son una expresión de la ley de Dios. Estos mandamientos incluyen prohibiciones contra el asesinato, el adulterio, el robo y el falso testimonio. La conciencia de los israelitas les ayudaba a saber que estaban haciendo mal si violaban alguno de estos mandamientos.
En el Nuevo Testamento, la conciencia se asocia con la obra del Espíritu Santo. El Espíritu Santo mora en los creyentes y les ayuda a discernir entre el bien y el mal. La conciencia de los creyentes es guiada por el Espíritu Santo, que les ayuda a vivir de acuerdo con la voluntad de Dios.
Por ejemplo, en el libro de Romanos, Pablo escribe que la conciencia de los creyentes está "entrenada por la ley" (Rom. 2:14-15). Esto significa que la conciencia de los creyentes está influenciada por la ley de Dios, que es escrita en sus corazones por el Espíritu Santo.
Citas bíblicas sobre la conciencia
Antiguo Testamento
Génesis 3:22: "Y Jehová Dios dijo: He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre."
Éxodo 20:17: "No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo."
Levítico 19:17: "No aborrecerás a tu hermano en tu corazón; razonarás con tu prójimo, para que no cargues sobre ti pecado a causa de él."
Proverbios 20:27: "El alma del hombre es como un brasero, y el espíritu como una llama que lo enciende."
Nuevo Testamento
Romanos 2:14-15: "Porque cuando los gentiles que no tienen ley, hacen por naturaleza lo que es de la ley, éstos, aunque no tengan ley, son ley para sí mismos, mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia, y acusándoles o defendiéndoles sus razonamientos."
1 Corintios 8:7: "Así que, si alguno sabe que el ídolo es nada, y a un hermano le escandaliza, por causa del ídolo, no coma carne, para no escandalizar a ese hermano."
1 Timoteo 1:19: "Guarda el mandamiento sin mancha, irreprochable, hasta la aparición de nuestro Señor Jesucristo;"
Hebreos 10:22: "Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras;"
Conclusión sobre la conciencia
La conciencia es una herramienta importante que Dios nos ha dado para guiarnos en nuestras decisiones morales. Al escuchar a nuestra conciencia, podemos vivir de acuerdo con la voluntad de Dios y evitar hacer el mal. La conciencia es un fenómeno complejo que ha sido objeto de estudio por filósofos, científicos y teólogos durante siglos. No existe una definición única de la conciencia, pero en general se puede entender como la capacidad que tiene el ser humano de ser consciente de sí mismo y de su entorno.
La conciencia está estrechamente relacionada con la moral. La conciencia nos ayuda a discernir entre el bien y el mal, lo correcto y lo incorrecto. Al escuchar a nuestra conciencia, podemos vivir una vida moralmente recta. La Biblia también nos habla de la conciencia. En el Antiguo Testamento, la conciencia se asocia con la ley de Dios. Los israelitas fueron llamados a seguir la ley de Dios, que les proporcionaba una guía moral para sus vidas. La conciencia les ayudaba a saber cuándo estaban obedeciendo o desobedeciendo la ley de Dios.
En el Nuevo Testamento, la conciencia se asocia con la obra del Espíritu Santo. El Espíritu Santo mora en los creyentes y les ayuda a discernir entre el bien y el mal. La conciencia de los creyentes es guiada por el Espíritu Santo, que les ayuda a vivir de acuerdo con la voluntad de Dios.
La conciencia es una herramienta importante que Dios nos ha dado para guiarnos en nuestras decisiones morales. Al escuchar a nuestra conciencia, podemos vivir una vida moralmente recta y conforme a la voluntad de Dios.
Algunas reflexiones adicionales
La conciencia es un don de Dios. Es una capacidad que nos permite vivir en armonía con nosotros mismos, con los demás y con Dios.
La conciencia es una responsabilidad. Somos responsables de nuestras acciones, ya que somos conscientes de las consecuencias de las mismas.
La conciencia es un proceso dinámico. Va evolucionando a medida que crecemos y maduramos.
Llamados a la acción
Escuchemos a nuestra conciencia. Es una guía valiosa para nuestra vida.
Fortalezcamos nuestra conciencia. Podemos hacerlo estudiando la Palabra de Dios, orando y meditando.
Vivamos de acuerdo con nuestra conciencia. Esto nos llevará a una vida más plena y satisfactoria.
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