Un tiempo para sufrir





                                            
                                                                    Estudio Bíblico
                                                   
                                                                Un tiempo para sufrir 

         Autor
           Lic. Kali Duerto


                                                          Estudio Bíblico


Tema: Un tiempo para sufrir

Texto: "No hay entre nosotros árbitro que ponga su mano sobre nosotros dos. Quite sobre de mí su vara y su terror no me espante. Entonces hablaré, y no le temeré; porque en este estado no estoy en mí." Job. 9:33-35).

Introducción 

¿Qué dice la Biblia acerca del sufrimiento?

La Biblia es sorprendentemente realista cuando se trata del problema de soportar el sufrimiento. Por una razón, la Biblia dedica un libro entero para tratar este problema. Este libro es acerca de un hombre llamado Job. Comienza con una escena en el cielo, que proporciona al lector la información de fondo para el sufrimiento de Job. Él sufre porque Dios contendió con Satanás. Hasta donde sabemos, Job nunca se enteró de esto, y ninguno de sus amigos. Por tanto, no es sorprendente que todos ellos lucharan para explicar los sufrimientos de Job desde la perspectiva de su ignorancia, hasta que finalmente Job descansa solamente en la fidelidad de Dios y la esperanza de su redención. Ni Job ni sus amigos entendieron en su tiempo, las razones para su sufrimiento. De hecho, cuando Job finalmente es confrontado por el Señor, Job se queda callado. La silenciosa respuesta de Job de ninguna manera trivializa el intenso dolor y la pérdida que tan pacientemente había soportado. Más bien, subraya la importancia de confiar en los propósitos de Dios en medio del sufrimiento, aún cuando no sepamos cuáles sean éstos. El sufrimiento, como todas las demás experiencias humanas, está dirigido por la sabia soberanía de Dios. Al final, aprendemos que tal vez nunca sepamos la razón específica para nuestro sufrimiento, pero debemos confiar en nuestro Dios soberano. Esa es la verdadera respuesta al sufrimiento. 

División

Otro ejemplo de sufrimiento lo encontramos en el libro de Génesis cap. 50: versos 20-21). Leemos que José padeció por 13 años antes de ser sacado de la adversidad. Pero, ¿habría sido un adolescente hebreo, ignorante y un poco arrogante, un buen líder? No, hasta que Dios lo convirtiera en eso. Dios pudo haber puesto fin a eso con rapidez o, mejor aún, evitar que José no sufriera en absoluto. Pero, ¿puede usted imaginar a un joven de 17 años escapando a Egipto para sentarse a la diestra de Faraón? Sin duda, el poder de Dios pudo haber hecho que sucediera algo tan insólito. José fue vendido a esclavitud por sus propios hermanos. En Egipto, él fue culpado con falsos cargos y echado en prisión. Como resultado del sufrimiento y perseverancia de José, por la gracia y el poder de Dios, José es luego promovido a gobernador de Egipto, el segundo en importancia después del mismo Faraón. Él se encuentra entonces en la posición de proveer a las naciones del mundo durante un tiempo de hambruna, incluyendo a su propia familia y hermanos que lo habían vendido como esclavo. El mensaje de la historia es resumido en el discurso de José a sus hermanos en Génesis. "Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener en vida a mucho pueblo. Ahora, pues, no tengáis miedo; yo os sustentaré a vosotros y a vuestros hijos." 

Dios Sintetiza en Romanos cap. 8 verso 28, El cual contiene algunas palabras de consuelo para aquellos que soportan tribulaciones y sufrimiento: "Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados." En su providencia, Dios orquesta cada evento en nuestras vidas aún el sufrimiento, la tentación y el pecado para llevar a cabo nuestro beneficio tanto temporal como eterno.
Nuestro sufrimiento durará sólo el tiempo necesario para que Dios lleve a cabo su propósito. Él está interesado en preparar a sus siervos y moldear a sus seguidores, en vez de darles una vida libre de preocupaciones. Pero el Padre celestial ama a sus hijos profundamente; es por eso que Él se solidariza con su dolor y pone un límite a sus dificultades, para que no se prolonguen un minuto más cuando ya no sean útiles.
La adversidad es la herramienta más aguda y más fuerte de Dios para formar a los creyentes a la imagen de Cristo, pero Él no hará el cambio a la fuerza. El Señor moldea a sus hijos en proporción a su disposición a ser formados para la tarea asignada divinamente. Podemos negarnos a someternos a ser moldeados, pero la rebeldía sólo prolongará el dolor. Lo sabio es decir: “Señor, no entiendo por qué has permitido esta prueba, pero estoy dispuesto a ir hasta el final contigo.” 

Subdivisión

De todos los desafíos lanzados al cristianismo en los tiempos modernos, tal vez el más difícil de explicar es el problema del sufrimiento. ¿Cómo puede un Dios amoroso permitir que continúe el sufrimiento en el mundo que Él creó? Para aquellos que han soportado un gran sufrimiento en ellos mismos, ésta no es una pregunta filosófica, sino una profundamente personal y emocional. ¿Cómo responde la Biblia a este problema? ¿Nos da la Biblia algunos ejemplos de sufrimiento y algunas indicaciones de cómo tratar con él?
El salmista David soportó mucho sufrimiento en su tiempo, y éste se refleja en muchos de sus poemas reunidos en el libro de Salmos. En el Salmo 22, escuchamos la angustia de David: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? ¿Por qué estás tan lejos de mi salvación, y de las palabras de mi clamor? Dios mío, clamo de día, y no respondes; y de noche, y no hay para mí reposo. Pero tú eres santo, Tú que habitas entre las alabanzas de Israel. En ti esperaron nuestros padres; esperaron, y tú los libraste. Clamaron a ti, y fueron librados; Confiaron en ti, y no fueron avergonzados. Mas yo soy gusano, y no hombre; oprobio de los hombres, y despreciado del pueblo. Todos los que me ven me escarnecen; estiran la boca, menean la cabeza, diciendo: Se encomendó a Jehová; líbrele él; Sálvele, puesto que en él se complacía." 

Conclusión

El hijo fiel de Dios valora la obediencia y da prioridad a la oración y al estudio de la Biblia mucho antes de que se presente la adversidad. Cuando las cosas se ponen difíciles, él sabe que el poder del Espíritu Santo será suficiente para sostenerle.
Santiago cap. 1 versos 1-4, "Santiago, siervo de Dios y del Señor Jesucristo, a las doce tribus que están en la dispersión: Salud. Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna." 

El teísmo cristiano es, de hecho, lo único que puede darle un sentido consistente al problema del mal y del sufrimiento. Los cristianos sirven a un Dios que ha vivido en esta tierra y que ha sufrido el trauma, la tentación, la pérdida, la tortura, el hambre, la sed, la persecución e incluso su ejecución. La cruz de Cristo puede ser considerada como la última manifestación de la justicia de Dios. Cuando nos preguntamos, ¿qué tanto le importa a Dios el problema de la maldad y el sufrimiento? el cristiano puede señalar la cruz y decir, "Cristo experimentó aún el rechazo de Dios, diciendo, "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?" Él experimentó el mismo sufrimiento que mucha gente vive hoy en día, sintiéndose aislado del amor y el favor de Dios.