El Ojo Profético de Dios y la Revelación del Libro Sellado

El Ojo Profético de Dios y la Revelación del Libro Sellado



Autor

Teólogo. Cruz Monasterio

La Escena de la imagen del Estudio, representa la majestuosa visión de Apocalipsis 5: El Trono Celestial, el libro sellado con siete sellos, el Cordero inmolado y la adoración celestial. Es perfecta para transmitir reverencia, gloria y profundidad profética.

Titulo: El Ojo Profético de Dios y la Revelación del Libro Sellado

Texto base: (Ap. 5:1; "Y vi en la mano derecha del que estaba sentado en el trono un libro escrito por dentro y por fuera, sellado con siete sellos." )

Introducción y Subdivisión

El Ojo Profético de Dios y la Revelación del Libro Sellado Basado en Apocalipsis 5

El Capítulo 5 del Apocalipsis nos transporta al corazón del cielo, donde se revela una escena majestuosa y solemne. Un libro sellado con siete sellos está en la mano del Padre, y nadie en el cielo ni en la tierra es digno de abrirlo… excepto uno: el Cordero inmolado. Esta imagen nos invita a contemplar el ojo profético de Dios, que todo lo ve, todo lo conoce, y que ha dispuesto un plan eterno que solo Cristo puede revelar.

El Ojo Profético de Dios

Dios no está limitado por el tiempo ni por el espacio. Su ojo profético escudriña el pasado, el presente y el futuro. Él ve lo que nosotros no podemos ver, y en su sabiduría perfecta ha sellado un libro que contiene los misterios de la historia, el juicio, la redención y la consumación de todas las cosas. Este libro representa el propósito divino para la humanidad, oculto hasta que el Cordero lo revela. El ojo profético de Dios no es un ojo de condena, sino de misericordia, justicia y verdad. Él ve nuestras lágrimas, nuestras luchas, y también ve el cumplimiento glorioso que nos espera.

El Cordero que Revela

Juan llora porque nadie es digno de abrir el libro. Pero uno de los ancianos le dice: (Ap. 5:5; “No llores. He aquí que el León de la tribu de Judá… ha vencido para abrir el libro.”) Y cuando Juan mira, no ve un león, sino un Cordero como inmolado. Esta paradoja revela la esencia del Evangelio: el poder de Dios se manifiesta en la humildad, en el sacrificio, en el amor redentor. Cristo, el Cordero, es el único digno de abrir los sellos porque Él pagó el precio de nuestra redención. Cada sello que se rompe es una etapa del cumplimiento profético, una revelación del juicio y la esperanza que Dios ha preparado.

Aplicación espiritual

  • ¿Qué libro está sellado en tu vida? Tal vez hay áreas que no comprendes, heridas que no has sanado, promesas que aún no se han cumplido. Recuerda: solo Cristo puede abrir o dejar cerrados esos sellos.

  • ¿Estás viendo con tus ojos o con los ojos de Dios? El ojo profético de Dios ve más allá de la apariencia. Pide discernimiento espiritual para ver lo que Él ve.

  • ¿Estás adorando al Cordero? La escena culmina con adoración celestial: (Ap. 5:9; “Digno eres… porque fuiste inmolado.”). Que nuestra vida sea una respuesta de adoración al que revela el propósito eterno.

El libro sellado no es un misterio para temer, sino una revelación para adorar. El ojo profético de Dios nos guía hacia el Cordero, y el Cordero nos guía hacia la plenitud del plan Divino. Que esta visión celestial nos inspire a vivir con fe, esperanza. Amor y reverencia, sabiendo que el que tiene los ojos como llama de fuego también tiene un corazón lleno de amor por nosotros.¡Qué bendición saber que esta reflexión será compartida en tu programa radial Hablemos de Escatología y en tu blog libroprofetico.blogspot.com! Aquí tienes una versión ampliada, profunda y estructurada para tu audiencia, ideal tanto para radio como para publicación escrita:

El Ojo Profético de Dios y la Revelación del Libro Sellado es una Reflexión basada en Apocalipsis capítulo 5 para edificación de la iglesia

División

En el corazón del libro de Apocalipsis encontramos una escena que nos deja sin aliento: Un libro sellado con siete sellos que está en la mano del que está sentado en el Trono, y nadie en el cielo ni en la tierra es digno de abrirlo… excepto uno: el Cordero Inmolado. Esta imagen no solo revela el poder y la soberanía de Dios, sino también su mirada profética sobre la historia humana. Hoy reflexionaremos sobre el ojo profético de Dios y la revelación del libro sellado, entendiendo cómo esta visión escatológica nos llama a vivir con fe, reverencia y esperanza. Una Esperanza que perdurara por los Siglos de los Siglos, Amen.

El Ojo Profético de Dios

Dios no ve como nosotros vemos. Su mirada trasciende el tiempo, el espacio y las limitaciones humanas. El “Ojo Profético” de Dios es símbolo de su Omnisciencia: Él conoce el principio y el fin, lo visible y lo invisible, lo que fue, lo que es y lo que ha de venir. (Isa. 46.9-10; “Acordaos de las cosas pasadas desde los tiempos antiguos; porque yo soy Dios, y no hay otro Dios, y nada hay semejante a mí, que anuncio lo por venir desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no era hecho; que digo: Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero.”)

En Apocalipsis 5, el libro sellado representa el Plan Divino para la humanidad: juicios, redención, victoria y consumación. Está escrito por dentro y por fuera, lo que indica que no hay nada oculto para Dios. Cada sello es una etapa del cumplimiento profético, y solo Cristo puede abrirlos porque solo Él ha vencido.

¿Qué significa esto para nosotros?

  • Que no hay caos fuera del Dominio de Dios.

  • Que la historia no es aleatoria, sino dirigida por su voluntad soberana.

  • Que nuestras vidas están bajo su mirada amorosa y justa.

El Cordero que Revela

Cuando Juan llora porque nadie puede abrir el libro, uno de los ancianos le dice: “No llores. He aquí que el León de la tribu de Judá… ha vencido”. Pero cuando Juan mira, no ve un león, sino un Cordero como inmolado. Esta paradoja es el corazón del Evangelio: El poder de Dios se manifiesta en la humildad, en el sacrificio, en el amor redentor.

Cristo, el Cordero, es el único digno de abrir los sellos porque Él pagó el precio de nuestra redención. Cada sello que se rompe es una revelación del juicio y la esperanza que Dios ha preparado. El Cordero no solo revela el contenido del libro, sino que lo ejecuta. Él es el intérprete y el actor principal del drama escatológico. (Mat. 28:18; “Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra.”)

El Libro Sellado: Misterio y Revelación

El libro sellado con siete sellos representa la plenitud del Misterio Divino. Siete es número de perfección, y los sellos indican que el contenido está reservado para el tiempo señalado por Dios. Este libro contiene:

  • El Destino de las Naciones

  • El Juicio sobre el Pecado

  • La Victoria final del Reino de Dios

  • La Restauración de todas las cosas

La revelación de este libro no es solo para satisfacer la curiosidad profética, sino para preparar a la Iglesia para los tiempos finales. Cada sello que se abre nos acerca al cumplimiento de la Voluntad Divina.

Aplicación Espiritual

  1. ¿Qué libro está sellado en tu vida? Tal vez hay áreas que no comprendes, heridas que no has sanado, promesas que aún no se han cumplido. Recuerda: Solo Cristo puede abrir esos sellos.

    Él conoce tu historia y tiene el poder de revelarte su propósito.

  1. ¿Estás viendo con tus ojos o con los ojos de Dios? El ojo profético de Dios ve más allá de la apariencia. Pide discernimiento espiritual para ver lo que Él ve. No te dejes llevar por el ruido del mundo; busca la visión celestial. (Mat. 6:33; “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.”)

3. ¿Estás adorando al Cordero? La escena culmina con adoración celestial: “Digno eres… porque fuiste inmolado”. Que nuestra vida sea una respuesta de adoración al que revela el propósito eterno. La adoración nos alinea con el cielo.

Para la audiencia radial

Queridos oyentes, este mensaje no es solo una enseñanza profética, sino una invitación a rendir tu vida al Cordero. El ojo profético de Dios te ha visto, te ha amado, y te llama a confiar en su revelación. No temas el futuro: el libro está en manos del Cordero, y Él tiene la última palabra.

Conclusión

El libro sellado no es un misterio para temer, sino una revelación para adorar. El ojo profético de Dios nos guía hacia el Cordero, y el Cordero nos guía hacia la plenitud del Plan Divino. Que esta visión celestial nos inspire a vivir con fe, esperanza y reverencia, sabiendo que el que tiene los ojos como llama de fuego también tiene un corazón lleno de amor por nosotros.

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