Once Creencias de los testigos de Jehová que debes conocer cuando toquen tu puerta
Autor
Teólogo. Cruz Monasterio
La Escatología: Es una de las ramas teológicas más controversiales, debido al enfrentamiento entre los que defienden una interpretación literal y los partidarios de un enfoque simbólico. Por ello la Teología Evangélica ofrece dos textos distintos que presentan, respectivamente, las argumentaciones teológicas de ambas posturas. En el presente concepto definido, denominado Escatología, defiende de forma abierta su posición premilenial y dispensacionalista.
Titulo: Once Creencias de los testigos de Jehová que debes conocer cuando toquen tu puerta
Texto: (Isa. 43:7 al 12; “Todos los llamados de mi nombre; para gloria mía los he creado, los formé y los hice. Sacad al pueblo ciego que tiene ojos, y a los sordos que tienen oídos. Congréguense a una todas las naciones, y júntense todos los pueblos. ¿Quién de ellos hay que nos dé nuevas de esto, y que nos haga oír las cosas primeras? Presenten sus testigos, y justifíquense; oigan, y digan: Verdad es. Vosotros sois mis testigos, dice Jehová, y mi siervo que yo escogí, para que me conozcáis y creáis, y entendáis que yo mismo soy; antes de mí no fue formado dios, ni lo será después de mí. Yo, yo Jehová, y fuera de mí no hay quien salve. Yo anuncié, y salvé, e hice oír, y no hubo entre vosotros dios ajeno. Vosotros, pues, sois mis testigos, dice Jehová, que yo soy Dios.”)
Introducción
A continuación encontrarás una breve descripción de lo que los Testigos de Jehová creen, junto con lo que la Biblia realmente enseña.
1.-. El Nombre Divino: Los testigos de Jehová creen que el único nombre verdadero de Dios, el nombre por el cual Él debe ser identificado, es Jehová.
Sin embargo, bíblicamente Dios es identificado por muchos nombres, incluyendo:
Dios. (Elohim: Gen. 1:1; “En el principio creó Dios los cielos y la tierra.”)
Dios Todopoderoso. (El Shadday: Gen. 17:1; “Era Abram de edad de noventa y nueve años, cuando le apareció Jehová y le dijo: Yo soy el Dios Todopoderoso; anda delante de mí y sé perfecto.”) El Señor (Adonay: Sal. 8:1; “¡Oh Jehová, Señor nuestro, Cuán glorioso es tu nombre en toda la tierra!”) Señor de los ejércitos (Jehová Sabaot: 1 Sam. 1:3; “Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, La luna y las estrellas que tú formaste.”)
División
En los tiempos del Nuevo Testamento (NT), Jesús se refirió a Dios como “Padre.” (Patēr; Mat. 6:9; “Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.”), así como los apóstoles (1 Cor. 1:3; “Mas cuando tú des limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha.”)
2.-. La Trinidad: Los testigos de Jehová creen que la Trinidad no es bíblica porque la palabra no está en la Biblia y porque la Biblia enfatiza que hay un solo Dios. Bíblicamente, si bien es cierto que hay un solo Dios. (Isa. 44:6; “Así dice Jehová Rey de Israel, y su Redentor, Jehová de los ejércitos: Yo soy el primero, y yo soy el postrero, y fuera de mí no hay Dios.” 45:18; “Porque así dijo Jehová, que creó los cielos; él es Dios, el que formó la tierra, el que la hizo y la compuso; no la creó en vano, para que fuese habitada la creó: Yo soy Jehová, y no hay otro.” 46:9; “Acordaos de las cosas pasadas desde los tiempos antiguos; porque yo soy Dios, y no hay otro Dios, y nada hay semejante a mí.” Jn. 5:44; “¿Cómo podéis vosotros creer, pues recibís gloria los unos de los otros, y no buscáis la gloria que viene del Dios único?” 1 Cor. 8:4; “Acerca, pues, de las viandas que se sacrifican a los ídolos, sabemos que un ídolo nada es en el mundo, y que no hay más que un Dios.” Stg 2:19; “Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan.”)
También es cierto que tres personas son llamadas Dios en las Escrituras:
El Padre. (1 Ped. 1:2; “Elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sean multiplicadas.”)
Jesús. (Jn. 20:28; “Entonces Tomás respondió y le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío!” Heb. 1:8; “Mas del Hijo dice: Tu trono, oh Dios, por el siglo del siglo;
Cetro de equidad es el cetro de tu reino.”) y
El Espíritu Santo. (Hec. 5:3-4; “Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad? Reteniéndola, ¿no se te quedaba a ti? y vendida, ¿no estaba en tu poder? ¿Por qué pusiste esto en tu corazón? No has mentido a los hombres, sino a Dios.”)
Cada uno de estos tres poseen los atributos de la Deidad, incluyendo:
Omnipotencia. (Jer. 32:17; “¡Oh Señor Jehová! he aquí que tú hiciste el cielo y la tierra con tu gran poder, y con tu brazo extendido, ni hay nada que sea difícil para ti.” Jn. 2:1-11; “Al tercer día se hicieron unas bodas en Caná de Galilea; y estaba allí la madre de Jesús. Y fueron también invitados a las bodas Jesús y sus discípulos. Y faltando el vino, la madre de Jesús le dijo: No tienen vino. Jesús le dijo: ¿Qué tienes conmigo, mujer? Aún no ha venido mi hora. Su madre dijo a los que servían: Haced todo lo que os dijere. Y estaban allí seis tinajas de piedra para agua, conforme al rito de la purificación de los judíos, en cada una de las cuales cabían dos o tres cántaros. Jesús les dijo: Llenad estas tinajas de agua. Y las llenaron hasta arriba. Entonces les dijo: Sacad ahora, y llevadlo al maestresala. Y se lo llevaron. Cuando el maestresala probó el agua hecha vino, sin saber él de dónde era, aunque lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua, llamó al esposo, y le dijo: Todo hombre sirve primero el buen vino, y cuando ya han bebido mucho, entonces el inferior; mas tú has reservado el buen vino hasta ahora. Este principio de señales hizo Jesús en Caná de Galilea, y manifestó su gloria; y sus discípulos creyeron en él.” Rom. 15:19; “Con potencia de señales y prodigios, en el poder del Espíritu de Dios; de manera que desde Jerusalén, y por los alrededores hasta Ilírico, todo lo he llenado del evangelio de Cristo.”)
Omnipresencia. (Sal. 139:7; “¿A dónde me iré de tu Espíritu?
¿Y a dónde huiré de tu presencia? Jer. 23:23-24; “¿Soy yo Dios de cerca solamente, dice Jehová, y no Dios desde muy lejos? ¿Se ocultará alguno, dice Jehová, en escondrijos que yo no lo vea? ¿No lleno yo, dice Jehová, el cielo y la tierra? Mat. 28:19; “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.)
Omnisciencia. (Sal. 147:5; “Grande es el Señor nuestro, y de mucho poder;
Y su entendimiento es infinito.” Jn. 16:30; “Ahora entendemos que sabes todas las cosas, y no necesitas que nadie te pregunte; por esto creemos que has salido de Dios.” 1 Cor. 2:10-11; “Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios. Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios.”)
Eternidad. (Sal. 90:2; “Antes que naciesen los montes Y formases la tierra y el mundo, Desde el siglo y hasta el siglo, tú eres Dios.” Heb. 9:14; “¿Cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo?” Ap 22:13; “Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin, el primero y el último.”)
Aún más, cada uno de los tres está involucrado en hacer las obras de la Deidad, como Crear el Universo:
El Padre. (Mat. 6:9; “Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.” Sal. 102:25; “Desde el principio tú fundaste la tierra, Y los cielos son obra de tus manos.”)
El Hijo. (Jn. 1:3; “Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.” Col 1:16; “Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él.” Heb. 1:2; “En estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo.”)
El Espíritu Santo. (Gen. 1:2; “Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.” Job 33:4; “El espíritu de Dios me hizo, Y el soplo del Omnipotente me dio vida.” Sal. 104:30; “Envías tu Espíritu, son creados,
Y renuevas la faz de la tierra.”)
La Biblia indica que hay tres en uno en la Divinidad. (Mat. 28:19; “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.” 2 Cor. 13:14; “La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros. Amén.”)
Por lo tanto, el apoyo doctrinal a la Trinidad es convincentemente fuerte.
3.-. Jesucristo: Los testigos de Jehová creen que Jesús fue creado por Jehová como el arcángel Miguel antes de que existiera el mundo físico y que es un dios menor, aunque poderoso.
Sin embargo, bíblicamente Jesús es eternamente Dios. (Jn 1:1; “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.” 8:58; “Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy.” Exo. 3:14; “Y respondió Dios a Moisés: Yo Soy el que Soy. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: Yo Soy me envió a vosotros.”) y tiene exactamente la misma naturaleza Divina que el Padre. (Jn. 5:18; “Por esto los judíos aun más procuraban matarle, porque no sólo quebrantaba el día de reposo, sino que también decía que Dios era su propio Padre, haciéndose igual a Dios.” 10:30; “Yo y el Padre uno somos.” Heb. 1:3; “El cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas.”)
De hecho, una comparación del Antiguo Testamento (AT) y el NT equipara a Jesús con Jehová. (Isa. 43:11; “Yo, yo Jehová, y fuera de mí no hay quien salve.” con Tit. 2:13; “aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo.” Isa. 44:24; “Así dice Jehová, tu Redentor, que te formó desde el vientre: Yo Jehová, que lo hago todo, que extiendo solo los cielos, que extiendo la tierra por mí mismo.” con Col. 1:16; “Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él.” Isa. 6:1-5; “En el año que murió el rey Uzías vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime, y sus faldas llenaban el templo. Por encima de él había serafines; cada uno tenía seis alas; con dos cubrían sus rostros, con dos cubrían sus pies, y con dos volaban. Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria. Y los quiciales de las puertas se estremecieron con la voz del que clamaba, y la casa se llenó de humo. Entonces dije: ¡Ay de mí! que soy muerto; porque siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey, Jehová de los ejércitos.” con Jn. 12:41; “Isaías dijo esto cuando vio su gloria, y habló acerca de él.”)
Subdivisión
Jesús mismo creó a los ángeles. (Col. 1:16; “Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él.” Jn. 1:3; “Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.” Heb. 1:2-10; “En estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo; el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas, hecho tanto superior a los ángeles, cuanto heredó más excelente nombre que ellos. Porque ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás: Mi Hijo eres tú, Yo te he engendrado hoy, y otra vez: Yo seré a él Padre, Y él me será a mí hijo? Y otra vez, cuando introduce al Primogénito en el mundo, dice: Adórenle todos los ángeles de Dios. Ciertamente de los ángeles dice: El que hace a sus ángeles espíritus, Y a sus ministros llama de fuego. Mas del Hijo dice: Tu trono, oh Dios, por el siglo del siglo; Cetro de equidad es el cetro de tu reino. Has amado la justicia, y aborrecido la maldad, Por lo cual te ungió Dios, el Dios tuyo, Con óleo de alegría más que a tus compañeros. Y: Tú, oh Señor, en el principio fundaste la tierra, Y los cielos son obra de tus manos.”)
Y es Adorado por ellos. (Heb. 1:6; “Y otra vez, cuando introduce al Primogénito en el mundo, dice: Adorenle todos los ángeles de Dios.”)
4.-. La Encarnación: Los testigos de Jehová creen que cuando Jesús nació en la tierra, era un simple ser humano y no un Dios en carne humana.
Esto viola la enseñanza bíblica de que en el Jesús encarnado, “toda la plenitud de la Deidad reside corporalmente en Él” (Col. 2:9; “Porque en Él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad.” Fil. 2:6-7; “El cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres.”)
La palabra para “plenitud” (plērōma) conlleva la idea de la suma total. “Deidad” (theotēs) se refiere a la naturaleza, el ser y los atributos de Dios.
Por lo tanto, el Jesús encarnado fue la suma total de la naturaleza, el Ser y los atributos de Dios en forma corporal.
De hecho, Jesús es Emanuel o “Dios con nosotros.” (Mat 1:23; “ He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, Y llamarás su nombre Emanuel.” Isa. 7:14; “Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel.” Jn 1:1 al 14 y 18; “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.
Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella. Hubo un hombre enviado de Dios, el cual se llamaba Juan. Este vino por testimonio, para que diese testimonio de la luz, a fin de que todos creyesen por él. No era él la luz, sino para que diese testimonio de la luz. Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a este mundo. En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció. A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios. Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad. A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer.” 10:30; “Yo y el Padre uno somos.” 14:9-10; “Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre?¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras.”)
5.-. Resurrección: Los testigos de Jehová creen que Jesús resucitó espiritualmente de entre los muertos, pero no físicamente.
Sin embargo, bíblicamente, el Jesús resucitado afirmó que no era simplemente un espíritu, sino que tenía un cuerpo de carne y hueso. (Luc. 24:39; “Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy; palpad, y ved; porque un espíritu no tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo.” Jn 2:19-21; “Respondió Jesús y les dijo: Destruid este templo, y en tres días lo levantaré. Dijeron luego los judíos: En cuarenta y seis años fue edificado este templo, ¿y tú en tres días lo levantarás? Mas él hablaba del templo de su cuerpo.”)
Comió alimentos en varias ocasiones, demostrando así que tenía un cuerpo físico genuino después de la resurrección. (Luc. 24:30-42-43; “ Y aconteció que estando sentado con ellos a la mesa, tomó el pan y lo bendijo, lo partió, y les dio. Entonces le dieron parte de un pez asado, y un panal de miel. Y él lo tomó, y comió delante de ellos.” Jn. 21:12-13; “Les dijo Jesús: Venid, comed. Y ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle: ¿Tú, quién eres? sabiendo que era el Señor. Vino, pues, Jesús, y tomó el pan y les dio, y asimismo del pescado.”)
Esto fue confirmado por sus seguidores que lo tocaron físicamente. (Mat. 28:9; “he aquí, Jesús les salió al encuentro, diciendo: ¡Salve! Y ellas, acercándose, abrazaron sus pies, y le adoraron.” Jn. 20:17; “Jesús le dijo: No me toques, porque aún no he subido a mi Padre; mas ve a mis hermanos, y diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios.”)
6.-. La Segunda Venida: Los testigos de Jehová creen que la segunda venida fue un evento espiritual invisible que ocurrió en el año 1914. Sin embargo, bíblicamente la segunda venida aún por suceder será física, visible (Hec. 1:9-11; “Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le recibió una nube que le ocultó de sus ojos. Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él se iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas, los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo.” Tit 2:13; “Aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo.”)
Y estará acompañada por disturbios cósmicos visibles. (Mat. 24:29-30; “E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas. Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria.”) Todo ojo le verá (Ap 1:7; “He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él. Sí, amén.”)
7.-. El Espíritu Santo: Los testigos de Jehová creen que el Espíritu Santo es una fuerza impersonal de Dios y no una persona distinta. Sin embargo, bíblicamente el Espíritu Santo tiene los tres atributos principales de una personalidad:
Una Mente. (Rom. 8:27; “Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos.”)
Emociones. (Efe. 4:30; “Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención.”) y
Voluntad. (1 Cor. 12:11; “Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere.”)
Además, se usan pronombres personales para referirse a Él. (Hec. 13:2; “Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado.”)
Y Él hace cosas que solo una persona puede hacer, incluyendo:
Enseñar. (Jn. 14:26; “Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.”)
Testifica. (Jn. 15:26; “Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí.”)
Comisiona. (Hec. 13:4; “Ellos, entonces, enviados por el Espíritu Santo, descendieron a Seleucia, y de allí navegaron a Chipre.”)
Da mandatos. (Hec. 8:29; “Y el Espíritu dijo a Felipe: Acércate y júntate a ese carro.”) e interceder (Rom. 8:26; “Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.”)
El Espíritu Santo es la tercera persona de la Trinidad. (Mat. 28:19; “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.”)
8.-. Salvación: Los testigos de Jehová creen que la salvación requiere fe en Cristo, asociación con la organización de Dios (es decir, su religión) y obediencia a sus reglas. Sin embargo, bíblicamente, ver la obediencia a las reglas como un requisito para la salvación anula el evangelio (Gal. 2:16-21; “Sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado. Y si buscando ser justificados en Cristo, también nosotros somos hallados pecadores, ¿es por eso Cristo ministro de pecado? En ninguna manera. Porque si las cosas que destruí, las mismas vuelvo a edificar, transgresor me hago. Porque yo por la ley soy muerto para la ley, a fin de vivir para Dios. Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí. No desecho la gracia de Dios; pues si por la ley fuese la justicia, entonces por demás murió Cristo.” Col. 2:20-23; “Pues si habéis muerto con Cristo en cuanto a los rudimentos del mundo, ¿por qué, como si vivieseis en el mundo, os sometéis a preceptos tales como: No manejes, ni gustes, ni aun toques (en conformidad a mandamientos y doctrinas de hombres), cosas que todas se destruyen con el uso? Tales cosas tienen a la verdad cierta reputación de sabiduría en culto voluntario, en humildad y en duro trato del cuerpo; pero no tienen valor alguno contra los apetitos de la carne.”)
La salvación se basa totalmente en el favor inmerecido de Dios (gracia), no en el desempeño del creyente.
Las buenas obras son el fruto o el resultado, no la base, de la salvación. (Efe. 2:8-10; “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.” Tit. 3:4-8; “Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres, nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo, el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador, para que justificados por su gracia, viniésemos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna. Palabra fiel es esta, y en estas cosas quiero que insistas con firmeza, para que los que creen en Dios procuren ocuparse en buenas obras. Estas cosas son buenas y útiles a los hombres.”)
9.-. Dos Pueblos Redimidos: Los testigos de Jehová creen que hay dos pueblos de Dios: (1) la Clase Ungida. (144.000) que vivirá en el cielo y gobernará con Cristo; y (2) las “otras ovejas” (todos los demás creyentes) que vivirán para siempre en una Tierra paradisíaca.
Sin embargo, bíblicamente, un destino celestial aguarda a todos los que creen en Cristo. (Jn. 14:1-3; “No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.” 17:24; “Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo, para que vean mi gloria que me has dado; porque me has amado desde antes de la fundación del mundo.” 2 Cor. 5:1; “Porque sabemos que si nuestra morada terrestre, este tabernáculo, se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna, en los cielos.” Fil. 3:20; “Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo.” Col. 1:5; “El es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación.” 1 Tes. 4:17; “Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.” Heb. 3:1; “Por tanto, hermanos santos, participantes del llamamiento celestial, considerad al apóstol y sumo sacerdote de nuestra profesión, Cristo Jesús.”)
Y estas mismas personas también habitarán en la tierra nueva. (2 Ped. 3:13; “Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia.” Ap. 21:1-4; “Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más. Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido. Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios. Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron.”)
10.-. Sin Alma Inmaterial: Los testigos de Jehová no creen que los humanos tengan una naturaleza inmaterial. El “alma” es simplemente la fuerza vital dentro de una persona. Al morir, esa fuerza vital abandona el cuerpo.
Sin embargo, bíblicamente, la palabra “alma” es multifacética. Un significado clave del término es el ser inmaterial del hombre que conscientemente sobrevive a la muerte. (Gen. 35:18; “Y aconteció que al salírsele el alma (pues murió), llamó su nombre Benoni; mas su padre lo llamó Benjamín.” Ap 6:9-10; “Cuando abrió el quinto sello, vi bajo el altar las almas de los que habían sido muertos por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que tenían. Y clamaban a gran voz, diciendo: ¿Hasta cuándo, Señor, santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre en los que moran en la tierra?”)
Los incrédulos estarán en una aflicción consciente. (Mat. 13:42; “Y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes.” 25:41-46; “Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber; fui forastero, y no me recogisteis; estuve desnudo, y no me cubristeis; enfermo, y en la cárcel, y no me visitasteis. Entonces también ellos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, sediento, forastero, desnudo, enfermo, o en la cárcel, y no te servimos? Entonces les responderá diciendo: De cierto os digo que en cuanto no lo hicisteis a uno de estos más pequeños, tampoco a mí lo hicisteis.” Luc. 16:22-24; “Aconteció que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham; y murió también el rico, y fue sepultado. Y en el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno. Entonces él, dando voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque estoy atormentado en esta llama.” 14:11; “Porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla, será enaltecido.”)
Mientras que los creyentes están en la bendición consciente en el cielo. (1 Cor. 2:9; “Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre, Son las que Dios ha preparado para los que le aman.” 2 Cor. 5:6-8; “Así que vivimos confiados siempre, y sabiendo que entre tanto que estamos en el cuerpo, estamos ausentes del Señor (porque por fe andamos, no por vista); pero confiamos, y más quisiéramos estar ausentes del cuerpo, y presentes al Señor.” Fil. 1:21-23; “Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia. Mas si el vivir en la carne resulta para mí en beneficio de la obra, no sé entonces qué escoger. Porque de ambas cosas estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor.” Ap 7:17; “porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará, y los guiará a fuentes de aguas de vida; y Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos.” 21:4; “Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron.”)
Conclusión
11.-. El Infierno: Los testigos de Jehová creen que el infierno no es un lugar de sufrimiento eterno, sino el sepulcro común de la humanidad. Los malvados son aniquilados, eliminados de la existencia consciente para siempre.
Sin embargo, bíblicamente el infierno es un lugar real de sufrimiento eterno y consciente. (Luc. 16:19 al 31; “Había un hombre rico, que se vestía de púrpura y de lino fino, y hacía cada día banquete con esplendidez. Había también un mendigo llamado Lázaro, que estaba echado a la puerta de aquél, lleno de llagas, y ansiaba saciarse de las migajas que caían de la mesa del rico; y aun los perros venían y le lamían las llagas. Aconteció que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham; y murió también el rico, y fue sepultado. Y en el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno. Entonces él, dando voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque estoy atormentado en esta llama. Pero Abraham le dijo: Hijo, acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro también males; pero ahora éste es consolado aquí, y tú atormentado. Además de todo esto, una gran sima está puesta entre nosotros y vosotros, de manera que los que quisieren pasar de aquí a vosotros, no pueden, ni de allá pasar acá. Entonces le dijo: Te ruego, pues, padre, que le envíes a la casa de mi padre, porque tengo cinco hermanos, para que les testifique, a fin de que no vengan ellos también a este lugar de tormento. Y Abraham le dijo: A Moisés y a los profetas tienen; óiganlos. El entonces dijo: No, padre Abraham; pero si alguno fuere a ellos de entre los muertos, se arrepentirán. Mas Abraham le dijo: Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán aunque alguno se levantare de los muertos.” Mat. 5:22; “Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego.” 25:41-46; “Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber; fui forastero, y no me recogisteis; estuve desnudo, y no me cubristeis; enfermo, y en la cárcel, y no me visitasteis. Entonces también ellos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, sediento, forastero, desnudo, enfermo, o en la cárcel, y no te servimos? Entonces les responderá diciendo: De cierto os digo que en cuanto no lo hicisteis a uno de estos más pequeños, tampoco a mí lo hicisteis. E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.” Jud 7; “ Como Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas, las cuales de la misma manera que aquéllos, habiendo fornicado e ido en pos de vicios contra naturaleza, fueron puestas por ejemplo, sufriendo el castigo del fuego eterno.” Ap. 14:11; “Y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos. Y no tienen reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre.” 20:10-14; “Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos. Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos. Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras. Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda.”)
0 Comentarios